Cómo no recordar a Camarón cuando, muy humildemente, manifestaba que “la pureza no se puede perder nunca cuando uno la lleva dentro de verdad”. El esperado primer álbum de estudio de Queralt Lahoz, llamado Pureza, es en parte hijo de estas palabras, pero bien podría haber sido bautizado bajo el título de Versátil. Lahoz hace un ejercicio musical único, que ignora la diferenciación entre géneros. Se posiciona así como una de las grandes promesas para los próximos años, confirmando el talento que nos dejaba ver en su primer EP, 1917.
Ya habíamos tenido el privilegio de escuchar Tu Boca, Si la luna quiere y Dame doblones, sencillos con los que ya intuíamos la bomba que estaba a punto de explotar. Las letras de Pureza relucen por tintes actuales en combinación con la poética de la óptica gitana, con un imaginario casi lorquiano compartido con tantos grandes cantaores y letristas flamencos.

La artista siente pasión hacia la tradición, pero es capaz de trabajar también aquella herencia cultural que le es ajena. Desde Barcelona a La Habana, compone como si se tratara de una viajera en el tiempo que transcurre indistintamente entre pasado y futuro. Así lo demuestra a través del son De la cueva a los olivos, donde narra la amarga travesía que atravesó su abuela desde las cuevas habitadas de Granada al barrio de Les Oliveres de Santa Coloma de Gramanet.

Pero reivindicar las raíces obliga a saber hacer una puesta en valor de las mismas en el panorama contemporáneo. Por eso Lahoz no acaba ahí. Al escuchar canciones como Con Poco, somos testigos de las reminiscencias del legado de voces femeninas tan potentes como Mala Rodríguez y el resto de las mujeres que la inspiran.

Es el extraordinario talento musical de Lahoz, en combinación con su expresividad única, lo que la hace resplandecer ante todo el panorama actual. Un brillo que ciega a todo quien se cruce con ella. Algunos lo llamarían nacer con estrella, ella lo llama pureza.
El concepto de pureza viene intrínsecamente relacionado con el del alma, con la esencia espiritual. ¿Cómo definirías el alma de la música de Queralt Lahoz? ¿Cómo cuidas tu autenticidad?
El alma de mi música es transparente, diría yo, abarca diferentes sonidos y mensajes, así como soy yo en la vida. Las personas no somos inmutables, vamos cambiando y debemos ser sinceras con ello, así es como se plasma en mis canciones.
Lo de la autenticidad me sale solo, pero intento no perderme en banalidades. Por ejemplo, me rodeo de personas humildes, no dejo de valorar las simples cosas y de mantenerme al día de lo que sucede en el mundo; todo eso me hace aproximarme a la realidad. Parece una tontería, pero es muy necesario saber qué pasa en tu ciudad, porque ahí es donde conectas con las historias más humanas.
Uno de los motivos por los que más te planteaste no dedicarte profesionalmente a la música era la subordinación de los artistas al marketing. ¿Qué piensas de ello ahora? ¿Ha cambiado tu visión?
Esto lo pensaba justo en esa era de ‘lo real no es comercial’, con 20 años. 5 años más tarde ya no piensas lo mismo porque evolucionas, maduras, y te das cuenta de que ser comercial no es malo, que tu música puede venderse porque es tuya y que no se tiene que tener miedo a que algo funcione. Eso no te hace menos real.
La historia es mantener tu criterio y el límite entre lo que tú quieres y lo que quiere la industria de ti. Nada de lo que hagas puede ser impostado. Nada debería estar en duda cuando haces algo tuyo, de no ser así estás forzando un producto de marketing. Ese no es mi método.
El teaser de Pureza incluye las palabras de Mercedes Sosa y Lola Flores, artistas que, como tú, eran conscientes de la potencia de su femineidad. Se puede intuir por tus letras también que tu genealogía la conforman mujeres muy fuertes y sacrificadas. ¿Cómo crees que se plasma eso en tu música?
Las mujeres de mi hogar son de clase trabajadora y todo lo que han conseguido ha sido a base de esfuerzo y ahorro. Gracias a sus enseñanzas valoro lo que tengo y lo que consigo, cada meta y cada logro. Me siento muy orgullosa de todas ellas, por eso las canto y les escribo. Son mis mayores referentes.
“Una mare no se encuentra y a ti te encontré en la calle.” Dice así el estribillo de Como Puñalá, uno de tus primeros sencillos, haciendo referencia al romance de Pepe Pinto. Ahora, para Pureza le dedicas Tu Boca a tu sobrino y De la cueva a los olivos al proceso migratorio de tu abuela. ¿Qué representa para ti la familia?
No pensé realmente en Pepe Pinto cuando escribí esta canción, luego me di cuenta de que estaba ahí la referencia, como si se hubiese guardado en un cajón de mi memoria. La familia es lo más importante, le doy mucho valor a ello. Es el núcleo que te cuida, te protege, te enseña… lo es todo para mí. Soy de las que llama todos los días a su madre (o todos los días que el trabajo me lo permite). No por obligación sino por amor, porque me nace.
Llama la atención la multiplicidad etnográfica de tu sonido en combinación con la importantísima presencia de tus raíces. De la Cueva a los olivos, por ejemplo, es un son. ¿Qué influencias musicales crees que has recibido por criarte en Barcelona, y cuáles crees que se deben a tu barrio en concreto?
Una ciudad como Barcelona ofrece muchas opciones culturales. Poco a poco eso se ha ido reduciendo porque parece que las nuevas normativas actúan como guillotina. Tener acceso a estos eventos en su momento ha hecho que me rodeara de personas de diferentes lugares, de diferentes músicas, y me ha dado amigos de muchos sitios con los que aprendes, compartes y de los que adquieres nuevas costumbres.
En mi barrio ha pasado lo mismo. Yo estuve 2 años cuidando a mis vecinos argentinos, ahí se aprende y se pegan muchas cosas. También tengo amigos cubanos, venezolanos, quiero decir…cuando compartes tanta música y cultura también adaptamos gran parte de ella a lo nuestro.
Recuerdo ponerme los volantes creyéndome Celia Cruz cuando tenía 8 años (risas). Me encantaba.
También disfruto de Armando Manzanero, Gloria Estefan, Ricky Martin, Luis Miguel, Thalía… Artistas latinos con los que una crece. Te compras sus discos y sientes que hay algo que vibra en ti y ahí da igual de donde seas. Mira los japoneses, a veces cantan y bailan mejor que los españoles. El sentimiento no entiende de fronteras.
Una de las canciones más fuertes y que más prometen en directo es Tiroteo. En la percusión de esa canción, las palmas parecen ejercer simbólicamente el sonido de las balas. ¿Podrías contarnos algún detalle más de este estilo poético que a descubrir en Pureza?
Me gusta que pienses así, es genial que te fijes en esos detalles. Algunos de ellos se crean en mi imaginación. Siempre digo que cuando compongo o escribo veo cuadros y colores que crean formas sobre lo que estoy explicando, y me gusta que de alguna forma que también se dibuje en la melodía o sonidos que utilizamos. Por ejemplo, en los golpes de “los recuerdos son como alfileres que se clavan y hieren…” de la canción Si la luna quiere, veía todos esos procesos lunares en esos acentos, como si en un círculo fueran apareciendo.
Hay varios detalles de este tipo en el disco, pero supongo que lo más poético son las letras, si las lees puedes descubrir muchas cosas que se esconden en ellas.
Disfrutas mucho de juntar instrumentación pura, como vientos o flautas traveseras, con elementos menos ortodoxos como sintetizadores o pads. Ejemplo de ello la flauta travesera de Niña de fuego de Manolo Caracol en Con Poco, la cual es muy probablemente la canción más urbana del álbum. ¿La ‘pureza’ musical implica el uso de instrumentación pura?
De primeras todas diríamos que sí, ¿no? Todo lo que conocemos como puro ‘musicalmente hablando’ viene de lo orgánico, y ya no te quieras imaginar lo que piensa un ortodoxo de este arte. También es cierto que muchos de los músicos actuales que están experimentando con tradición y electrónica me parecen más puros que algunos únicamente trabajan instrumentos.
Es cierto que la utilización de estos se aproxima a la raíz a la que queremos hacer referencia, pero quizás con tan solo a través de un buen canto se puede hacer pura una base excepcionalmente electrónica. La cuestión es jugar bien los elementos que quieres utilizar. La pureza va más allá que todo lo que nos han repetido siempre. La pureza va en el mensaje, en la verdad que se ofrece, en el corazón que se le pone.
“La pureza va más allá que todo lo que nos han repetido siempre. La pureza va en el mensaje, en la verdad que se ofrece, en el corazón que se le pone.”
Has sido muy aclamada por la prensa especializada desde siempre. No obstante, aún queda camino para alcanzar los mismos números que un artista de discográficas multinacionales. ¿Sientes que el público general está preparado para tu propuesta?
¡Seguro que sí! Poco a poco vamos haciendo camino. Es cierto que mi propuesta no es del todo común, y la gente tienda a comparar y a pensar que todo se reduce a encasillarte dentro de un estilo.
La gente suele querer propuestas que vayan en una única dirección o incluso propuestas simples. Ninguno de los dos es mi caso. Poco a poco lo irán entendiendo y comprenderán el conjunto. El público es inteligente, sabe lo que quiere y no hay que subestimarlo. Para escuchar mi música debes tener la mente abierta y tienes que ser sensible.
¿Consideras que está ocurriendo un resurgir del flamenco dentro del panorama español contemporáneo? Y en esta misma línea, ¿qué me puedes contar de tu colaboración con Califato 3/4 para su último álbum?
Siento que esto lleva pasando muchos años, no es nada nuevo, sólo que ahora le estamos haciendo caso. Más que hacer flamenco contemporáneo es que utilizamos códigos del flamenco, cadencias andaluzas. Hacer flamenco es algo muy profundo, es algo muy serio y eso hay que dejárselo a las y los cantaores, músicos y bailaores que se dedican únicamente a este campo.
Sobre Califato 3/4, fue algo muy natural, ambos habíamos escuchado nuestros trabajos y nos seguíamos. Nos conocimos en un concierto de La Mercè, en la cárcel de La Modelo. Coincidimos en el escenario y ahí me dijeron que me querían proponer algo. Un día me llamó Curro para escribir el tema, siendo esta la canción con la que concluían el proceso de creación de La Contraçeña, y en una semana tuve que escribir todo, grabarla y hacer las melodías de las voces. La verdad que la canción Tó ba a çalîh bien mamá ha quedado preciosa y me encanta trabajar con ellos, los quiero mucho ya.
En tus conciertos proyectas un documental en el cual narras en voz en off tus pasos para la creación de Pureza. También hemos mencionado ya el teaser. Es fácil darse cuenta de que disfrutas del formato audiovisual. ¿Qué es lo que aporta y por qué es importante para ti?
Es una forma diferente de narrar lo que quieres mostrar, juegan otros elementos. Cuando hago vídeos muestro otra parte que en las letras no quiero mostrar de forma evidente. Como si leyeras un poema de dos formas diferentes.
De cara a los shows, has comunicado alguna vez tu pasión por el directo y por aportarle una magia diferente a cada uno de ellos. ¿Tienes algo especial reservado para la gira?
Siempre intento cantar y formar arreglos que no puedes escuchar en el disco, transiciones; hacer más grande el show. Crear algo que no puedes palpar de otra manera que no sea únicamente yendo al directo. Para mí el disco es la película y el directo es el teatro, porque ves al artista con todo. Volver a pisar fuerte los escenarios es lo que más ansío de cara al próximo año.
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