Lo de Nathy Peluso puede considerarse una conquista. Ella quería triunfar, pelear por su sueño y así ha sido. Copando las listas de artistas más escuchados, arrasando en Youtube, disfrutando las mieles de algún post viral o decorando con su rostro la fachada de un edificio en la madrileña Calle Preciados… Está Nathy y ahí estamos nosotros, escuchándola y bailándola. Desde que la descubrimos gozando de su jazz latino, la cantante no ha parado hasta ganarse un merecido hueco en la industria a golpe de hit, pasión e innovación. No hay ritmo musical que se le resista o crítica que apacigüe su apetito de investigar, de innovar y sorprender.
Cual corriente eléctrica, ha recorrido el cuerpo de todos aquellos que han escuchado sus canciones y se han encontrado tarareándolas una y otra vez por afición o simple inercia, atrapados en la magia de esta joven argentina. Porque es muy fácil caer en el embrujo de Nathy, y su primer álbum, Calambre, demuestra lo que ya estaba claro: que tiene voz y rima para todos los gustos y, lo que es mejor, público que quiere disfrutarlos.
Comencemos por el final, el final de nuestra pasada entrevista, allá por 2017, en la que comentábamos lo importante que eran y son los fans y las redes sociales como Instagram. Cuéntame ¿en un año marcado por la distancia y la negación de contacto físico, sin conciertos ni actuaciones, cómo ha evolucionado la relación de Nathy con sus fans?
Creo que para todos los artistas ha sido un aprendizaje. Personalmente me he sentido muy cerca de mis fans gracias a las redes sociales y a la música, que nos han permitido estar conectados. Pero, obviamente, nada es comparable con un directo, con conocer a mis seguidores en persona. Aún así, yo tengo fe, fe en que pronto podrá volver a haber conciertos y eventos en vivo, estoy segura de que sí.
¿Sentiste dudas a la hora de lanzar tu primer álbum Calambre debido a la situación global de este año?
La verdad es que no. No se me movió ni un pelo. Estaba segura de que tenía que ser este año, de hecho me pareció hasta positivo, porque al final la función de la música es acompañarnos y poder acompañarnos en momentos como este, convierte la experiencia musical en algo más inolvidable. Este año no lo vamos a olvidar fácilmente, y si podemos aportar algo positivo en estas circunstancias es lo mínimo que podemos hacer los artistas.
La crítica ha dicho del disco que es “fresco”, “potente” y “versátil”. ¿Podrías describir cuál ha sido el viaje de Nathy hasta Calambre?
Es un camino largo. Empezó cuando yo estaba haciendo la gira de La Sandunguera. Acumulé versos, canciones que iba guardando en notas de voz. Al cabo de los meses decidí meterme en el estudio y desarrollar todas esas ideas bajo el lema de Calambre, como un punto de partida que me conquistaba, ya que es un concepto que inspira energía. De eso ha tratado todo, de mover energías. Me interesó mucho ese punto de vista, y todo este proyecto lo agarré desde la libertad y desde la investigación musical que a mí me interesaba a hacer, estudiando y compartiendo mi amor por todos esos géneros y estilos tan diferentes entre sí, y demostrar que pueden convivir perfectamente.
Como dices, tu álbum se caracteriza por abarcar una gran variedad de estilos musicales como el rap, el trap o la salsa, ¿cómo logras conseguir conectar con géneros tan distintos? ¿Hay alguno por el que sientas verdadera predilección?
Lo hago de manera intuitiva, no tengo una fórmula concreta. Siento que al vibrar con cada género, sentirlo, y ser al mismo tiempo siempre la misma voz, los géneros consiguen unirse, pero no, no lo hago siguiendo una formula específica. No puedo elegir ningún género. Si te soy sincera, escucho salsa y me vuelvo loca, me apodera una pasión que no puedo controlar. Escucho hip hop o soul y siento lo mismo, me sale solo. No puedo ni sé elegir.
La fuerza de Calambre es descomunal, es una absoluta descarga de energía. ¿Te consideras una artista inquieta? ¿La experimentación es parte de tu ADN musical y artístico? ¿Te ves explorando otras ramas del arte como la escritura, la pintura…?
Sin duda. No puedo parar. Vivo para esto y día a día voy imaginando cómo poder seguir adelante con todos estos proyectos. La verdad es que todo va sucediendo de manera orgánica. Sobre la escritura puedo decirte que yo escribo todas las letras de mis canciones, por lo que puedo decir que ya está presente en mi vida. No sé si te acordarás, pero saqué un librito hace un tiempo Deja que te combata. También te digo que todas las ramas de la performance me encantan, como el arte plástico, aunque prefiero admirarlo a hacerlo. Obviamente me gusta la danza, la dirección de fotografía y de arte. Trato de poner todo en práctica, ya que dirijo mi propio proyecto, y por eso siento que todo está en movimiento a mi alrededor, al tocar todas las ramas sin darme cuenta.
¿Es más Nathy Peluso una artista que se deja llevar o que prefiere planear todo con determinación?
Mira, yo soy Capricornio, necesito controlar las cosas y tener la dirección de todos mis proyectos de forma ordenada. Pero, a la vez, bajo todos esos parámetros de control y tener todo profesionalmente atado, me encanta la improvisación e ir fluyendo, guiarme por la intuición y lo que me dicta el corazón. Es una balanza para poder seguir rindiendo, y al mismo tiempo seguir siendo fiel a lo que propone la intuición.
Tus letras son tan honestas como explícitas. ¿Crees que el mundo de la música en general está preparado para voces tan honestas como la tuya? ¿Han intentado alguna vez callarte?
Creo que nadie debe decir a un artista lo que tiene que hacer. El mundo está preparado, ya que por eso hay actualmente artistas que están diciendo lo que quieren decir. Siempre bajo el lema del respeto, todos tenemos el derecho de jugar con la belleza de la irreverencia, del vértigo, de lo que también significa decir las cosas bajo otras perspectivas que muevan a la gente. Hay artistas para todo, y a algunos les gusta expresarse de manera picante y también esta bien. Todo depende del momento, ya que yo tengo canciones duras y explícitas, pero también otras que son mucho más amables y dulces. Lo lindo de ser artista es eso, ya que puedes expresarte libremente como humano. Nos enfadamos, nos enamoramos y eso es la música.
Ahora que ya tienes un álbum y un hueco en la industria, ¿Piensas en el pasado? ¿A qué se habría dedicado Nathy si no hubiese sido cantante?
La verdad es que no. Me encanta la nostalgia, disfruto mucho con ella, me resulta inspiradora. No visito el pasado para preguntarme qué hubiera sido si no… Creo que nunca hubo esa posibilidad, siempre fue que sí. Cuando visito ese sentimiento es más para agradecerme a mí misma el ser constante y decidida, el tener fe por esto. También para dar gracias a la vida por llevarme hasta aquí, ya que yo trabajé muy duro para llegar a donde estoy. Más que preguntarme, ay, ¡qué hubiera sido!, prefiero decirme, venga Nathy, qué bien que lo estas consiguiendo, no pares, échale garra. Acuérdate de donde venís, y lo que te has esforzado. Prefiero visitar ese tipo de reflexiones.
Hablando del pasado ¿cuando escuchas tus trabajos anteriores eres crítica contigo misma? ¿De qué manera lidias con las críticas ajenas?
Un montón. Soy muy crítica con todo con lo que hago y soy dura, pero eso es lo que hace que me supere constantemente. Veo vídeos de no te digo ya hace 5 años, de hace 4 meses, y sé que soy mejor. Siento que tengo el poder de evolucionar muy rápido y aprender de la experiencia, ya que pongo mucha atención en todo. Si prestamos atención, nuestro aprendizaje no tiene barreras. Como performer hay cosas que sí he mejorado y las veo, pero no me critico de forma negativa. Al ver vídeos antiguos siento ternura, y no quiero retirarlos de internet ya que reflejan de dónde vengo. Las críticas ajenas, en verdad, son muy necesarias para evolucionar y mejorar, y recibir un feedback que no te dore la píldora todo el tiempo. Me gusta recibir críticas, pero solo escojo y reparo en las que me pueden resultar productivas, y pueden reciclarse para extraer de ellas algo positivo. No tengo tiempo en prestar atención a aquellas que están vacías. Me concentro en lo que puede llegar a establecer un diálogo social del que aprender. El diálogo con el público está muy bien, pero si te concentras en la críticas profundamente, te limitas como artista. Hoy en día cualquier cosa que hagas puede estar mal. Somos frágiles y podemos llegar a ofendernos, pero es porque también es el público quien decide cómo descodificar tu mensaje. Muchas veces ni siquiera el artista es responsable.
Nathy Peluso Metalmagazine.jpg
Vestido ONRUSHW23FH, pendientes y anillos SIMUERO. Sillón Remmant de SANCAL, alfombra BSB BARCELONA.
Es imposible haber de Calambre y no preguntarte por Sana Sana, una canción provocativa y compleja. Háblanos un poco de este tema, qué se esconde en su letra.
Sana Sana es uno de los temas de Calambre que junto a Business Woman es el que más improvisación tiene. Cuando yo rapeo es cuando menos pienso las estructuras, las rimas… Me sale solo. Sana Sana es el producto de una tarde en el estudio con mis colegas productores, que me mostraron música y yo me puse a frasear encima del beat, y salieron esas cosas que, al final, si te soy sincera, son el resultado de una improvisación. Luego, claro que pulí el tema, pero en ese momento dije lo que creía que tenía que decir; cosas que me han pasado a mí y en mi entorno, y que yo he vivido en esta sociedad. Finalmente, fue uno de los temas más picantes del disco, de ahí que decidiéramos sacarlo como single, y hacer un videoclip que honrara el mensaje que encabeza la canción.
El vídeo también está cargado de simbología. ¿De qué forma crees que tus letras y tus visuales están conectados?
Casi siempre se produce de una manera muy orgánica. Mientras hago la canción, la grabo y la escucho, van apareciendo imágenes, conceptos, colores, fotos… Así voy componiendo los vídeos. Las ideas vienen a mí como impulsos, y luego las desarrollo junto a creativos que me representan y cuyo trabajo admiro. Todos mis vídeos parten de mis puntos de fuga, de mis conceptos, a los que luego damos forma.
Hay una estética noventera muy marcada en este álbum. ¿Qué te ha llevado a escogerla? ¿Qué influencias reconoces en este trabajo?
No me guié mucho por influencias concretas. Hay tantas referencias conviviendo en mí de todo lo que me ha acompañado como artista y como mujer hasta ahora, hay tanta música, que decidí dejarme llevar por quién soy, y ver qué salía de eso. Realmente me guié por mis consejos, y musicalmente intenté hacer algo que representara los géneros que me apasionan. Aún así es inevitable tener referencias, pero no he hecho este disco pensando en hacer algo como lo hizo otro artista. Todas mi referencias conviven en el álbum, son mi pasado y lo que me han formado.
Muchas de tus letras están cargadas de sexo y feminidad. ¿Gracias a qué artistas dirías que ha sido posible conseguir expresar este tipo de discursos que tiempo atrás resultaría impensable?
Eso viene de hace décadas ya que es un trabajo constante. Para nuestra generación, artistas del pop como Beyonce, Rihanna o Christina Aguilera, mujeres que han sido referencias durante nuestra infancia, nos han inspirado un montón. Pero yo me atrevería a decir que a mí Stevie Wonder o Erykah Badu me han enseñado mucho. Mujeres fuertes como Nina Simone o Etta James han hecho tanto en la música, que demuestran que no es algo reciente; es la historia de la música y nosotros seremos un granito de arena para el futuro que venga.
En Calambre no has colaborado con ningún otro artista, pero has lanzado hace poco un tema con Bizarrap. ¿Qué artistas tienes en mente para futuras colaboraciones musicales?
Para mí trabajar en equipo es muy fructífero, más allá de lo que suponen las colaboraciones como unión de fuerzas. Se aprende muchísimo compartiendo el proceso de composición, las ilusiones y culturas. Estoy súper abierta y estamos trabajando en cosas importantes.
El New York Times te ha dedicado un artículo y estas nominada a los premios Grammy. ¿Cómo has gestionado todo este éxito y este buen recibimiento del álbum? ¿Pensaste que alguna vez lograrías tanto?
Estoy muy ilusionada. Lo del New York Times y los Grammy ha sido un momento muy especial en mi carrera como artista y como persona. Me ha hecho aprender y crecer mucho, y me ha ayudado a sentirme valorada. Es un mimo que se lo deseo a todos los artistas, ya que te hace sentir muy fuerte y especial. Nunca pensé con hechos concretos que llegaría lejos, pero sí he tenido siempre la sensación de estar haciendo lo que debía hacer en la vida. Por eso, todo lo que sea consecuencia de hacer las cosas de corazón no sorprende, sí acompaña, alegra e ilusiona. Todo ese reconocimiento es un éxito que se traduce en felicidad.
Este año para muchos será recordado de forma negativa, pero tú has logrado estrenar un álbum que ha sido muy bien recibido por la crítica y el público. ¿Cuál es tu evaluación del 2020? ¿Cómo ha sido tu experiencia este año?
Siento que ha sido un año muy especial, inolvidable, clave en mi carrera. He conseguido cumplir metas que, quizás, si no hubiese sacado garra, se hubiesen caído en medio de un tiempo tan difícil. Ha sido un año de superación, que me puso a prueba para mantenerme en las expectativas que tenía, y mantener a flote mi proyecto, seguir en contacto con mis fans y continuar haciendo música. 2020 me ha hecho ser valiente, productiva, y aprender como artista y como persona.
¿Qué vida desea Nathy Peluso después de Calambre? ¿Qué proyectos te deparan?
Mi meta más próxima y la que me haría más feliz sería poder hacer shows. Sean en 5 meses, en 8, en 1 año…Cuando sea y se haga, va a ser inolvidable para mí y mi público. Estoy preparando algo muy especial. Obviamente, voy a seguir haciendo música ya que es algo inevitable en mí.
Nathy Peluso Metalmagazine 10.jpg
Vestido LOEWE.
Nathy Peluso Metalmagazine 5.jpg
Blazer ONRUSHW23FH, pendientes ANDREA ALABAU, anillo SIMUERO.
Nathy Peluso Metalmagazine 3.jpg
Blazer MUGLER, pantalones CARLOTA BARRERA. Sillón CRISTIAN HERRERA DALMAU.
Nathy Peluso Metalmagazine 9.jpg
Abrigo LOEWE, pendientes ANDREA ALABAU, anillo SIMUERO. Mesa CRISTIAN HERRERA DALMAU.
Nathy Peluso Metalmagazine 6.jpg
Vestido ONRUSHW23FH, pendientes y anillos SIMUERO. Sillón Remmant de SANCAL, taburete CRISTIAN HERRERA DALMAU, alfombra alfombra BSB BARCELONA.