Si bien es cierto que el optimismo arremete con fuerza en un ecosistema marcado por la desolación y la barbarie en los últimos meses, la pandemia sigue estando presente en nuestras vidas. De hecho, aún a día de hoy nos condiciona en nuestro día a día. Desde restricciones a la movilidad hasta reducciones de aforo, mantenimiento del distanciamiento social y estrictas medidas de prevención. Trabas necesarias que no hacen más que dificultar la labor de los profesionales que se dedican a la moda, una industria que depende (o parecía depender) de la presencialidad y la tactilidad. 080 Barcelona Fashion ya demostró saber adaptarse a las difíciles circunstancias hace siete meses, en una convocatoria sin precedentes cuyo balance fue muy positivo. Una forma diferente de hacer las cosas con la que evitar todo tipo de riesgos y aprovechar para experimentar con nuevos formatos, que ahora nos invita a sumergirnos en un segundo episodio en su edición de abril.
De Avellaneda, encargado de abrir la temporada de desfiles, a Paraiso, que pondrá el broche final a la convocatoria la noche del domingo 29. Un total de veintidós diseñadores sacarán el máximo provecho al formato predilecto de esta segunda atípica edición, el fashion show film, al que ya parecemos habernos acostumbrados. Una herramienta inadvertida hasta la llegada de la crisis sanitaria y sus consecuencias derivadas, que incluso llegó a ser infravalorada por parte de los profesionales del sector, quienes la tacharon de insuficiente e insustancial. Una vez demostradas las infinitas soluciones que ofrece (aunque reconozcámoslo, estamos deseando volver a vernos las caras), marcas tan distintas como Eñaut u Otrura se encuentran en un formato que permite a las marcas participantes adaptarlo a sus necesidades específicas.