Auténtico, de toda la vida, con solera… Uno de esos sitios con tanto aplomo y carácter que te hace sentir el peso de su historia nada más entrar. Y es que no es para menos. Con una trayectoria tan larga como intensa, El Sortidor, situado en las faldas de Montjuïc, en el Poble Sec, suministraba hielo a sus vecinos años atrás. Más tarde pasó a servir las mejores anchoas de la ciudad de la mano de la familia Janiu, y hoy este emblemático restaurante se ha reinventado para seguir con su maravillosa andadura, más de cien años después. Pura esencia modernista.
Comienza una nueva etapa para El Sortidor, encabezada por un nuevo nombre, El Sortidor de la Filomena Pagès, haciendo honor a la abuela de Lydia, una de las propietarias del local. La Filomena Pagès resultó ser una valiente protagonista de la guerra civil que mandaba provisiones a los vecinos aislados en las montañas.
Son los tres amigos y ahora también socios, Lydia Aymar, Marc Fité y el chef David San Martín, quienes han decidido poner en marcha este emocionante proyecto, donde el menú evoluciona hacia un punto más contemporáneo, incluyendo innovaciones en cuanto a presentación de platos, formas, sabores y tipos de cocción. Pero eso sí, sin dejar nunca de la lado sus orígenes de cocina tradicional y productos frescos de primera mano.
En el renovado menú se encuentran auténticas joyas como el pulpo encebollado, la ensalada de antes y de ahora, cazuela de habitas con morcilla, “Seitotxo”, pescadito acabado de pescar, los huevos por estrellar, etc. Cada plato incluye un “algo” que no esperabas. Siéntate en una de sus legendarias mesas de mármol y, mientras esperas para probar alguna de sus nuevas recetas, observa cada uno de los detalles: los azulejos de color verde esmeralda, las vidrieras y puertas modernistas, espejos de los años sesenta. Y eso sí, no cometas el error de marcharte sin probar antes alguno de sus postres. Uno de los más famosos es La Crema De Sant Josep. Vamos, que tiene toda la pinta de ser uno de esos sitios a los que, sin darte cuenta, vuelves y vuelves una y otra vez.
