Su curiosa mirada le llevó a crear un proyecto en el que nos pudiésemos sentir identificadas, arropadas y escuchadas. Así es como nace Girls From Today, un fanzine que ya cuenta con tres números donde la fotógrafa Andrea Savall celebra qué es ser una chica hoy en día. ¿Y de qué se trata? Hablamos con la alcoyana sobre el altavoz generacional en el que se ha convertido su fanzine, las mujeres que más le inspiran y qué conlleva trabajar freelance en estos tiempos.
Andrea, eres fotógrafa, editora, también escribes e incluso has creado un fanzine. ¿Qué más nos podrías contar sobre ti?
Soy una tía bastante maja, que tiene sus días como todo el mundo.
Cursaste un máster de fotografía en la IED, y como trabajo final tuviste la oportunidad de escoger un tema libre. ¿Qué es lo que impulsó a crear Girls From Today? ¿Qué objetivos buscabas con este proyecto?
En aquel entonces se hablaba mucho de cómo éramos lxs millennials, todo era un millennial por aquí y por allá en prensa. Yo no me veía nada identificada con lo que decían, ya que siempre he sido un poco viejoven. Me daba pena que en un futuro conociesen solo esa parte de nosotras, así que me parecía buena idea que nosotras dejáramos un legado contándolo desde nuestra perspectiva.
Una vez presentado tu proyecto, ¿imaginabas que tus fanzines podrían llegar a tener la repercusión que tienen hoy en día? Ya que se trata de un altavoz muy potente para llegar a muchas personas.
No lo pensaba para nada. Me acuerdo cuando me confirmaron la primera vez que iba a venderse en una librería, me parecía un sueño. Es verdad que todo fue muy rodado. El año que salió fue seleccionado para formar parte de una distribuidora que fue a Arco, me propusieron presentarlo en El Imparcial e hice muchas entrevistas. El segundo siguiente salí en un documental de Movistar Plus con las Hinds. Fue todo un poco loco. Creo que si no hubiera nacido en Madrid no habría pasado nada de esto.
He leído que Una habitación propia de Virginia Woolf te inspiró para crear el proyecto. Para muchas, leer el libro supuso una buena dosis de consciencia y de indignación, casi como un jarro de agua fría. Pero ahí es cuando entiendes por qué es tan necesario el feminismo. ¿Qué significó para ti el libro? ¿Hasta qué punto te ayudó a concebir tu proyecto?
Ese año solo leía libros feministas, fue un despertar. Me pareció muy interesante el concepto de hacer el fanzine fotografiando chicas en sus habitaciones. Pensaba que era una forma diferente de hablar de ellas, aunque poco a poco me di cuenta de que cada mujer era un mundo y pedía un sitio distinto. Mi intención siempre fue acercarme lo máximo a ser fiel a sus voces.
En el primer número de tu fanzine planteas la pregunta acerca de qué significa ser una chica en 2017. Casi 5 años después, ¿cómo la responderías? ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Creo que la respondería igual: hay tantas formas de ser una chica hoy en día como tantas chicas hay hoy en día.
El tercer volumen de tu fanzine, A las chicas de hoy también nos rompen el corazón, trata sobre la pérdida de un amor, la amistad o el amor romántico. Para el lector, contar con las voces y experiencias de las participantes es como si se tratase de una especie de terapia grupal, ¿tenías esa intención? ¿Y qué te llevas de todas sus historias?
El proyecto va cambiando conmigo, y en ese momento era lo que necesitaba hacer. Yo también lo sentí como una terapia grupal. Al final, se trata de poner temas en común y ver que no estás sola. Me llevo mucho de sus historias, aún pienso a veces en un texto de Maria Herreros.
De crear un fanzine a publicar un libro hay un pequeño, pero gran paso. ¿Cómo has vivido todo este proceso? El resultado final debe ser muy gratificante.
La diferencia es haberme dado más tiempo por una serie de catastróficas desdichas y haber delegado en más gente. El diseño a cargo de Marta Llorens es impecable y la portada de Amelia García también. Eso se nota. No es lo mismo hacer las cosas tú sola que con otra gente talentosa. Todo se profesionaliza más. Estoy muy orgullosa del libro. Sigue siendo autoeditado y eso, por supuesto, tiene mucho mérito. Estoy muy agradecida de que tantas mujeres increíbles, a las que yo admiro muchísimo, confíen en mí y en mi proyecto.
Además, trabajas de manera freelance, ¿eso te ha permitido tener más oportunidades para tu carrera profesional o, por el contrario, encuentras que hay más trabas para las creadoras y artistas?
Pregunta complicada. Mi caso es extraño, empecé trabajando en Vogue a media jornada durante 4 años. Girls From Today había empezado apenas unos meses, y es verdad que al principio no sé cómo lo hacía para vivir, pero ahora puedo decir que las cosas me van bien. Bien entiéndase como no todo lo bien que tendrían que ir, lo malo de ser freelance es lo que tienes que lidiar con la gente para darles a entender que tu trabajo tiene un coste y que no es negociable. Es como si alguien va a un restaurante y pide explicaciones por la carta o la quiere más barata…
A veces me siento como si fuera muchas personas en una, pero claro, ¿quién tiene solo un trabajo dedicándose a esto? Por suerte puedo decir que cada vez hago solo lo que realmente me gusta y que al final, Girls From Today se ha convertido también en mi trabajo. Cada vez voy más hacía ahí.
A veces me siento como si fuera muchas personas en una, pero claro, ¿quién tiene solo un trabajo dedicándose a esto? Por suerte puedo decir que cada vez hago solo lo que realmente me gusta y que al final, Girls From Today se ha convertido también en mi trabajo. Cada vez voy más hacía ahí.
Me imagino que debe ser emocionante que el público haya recibido tu trabajo de forma tan positiva. ¿Cuál crees que es la razón por la cual conectas tanto con tu audiencia?
Creo que lo que le gusta a la gente es la naturalidad. La mayoría de publicaciones en Girls From Today son sin filtro, impulsivas y de verdad. Cuando la gente ve verdad se siente identificada. A mí me sirve en cierto modo de diario personal, y la gente conecta con él.
Has participado en varias ediciones de la exposición Woman is Art, que celebra el arte creado por la mujer contemporánea. Ahora que vuelve de forma presencial, cuéntanos que significa para ti poder participar en un proyecto así.
He participado 2 años exponiendo y este en el que he hecho de comisaria de la exposición. Ha sido una experiencia increíble, ha sido como hacer un fanzine en vivo, me han respetado muchísimo y han confiado cien por cien en mi criterio, Víctor ha sido un gran apoyo y compañero.
¿Y cuáles son aquellas mujeres que te inspiran?
Me inspiran muchísimas mujeres. Mi madre y mi hermana, mi abuela María y todas las mujeres de mi familia en general. También me ha inspirado muchísimo Rigoberta Bandini. Creo que hay que dejarse de tanto rollo y valorar a la gente, porque parece que cuando tienes éxito la gente te tiene envidia y se baja del carro. También me inspira muchísimo Andrea Gumes con su podcast Tardeo. Me inspiran mis amigas África Pitarch y Patricia Moreno, dos sagitarios muy peleonas de las que aprendo muchísimo. Me inspiran Irene, Amparo, Carolina Iglesias y Victoria Martín, Elvira Lindo, Mercedes Bellido, Camila Falquez, Isa Calderón, Lucía Lijtmaer, Henar Álvarez, Delphine de Vigan, Bábara y Yoli, no sé muchas mujeres.
Para acabar, ¿tienes algún proyecto entre manos? ¿Cómo se te presenta este 2022?
El 2022 se presenta muy bien, paralelamente a cómo está el mundo. Tengo mucha ilusión porque voy a abrir un espacio con África Pitarch llamado Filipinas 05, en el que las dos trabajaremos. Tendremos nuestro estudio y podré hacer cursos de fotografía, exposiciones, pop-ups, encuentros, arte, risa y cerveza, que es lo único que quiero.