Ya lo dejó entrever cuando hablamos con ella a finales de 2020 tras alzarse con el codiciado galardón Mercedes-Benz Fashion Talent. Y lo recalcó en nuestro último encuentro, en el que convocamos a distintos jóvenes diseñadores españoles para dar forma a un completo reportaje de moda que podéis encontrar en el primer número de ACERO. Fátima Miñana dirige su atención a la venta. Sí, a esa palabra tan temida (y deseada) para todo creativo que se precie, que pocos logran llegar a efectuar en un mercado dominado por el fast fashion. Ahora nos presenta su colección cápsula Primavera/Verano 2022, siendo esta la primera producción que realiza.
“Llevo más de un año y medio sin sacar nada, y en estos meses creo que la marca ha pasado altibajos. Ha habido épocas increíbles y otras de replantearme la dirección y el futuro de la marca”, responde Fátima cuando le preguntamos por el momento que está experimentando su proyecto personal. Nos la encontramos exponiendo una selección de sus prendas en el showroom de Allianz durante la última edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Allí está ella, defendiendo a capa y espada la firma a la que ha dedicado toda su energía (y una importante inversión) ante un público sediento de nuevos estímulos. Y no hay más que ver los burros donde cuelgan algunas de sus impresionantes piezas para percatarse de que su propuesta es completamente diferente a la de sus competidores, muchos de ellos colegas.
“Creo que ha gustado mucho entre el público, ¡las minifaldas especialmente!”, comenta en relación al feedback general de aquellos que se acercaron al stand a echar un ojo a su nueva colección cápsula, que presentó durante varias jornadas en el recinto ferial de Ifema junto a otros diseñadores como Marlo Studio, Reparto Studio o Nimph. En sus propias palabras: “Me ha servido mucho también para ver qué prendas son más comerciales y cuáles prefieren según la edad o la talla, y planear así la producción”.
En esta última propuesta, cuya campaña fotografiada por Paula Burbat ahora desvela, Miñana ha ido un paso más allá retándose a sí misma; siempre preservando el espíritu que hizo de su marca algo apreciado en el panorama de la moda española. “Creo que esta colección mantiene mi estética, pero con un toque de sarcasmo. De mezclar tejidos tradicionales o ultrafemeninos a convertir lo que normalmente me parecería feo en bonito, lo antiguo en moderno, consiguiendo un producto joven, femenino y divertido”, sentencia rotundamente.
Pero, ¿cuáles son sus planes de futuro? ¿La veremos subirse a las pasarelas próximamente? ¿Dará el paso y presentará su trabajo en otras capitales europeas? El tiempo lo dirá, pero la diseñadora sí reivindica el poder que las presentaciones físicas tienen en la consolidación de su proyecto: “Sé que cada vez los desfiles son una forma más arcaica de presentar moda, pero creo que todavía hay formas de innovar y hacer más sostenible este formato. A mí, personalmente, me encanta ese despliegue. La adrenalina, poder mostrar las prendas en movimiento y en persona…¡Espero poder hacerlo muy pronto!”.
“Creo que ha gustado mucho entre el público, ¡las minifaldas especialmente!”, comenta en relación al feedback general de aquellos que se acercaron al stand a echar un ojo a su nueva colección cápsula, que presentó durante varias jornadas en el recinto ferial de Ifema junto a otros diseñadores como Marlo Studio, Reparto Studio o Nimph. En sus propias palabras: “Me ha servido mucho también para ver qué prendas son más comerciales y cuáles prefieren según la edad o la talla, y planear así la producción”.
En esta última propuesta, cuya campaña fotografiada por Paula Burbat ahora desvela, Miñana ha ido un paso más allá retándose a sí misma; siempre preservando el espíritu que hizo de su marca algo apreciado en el panorama de la moda española. “Creo que esta colección mantiene mi estética, pero con un toque de sarcasmo. De mezclar tejidos tradicionales o ultrafemeninos a convertir lo que normalmente me parecería feo en bonito, lo antiguo en moderno, consiguiendo un producto joven, femenino y divertido”, sentencia rotundamente.
Pero, ¿cuáles son sus planes de futuro? ¿La veremos subirse a las pasarelas próximamente? ¿Dará el paso y presentará su trabajo en otras capitales europeas? El tiempo lo dirá, pero la diseñadora sí reivindica el poder que las presentaciones físicas tienen en la consolidación de su proyecto: “Sé que cada vez los desfiles son una forma más arcaica de presentar moda, pero creo que todavía hay formas de innovar y hacer más sostenible este formato. A mí, personalmente, me encanta ese despliegue. La adrenalina, poder mostrar las prendas en movimiento y en persona…¡Espero poder hacerlo muy pronto!”.