Con 23 años recién cumplidos, la madrileña Diana Kunst cuenta ya con una amplia trayectoria como fotógrafa y realizadora a sus espaldas. Los trabajos de Diana se mueven entre los ámbitos de la moda, la música y la publicidad. Tienen un halo oscuro, y en ellos predominan atmósferas cargadas, inquietantes, que esbozan historias con momentos cercanos al suspense. El pulso de cada uno de sus vídeos viene determinado por la música que los acompaña. Su elección, junto con una estética y una fotografía muy cuidadas, son sus sellos de identidad. Los juegos visuales y de colores, la importancia del lenguaje corporal y del gesto, hacen que a menudo, sus trabajos tengan algo de enigmático.
Diana ha trabajado con clientes como Miranda Makaroff for Lydia Delgado, David Delfín o YOIGO, entre otros. También colabora de forma regular con esta revista: su vídeo Don't be cruel con estilismo de Raquel García fue premiado en la primera edición del Madrid Fashion Film Festival; y sin ir más lejos, aquí podéis ver su último trabajo con la colección de este invierno de G-Star Por todo eso, deseamos conocer más cosas sobre su trabajo y su evolución.
Sorprende tu amplia trayectoria aún siendo tan joven. ¿Siempre has tenido muy claro a lo que te querías dedicar? ¿Cómo empieza tu interés por la fotografía?
Bueno, siempre no. De pequeña, como la mayoría de la gente, quería ser muchas cosas, pero con el tiempo me empecé a dar cuenta de que quería dedicarme a tuviera algo que ver con el arte. Hace unos años empecé a pintar y a hacer pequeñas esculturas. Cuando tenía 16 años, tuve un novio cuyo padre era director. Tenía una buena colección de películas, libros... y muy buen gusto. Siempre disfrutaba viendo películas y ojeando libros de pintura, fotografía, arquitectura, o lo que fuera. Se podría decir que desde entonces empecé a sentirlo de forma diferente y a investigar por mi cuenta. Sin tomar demasiada conciencia de ello, comencé a hacer fotos y pequeños vídeos.
Disfruto con las dos cosas. El proceso de fotografiar es más sencillo y directo. A la hora de realizar un proyecto audiovisual el tiempo que se le dedica se multiplica, al igual que el equipo con el que se trabaja. Entonces, lo que sí que podría decir es que a los proyectos audiovisuales les cojo más cariño por la cantidad de tiempo que desempeño en ellos. Desde que comienzo hasta que termino han podido pasar hasta 4 meses, creando y dándole forma hasta que al final tengo la pieza. Y todo lo que supone ello, todo el equipo con el que trabajas y que lo hace posible.
Los fashion vídeos son una parte muy importante de tu trabajo. Dado que es un género audiovisual relativamente nuevo y que todavía parece difícil de definir, ¿cómo lo definirías tú, según tu experiencia? ¿Qué es para ti un fashion film?
Es un medio de comunicación audiovisual donde mostrar una colección de ropa de una forma totalmente estética. Acercándote a un estilo cinematográfico pero sin contar con los patrones fijos del cine. Algunos fashion films cuentan historias, pero la mayoría no. Simplemente se trata de ejercicios estéticos, sin ninguna pretensión. Lo veo como algo experimental, sin patrones a seguir. Cada director se monta su película en la cabeza, con todas sus influencias, y lo hace. Suele ser bastante personal porque existe esa libertad para hacerlo. Cosa que en publicidad, por ejemplo, está más vetada. Pero con esto, al ser un término nuevo, y al estar en una especie de limbo, existe esa libertad. Aunque es verdad que poco a poco se van creando unas premisas a seguir, a medida que se va haciendo más popular, como todo...
Has hecho trabajos para diferentes firmas de moda, como David Delfín, Miranda Makaroff for Lydia Delgado o G-Star. A nivel personal, ¿qué es lo que más te atrae a ti del mundo de la moda?
La moda me gusta porque en ella se ven reflejadas una infinidad de corrientes artísticas. Desde arquitectura, pintura, diseño de muebles, películas, escultura, y un largo etc. La posibilidad de combinar colores y formas con total libertad y crear una prenda me parece increíble.
"Submarino" es uno de los últimos vídeos que has dirigido, junto con Marcelo Burgos. Se trata de un anuncio para YOIGO, una animación en 3D. ¿Qué tal ha sido esta experiencia de trabajar con animación?
La verdad es que siempre he alucinado con cómo se puede crear algo de la nada con un ordenador, darle forma y animarlo. Sobre todo ver de dónde parte y llegar a ver el resultado final. Los programas que utilizan para esto son indescifrables para mí, así que he disfrutado mucho con cómo se iba haciendo realidad lo que al principio era un boceto.
¿Qué artistas se encuentran entre tus referentes?
Me gustan mucho las situaciones de las fotografías de Philip-Lorca diCorcia, la iluminación y los personajes que aparecen en ellas. La sensibilidad de Leos Carax me parece espectacular... Mauvais Sang es de mis películas favoritas. El delirio de las creaciones de Bruce Bickford me chifla. O la simpleza de las composiciones y la elección de los colores de Jordy Van Den Nieuwendijk, por ejemplo...
Tu trabajo tiene cierto carácter cinematográfico, dramático. ¿Nos puedes hablar de alguna película o director que te haya marcado?
Una de las películas que más me ha marcado es Fight Club, la vi con 15 años y aluciné. Por todo: las frases, el rollo estético que tiene, cómo está hecha... Luego leí el libro y pensé que no podría estar mejor realizada. Creo que es una novela compleja para llevar al cine, pero David Fincher dio en el clavo. La habré visto, por decir una cifra, 30 veces y cada día descubro algo nuevo. Me gustan las películas que tienes que ver más de una vez para entenderlas del todo y que te van gustando más y más a medida que pasa el tiempo. Por nombrarte algunos... Stanley Kubrick, Chan-Wook Park, Jodorowsky, David Lynch, David Cronenberg, Tarkovsky, John Cassavetes, Jacques Tati, Leos Carax, Kusturica, Akira Kurasawa, Spike Jonze...
La música es un elemento muy importante en tus trabajos, en especial en los fashion films. ¿Qué es lo que determina la elección de una u otra canción para acompañar al vídeo? ¿De qué manera te inspira la música a la hora de desarrollar una idea, en tu proceso creativo?
Es de las cosas más importantes a tener en cuenta. Si pones una música mala, por muy buena que sea la imagen, olvídate. La estética y el ritmo del vídeo marca la elección de la música o al revés. Es el reflejo de lo que estás viendo, tiene que envolver a la imagen y darle un sentido. Tiene que ir avanzando a la vez que avanza la película, con sus subidas y bajadas, mantenerse o quedarse en silencio.
Aunque en estas piezas hay ausencia de diálogos, sí que tiene gran importancia el lenguaje corporal expresado a través de movimientos o gestos que se repiten, o a través acciones de tocar o acariciar superficies. ¿Te planteas introducir diálogos en tus vídeos o prefieres seguir explorando este otro tipo de lenguaje?
Sí, es algo que echo en falta muchísimo. Un diálogo, un buen guión, contar una historia... Hasta ahora la mayoría de las cosas han sido piezas estéticas, alguna con un mensaje, difícil de descifrar. Un diálogo es esencial para crear una historia. Lo que pasa es que, por lo general, los fashion films buscan enseñar una prenda de la forma más atractiva posible, sin romperse mucho la cabeza en contar una historia. Y es lo que venía haciendo hasta ahora, pero ya me apetece empezar a trabajar con un guión. De hecho, estoy trabajando en un par de proyectos con diálogos y un formato un poco más diferente.
¿Nos puedes adelantar algo de ellos? ¿Qué otros planes tienes en mente?
Ahora mismo estoy con dos proyectos de publicidad, de los que no puedo decir mucho. Preparando algunas historias para desarrollar en Los Ángeles. Me voy en enero un tiempecito y quiero aprovecharlo al máximo. Y terminando el tratamiento de mi primer cortometraje, que si todo sale bien, estaré grabando a principios de 2014.
¿Cuáles son tus metas o deseos para el futuro?
Me encantaría hacer cine.
