Miquel Suay fue el encargado de poner el acento reivindicativo en esta segunda edición, haciendo de la presentación de su nueva marca MQL un sentido homenaje a la figura de la poeta y periodista afgana Nadia Anjuman, quien perdió la vida a manos de su propio marido tras la publicación de su primer libro de poemas,
Flor ahumada.
Por su parte,
Custo Barcelona debutó en Clec Fashion Festival con su colección
I Trust Me, con la que había viajado recientemente a Nueva York. Más de cincuentas piezas construidas sobre el optimismo y la esperanza, en forma de una apetecible propuesta que desprende una energía arrolladora convertida en el sello personal de la firma. Tampoco quiso faltar a la cita Ágatha Ruíz de la Prada, quien ya estuvo presente en la primera edición del festival valenciano.
Pero si hay algo que hace de Clec una plataforma innovadora y necesaria, es su firme apuesta por las sinergias interdisciplinares. Y es que más allá de los desfiles de moda, pudimos disfrutar de fashion talks donde se reflexionó y debatió sobre temas tan importantes como la sostenibilidad, la artesanía digital o las posibilidades que el formato de fashion film confiere, además de shows de cocina a cargo de algunos de los chefs locales más reconocidos, photo shootings, actividades relacionadas con el beauty y un cartel musical en el que no faltó
DJ Pepino Marino, protagonista del fin de fiesta de la primera jornada. En definitiva, Clec no deja de consolidarse como una plataforma de referencia en términos de talento hacia la que cada vez más profesionales del sector miran atentamente.