Pero, qué es exactamente The Running Republic y cómo trabaja todo el tema de la sostenibilidad. Paolo nos lo cuenta: “Lo más importante en cuanto a sostenibilidad es que nuestros tejidos provienen de materiales reciclados, es decir, nuestros tejidos provienen de residuos plásticos recolectados en el medio ambiente. Producimos de manera ética en Portugal con tejidos italianos y españoles, y tratamos de mantener la menor huella de carbono posible; al producir localmente no dejamos la huella de carbono del transporte desde Asia, por ejemplo. Y al utilizar materiales reciclados, nuestro proceso productivo supone una necesidad energética del 50% en comparación con el resto, y el 70% menos de emisiones de CO2 a lo largo del proceso productivo”. Pero hay más: “Para mantener nuestra huella de carbono lo más baja posible, por cada prenda que vendemos plantamos un árbol en Etiopía a través de una colaboración que tenemos con la ONG WeForest.
Paolo lanzó su marca gracias a un crowdfunding; de hecho, aunque la idea de crear una marca basada en la sostenibilidad le rondaba hace ya años por la cabeza, no fue hasta finales del año pasado que nació The Running Republic. “Nos planteamos el proyecto ya hace unos cuantos años, con el derrumbe del complejo industrial Rana Plaza en Bangladesh en 2013 y, sobre todo, por el creciente problema de la contaminación por plástico. Pero aunque sabíamos lo que queríamos en cuanto a sostenibilidad, no teníamos claro qué tipología de producto queríamos hacer, cómo proponer ese producto al mercado y, sobre todo, cómo dar al proyecto un enfoque mucho más empresarial. Entrar en Reimagine Textile nos ha ayudado a ir concretando todo. Por un lado, nos ha permitido acabar de afinar la propuesta de valor, nos ha ayudado a definir cuál era nuestro target y a llegar al consumidor. Y por otro, dar a todo el proceso y a todo el proyecto un enfoque mucho más técnico y mucho más empresarial”.