Mientras una ingente cantidad de marcas desaparecen a medida que pasan los años, otros proyectos se consolidan encontrando un equilibrio financiero en el que la creatividad y la visión de negocios convergen armoniosamente. Eso es precisamente lo que Pablo Erroz, quien ahora presenta su colección número diez, 2015:2021, en la pasarela que le ha visto crecer, ha conseguido. “Estos años me han enseñado que nada es inmediato”, sentencia. Una premisa que le ha permitido evolucionar con paso firme, evitando dejarse llevar por efímeras tendencias en las que se escudan gran parte de los diseñadores. “Nadie debería condicionarnos”, explica sobre su visión de la moda, construida en base a la libertad, la disciplina y la sostenibilidad real.
Su nueva propuesta deja claro por qué el joven creador opta por referirse a su proyecto personal como un concepto en sí mismo. 2015:2021 es moda, por supuesto, y cuenta además con unos perfectos acabados y una riqueza estética que brilla por su ausencia en las pasarelas de nuestro país. Pero también es arquitectura, historia y diseño. “Al mundo de la moda le deparan más sinergias, más vinculación”, prevé Pablo. Y está claro que él ya se ha adelantado a los acontecimientos. Sus piezas, entre las que destacan las prendas exteriores, son funcionales y apetecibles. Y su paleta cromática, potenciada por la energía que irradia La Pedrera, una de las más vibrantes de entre las desveladas en esta edición de 080.
Pero más allá de lo perceptible al ojo humano, lo verdaderamente importante de esta colección es su compromiso medioambiental y social. El primero toma la forma de un “pasaporte de prendas” o NFC, que adheridos a las prendas permiten conocer la trazabilidad del artículo en cuestión a través de un código QR. Y el segundo, vinculado a la promoción del talento local y las colaboraciones creativas que tanto defiende Erroz, desemboca en vínculos con pequeños talleres. “Las prendas Ikar las hemos hecho con talleres de Mallorca, como son Teixits Riera, Bujosa y Vicens”. Storytelling y storydoing unidos bajo una absoluta coherencia que no hace más que reafirmarse a medida que pasa el tiempo.