El artista multidisciplinar Mans O vuelve a la carga con su nuevo EP, Hi - Tech Tongue, un proyecto en el que ha colaborado con varios artistas como Ikram Bouloum, Gitano del Futuro, B4mba o Mbodj, entre muchos otros. Con un sonido bastante más duro que sus anteriores trabajos, el artista residente en Barcelona explora nuevos universos multilingües y multidireccionales, y presenta su trabajo a través de la discográfica portuguesa XXIII.
He leído que una de tus principales fuentes de inspiración es la naturaleza y que uno de los conceptos de tu música es expresar experiencias que te sirven como recordatorio. ¿Cómo ha sido crear Hi – Tech Tongue atravesando la cuarentena cuando, quizás, ha sido diferente esta búsqueda de inspiración?
Sí, me interesan todos los ángulos que apuntan a reconectar con uno mismo, el entorno y la creación magna natural. En el caso de este disco. El principal factor acelerador ha sido entender que la única manera de avanzar a nivel generacional es haciendo piña, y la oportunidad de sacar en un sello fuera de nuestro contexto generó en mí unas ganas de hacer un pequeño fotograma de una potencia creativa que está presente en mi vida.
Hace poco colaboraste con Sónar+D CCCB para explicar tu proceso creativo en la charla Instituición Intuición, donde hablabas de la intuición como tu principal motor para crear. ¿Dirías que la elaboración de Hi - Tech Tongue ha sido un proceso intuitivo?
¡Sí! Siempre hay una porción de visión y otra de intuición. En este caso, también hubo un componente de prisa por cerrarlo en poco tiempo que me obliga a estar atento al curso que va tomando cada acción sin tener todo demasiado claro. Así el camino, que siempre es más importante que la destinación, tiene suficiente voz en el proyecto completo. La intuición va siempre de la mano de todo lo que absorbemos y consumimos. Por mí, ¡se merecería tener la presencia vital de una institución!
En este EP todas las canciones cuentan con featurings, menos el último tema, Tan poco. ¿Me podrías explicar un poco qué diferencias encuentras en el proceso de creación colectivo en comparación al individual?
Mas allá de lo obvio, colaborar alimenta una conversación interna y externa que nos hace crecer porque juntos aprendemos más rápido. En cuanto a mi proceso de creación individual, ha invadido mi entorno vital, profesional, público, íntimo, terapéutico y emocional desde hace tiempo y ya no veo que pueda vivirlo de otra manera, al menos de momento. El sonido y la música son algo tan visceral que para mí requieren de un enfoque forzadamente holístico.
La multiplicidad es uno de los focos e ideas principales de Hi - Tech Tongue. Encontramos nueve artistas colaborando contigo en el EP y, aparte de ser unos cuantos, cada uno tiene su propio estilo e influencias. ¿Cómo fue encajar todos estos sonidos en el disco? ¿Resultó complicado en alguna ocasión ponerse de acuerdo acerca del sonido que se quería proyectar?
Tenía varios beats con un enfoque de mestizaje de ritmos en los que no predominaba la parte melódica, así que fui creando el puzzle con los combos de personas que me cuadraban y con las cuales tenía ganas de empezar a colaborar. En general fue un proceso muy rápido e impulsivo por mi parte porque las sesiones fueron rápidas.
El enfoque fue observar el primer impulso y la libertad de cada artista en su beat y mantener esa energía sin darle demasiadas vueltas. Al tener yo las bases ya creadas y más o menos estructuradas, no quise interferir demasiado en lo que quisieran decir o en cómo lo quisieran expresar, porque al final el disco va del lenguaje, la mezcla y la autopropulsión, así que más allá de poner prisa, todo se desenvolvió en algo mejor de lo que esperaba, un statement multilingüe, multidireccional y explosivo.
El enfoque fue observar el primer impulso y la libertad de cada artista en su beat y mantener esa energía sin darle demasiadas vueltas. Al tener yo las bases ya creadas y más o menos estructuradas, no quise interferir demasiado en lo que quisieran decir o en cómo lo quisieran expresar, porque al final el disco va del lenguaje, la mezcla y la autopropulsión, así que más allá de poner prisa, todo se desenvolvió en algo mejor de lo que esperaba, un statement multilingüe, multidireccional y explosivo.
¿Qué dirías que tiene Hi - Tech Tongue de diferente con respecto a los trabajos anteriores?
Un sonido mucho más duro, enfocado al baile y a una reflexión desde el arma sonora, y la primera vez que aparecen tantos featurings y que se muestra un contexto concreto de mi entorno más explícitamente.
“El sonido y la música son algo tan visceral que para mí requieren de un enfoque forzadamente holístico.”
El artwork es de Raymond Rojas, muy colorido y con mezclas de varios tonos, con un montón de formas y dibujos, algunos un poco abstractos. ¿Cómo se relacionas estos visuales con el sonido del álbum?
Le envié un carrete revelado que tengo de la única vez que he estado en Portugal, fotos únicamente de naturaleza de la isla de Madeira. Raymond hizo este collage explosivo y muy intensamente colorido que representa la explosión inminente que sugería la portada del single Enteros, diseñada también por Ray.
Es la primera vez que colaboras con XXIII, un sello discográfico portugués que persigue constantemente nuevas formas de comunicar y experimentar con nuevos sonidos. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos? ¿Dirías que tanto tu música como filosofía como artista se adaptan a XXIII?
Para este proyecto en concreto ha sido un buen match porque ellos están en constante exploración igual que yo, así que hemos puesto de ambas partes para que fuera un release con un impacto coherente con lo que representa. Estamos contentos de la cobertura y respuesta que ha habido, rindiendo homenaje a una Barcelona siempre efervescente.
En la última entrevista nos avanzaste un poco lo que ibas a presentar en la edición del Sónar 2019, donde te alejaste de la típica puesta en escena para conectar a más niveles con el espectador. ¿Cómo fue esa experiencia de conexión?
Muy bonita. Mi intención fue alejarme de los protocolos mercantiles que influyen demasiado en los formatos creativos y creo que conseguí crear un espacio de libertad y enfocado desde dentro, con la improvisación escénica como base y con un equipo de sueño.
Tus conciertos siempre intentan dar un giro a la típica puesta en escena para conectar a más niveles con el espectador y lograr una experiencia única. Has utilizado imágenes, danza y demás elementos escénicos sorprendentes. ¿Cómo te planteas, en estos tiempos de Covid-19, el futuro de tus actuaciones?
¡A ver! A seguir navegando. De momento solo estoy agradecido de que he podido tocar tanto yo como con Wesphere o Ikram Bouloum, y de poder seguir centrándome en la música desde todos los ángulos que se me aparecen.
Te hemos visto recientemente actuando en la edición online de Primavera Pro 2020, retransmitido desde la 2 de Apolo. ¿Cómo viviste el que no se pudiera realizar esa conexión directa con el espectador?
Más parecido a estar vibrando solo en casa, me puso triste no poder usar los subs de la sala (risas), pero fue sin duda una experiencia loca estar solo y con cámaras en ese espacio que he visto tantas veces lleno de gente.
Con cada nuevo lanzamiento innovas con sonidos diferentes, nuevas influencias y mezclas súper atrevidas, ¿alguna pista sobre con qué nos sorprenderás en próximos trabajos?
Hace poco me di cuenta de que la última canción de cada trabajo siempre da una pista de qué pasará luego. El camino se marca por sí solo y la premisa ha sido desde el principio explorar todo lo que pueda abarcar a nivel musical.