Ahora somos tres y podemos dedicar más tiempo a la marca. Siempre hemos querido ampliar las líneas de productos y que las gorras pasasen a un segundo plano. No sé si a mejor, pero el nivel de exigencia es mayor y estamos intentando que este sea nuestro único medio y forma de vida, donde poder realizar y descargar todos los proyectos que habíamos hecho individualmente como artistas en el pasado. Digamos que hemos tenido un hijo y le estamos ayudando a crecer. Y la cosa parece que no va a parar.

David: Tente es un coleccionista de arte que, tras largas conversaciones, se tiró a la piscina conmigo para lanzar una modesta colección de gorras en el 2012. Hicimos una más juntos y por temas profesionales tuvo que abandonar el proyecto. En 2014 lancé en solitario la última colección de gorras como algo lúdico y por revivir un instinto del amor por el diseño de moda.
No ha habido ningún cambio brusco, todo ha sido natural. Outsiders Division solamente era un nombre con el que firmábamos gorras. En el 2015 presenté Fantasy Forever en pasarela, que era una recopilación de todos los bocetos que había imaginado en un desfile. Era una colección de imagen, nada estaba pensado para venderse, y eso me liberaba del mundo del diseño de producto al que estaba acostumbrado.
Actualmente, con Ales y Alberto, nos lo pasamos como enanos con la marca. Cada uno tiene un rol, aunque cada uno viene de la creatividad y el diseño, preferimos no dar mucha importancia a esto dado que nos sentimos parte de Outsiders Division a partes iguales.

David: Alberto y Ales aportan, aparte de sus conocimientos técnicos como profesionales, todo el abanico de referencias e imputs culturales que una marca necesita para conectar con un público. Aportan tranquilidad y cordura a todo esto. Ahora somos un equipo.

Alejandro: En mi caso, yo me enamoré de la idea de tener una marca con gente que hablaba mi idioma y de la que aprendía cada día. Para mí era más importante la idea de crear algo, y al final nos enfocamos en Outsiders Division para dar forma de marca de ropa a una fantasía con la que me siento plenamente identificado. Intentamos aunar nuestros conocimientos y backgrounds para nutrir la marca de matices distintos bajo la dirección de Méndez, el resultado es algo coherente que nos representa a todos.
Alberto: Yo ya conocía Outisders Division cuando David llegó a mi departamento en Pull&Bear a principios del 2015, así que no tuve ningún tipo de duda a unirme al proyecto en 2017, más sabiendo que también iba a estar Ales. Son dos personas que admiro mucho. Creo que Outsiders Division ha sido, es y será ‘mi mejor cliente’, el único lugar y espacio donde poder ser uno mismo y expresarme de la manera que creo más conveniente.
Respecto a qué puedo aportar creo que son muchas cosas, principalmente madurez, ya que soy el mayor de los tres, y el tener unos cuantos años más nos da otra perspectiva en muchos momentos. Hemos mejorado el branding, el e-commerce o la comunicación con nuestra llegada, así como ampliado el universo gráfico que David ya tenía. Y sobre todo, cuatro manos, que ayudan a liberar en muchos procesos a David, como de diseño, producción o comercialización, y así también podemos sacar lo mejor de él.

Como comentábamos antes, nosotros siempre hemos trabajado ligados a la creatividad. No ha habido ningún momento en el que no estuviéramos haciendo proyectos, así que básicamente, toda esa energía que desprendíamos haciendo muchas cosas de diferentes disciplinas ahora se concentra en Outsiders Division. Los tres consumimos moda y arte, y hemos intentado depositar todas esas referencias de la forma más honesta posible –sin olvidarnos que somos una marca de ropa que vende y fabrica productos.

No nos gusta mucho usar la palabra inspiración; estamos inspirados casi siempre y motivados a trabajar. Nuestras referencias están codificadas en cada look de la colección. Siempre decimos que Outsiders Division es una bandera enorme creada con todos los trocitos de todas las banderas del mundo. Outsiders Division es worldwide. No creemos en las colecciones uniformes y estructuradas por colores, tejidos o looks parecidos; somos todos demasiado diferentes para ir vestidos iguales. Y todas estas ideas tienen cabida en la marca. En una pandilla de amigos, generalmente todos comparten el mismo espíritu pero todos tienen estéticas diferentes. No nos consideramos eclécticos, simplemente intentamos no aburrirnos y crear historias con muchos significados; todas las prendas funcionan por separado y combinadas entre sí. 

Muchísimas gracias, sois majísimos. Intentaremos seguir produciendo nuestro propio calzado, sí. Cuando le das a un niño un caramelo con mucho azúcar seguramente te lo siga pidiendo. Y ahora contamos con The Art Company, que nos va a acompañar en la producción de nuestros diseños. Estamos flipando con haber tenido esta oportunidad y esperamos tener los modelos disponibles en septiembre.

En Praga crearemos veintiocho nuevos looks con la colección que se presentó en Mercedes-Benz Madrid Fashion Week, sobre todo porque queremos divertirnos y crear nuevos estilismos y personajes, y como tú mencionas, por entender la colección de otra manera.

David: Ahora hablo yo a título personal. Algo muy raro tiene que pasar en mi vida para que eso ocurra. De todas formas, hay prendas negras en la colección. Poquitas, pero las hay. No es necesario un total black, veo demasiada gente en la calle de negro, prefiero prescindir de este color como statement, de lo que significa y de su iconografía cultural. De momento seguiremos usando los colores. No consideramos que usemos demasiado el color ni los prints, quizás es que los demás usan demasiado el negro y los colores apagados. Es el San Benito que nos ha tocado, somos ‘los de los colorines’.

Los tres ya no somos ‘jóvenes’, y a veces confundimos viejo con malo y joven con bueno, algo muy común en España. Nosotros estamos conectados con las subculturas, que generalmente desprenden frescura y agrupan a generaciones jóvenes. No deberíamos hablar de edad sino de espíritu y actitud. Seguimos usando gorras y tipos de prendas que, por convenciones sociales, ya no nos tocarían. Creo que es hora de desprendernos de todas esas cadenas, Outsiders Division es para todo el mundo.
Conozco amigos skaters, pintores, artistas, cineastas, grafiteros y músicos de cuarenta años que conservan la misma frescura que alguien que está empezando pero toda la experiencia de alguien que lleva veinte años trabajando y teorizando sobre su propia obra. Vivienne Westwood hizo su primera colección con treinta y largos años, Debbie Harry lo mismo con Blondie, y podríamos estar nombrando muchos más ejemplos. Por supuesto que conectamos más con gente joven, y aunque nos gustaría que nos comprase gente de cincuenta, no podemos hacer mucho por ello. Esperamos llegar a esa edad y poder seguir haciendo lo que nos dé la gana.

Nos gustaría seguir creciendo, estar muy felices y tranquilos. Pensar en el futuro nos genera ansiedad. Esperamos poder rodearnos de la gente que nos apasiona y nos mueve, de los que están de verdad, con los auténticos, con todos los chicos y chicas sensibles. Nos gusta mucho una frase de Miguel Brieva: “El futuro ya ha pasado, téngalo siempre presente.”