“Era mi primera película y tenía un personaje con mucho peso, así que me enfrenté a muchas cosas que eran nuevas para mí”, responde cuando le preguntamos por el personaje al que encarna, una modelo que debe abandonar su vida en París y regresar a Madrid para cuidar de su abuela enferma. Hablamos de la salud mental y la importancia del autocuidado al teatro experimental, donde el movimiento, la improvisación o el trabajo vocal convergen. Y hasta de la mismísima Nathy Peluso, con quien coincidió en un proyecto en Matadero. “Formamos parte de un colectivo llamado Net-Out que creamos entre amigas”, explica.
Son muchos los temas que abordamos en nuestra conversación, en la que Almudena demuestra respuesta tras respuesta profesar un amor (y respeto) incondicional por la interpretación, sin ocultar por ello el vértigo que ha llegado a sentir en determinados momentos: “Pero en cuanto nos pusimos al trabajo y salí de la cabeza, todos estos miedos se fueron diluyendo”.
Su irrupción en el panorama y gran parte de su discurso remiten inevitablemente a la estrella del 2021 por excelencia,
Milena Smit, con quien tuvimos la oportunidad de hablar en marzo del año pasado. Teniendo las ideas claras y tratando de sacar el máximo provecho de sus primeros rodajes, adquiriendo todo el conocimiento y la experiencia posibles, ambas encarnan el espíritu de una nueva generación de actrices cuyos valores conectan a la perfección con las generaciones más jóvenes.
No tienen miedo a la hora de reconocer sus miedos y debilidades, en un aplaudido ejercicio de humanización de la profesión, y ninguna de ellas deja de formarse siendo plenamente conscientes de que el compromiso y la renovación continuada en el tiempo son fundamentales. Hablamos con Almudena para conocer (un poco más) a la prometedora actriz.