¿Qué lugar ocupa Madrid en el mapa de la moda internacional? ¿Es esta ciudad un referente en términos de diseño y creatividad capaz de captar la atención de la prensa internacional proveniente de otros países? ¿Suma o resta el hecho de que el noventa por ciento de los desfiles integrados en el apretado calendario se desarrollen en la misma localización? Son muchas las horas que podríamos dedicar a debatir estas (y otras muchas) preguntas, por todos repetidas en las instalaciones del recinto ferial durante los cinco días que se ha prolongado la edición otoño/invierno 2023-2024 de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
De esta cita con la moda se ha hablado en los telediarios nacionales; también en medios de comunicación de diversa naturaleza. ¿Los motivos más recurrentes? La aparición de un rostro conocido en un front row, la visita –por primera vez en la historia– de un Presidente del Gobierno a un desfile en la semana de la moda madrileña, o las anécdotas que más clics generan y menos tienen que ver con el universo en el que intentan sumergirnos los diseñadores a través de sus creaciones. Sí, hemos oído hablar de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid durante estos días. Pero, ¿qué hay de los diseñadores? A ellos les pertenece esta cita con la moda a la que, en términos generales, parece costarle adaptarse a los nuevos tiempos.
Si bien el EGO, pasarela de la que hablaremos próximamente, demuestra temporada tras temporada saber conectar con los reclamos de una joven generación con sed de ideas nuevas, gran parte del programa protagonizado por las firmas consagradas brilla por su inmovilismo, por caer reiteradamente en la fórmula de la repetición. Es cierto que las marcas se deben a su público (¡y clientela!), y cada proyecto traza la estrategia que más le conviene. Pero, desde el lado del espectador, a veces cuesta reconocer dónde está la novedad, el factor diferencial o la fortaleza personal que hace de un determinado proyecto algo único. Sin más dilación, repasamos algunos de los mejores momentos de esta última edición. ¡Empezamos!