Desde pequeña, el mundo de Laia Sabaté se ha ido llenado de creatividad, arte y fotografía –sobre todo gracias a su padre. Ahora, sus imágenes muestran su parte más íntima, caracterizadas por la naturalidad, los colores pastel, el formato analógico, las luces espontáneas y los momentos intuitivos. La artista afirma que tiene un interés en inmortalizar todo lo que vive “para poder revivirlo en algún momento a través de las fotos”. Hoy repasamos con ella algunos de estos momentos y personas que celebra a través de su lente.
Un Grado de Fotografía, un Postgrado de creación contemporánea, un Máster de Desarrollo de Proyectos, Historia del Arte, etc. ¡Parece que nunca acaba! Lo que está claro es que todos están relacionados con la creatividad y la imagen. ¿Cuándo supiste que te dedicarías a esto?
Pues supongo que esto sale de una manera muy intuitiva, casi sin darte cuenta. Desde pequeña he estado muy influenciada por todo lo que hace mi padre (restaura muebles, dibuja, etc.) y supongo que ha sido su culpa que yo me dedique a todo esto a día de hoy.
Hay quien defiende que las escuelas de arte cortan a todos los estudiantes en el mismo patrón. Y a día de hoy, donde impera el sistema de los títulos, parece que para ser artista hay que haberse graduado/licenciado en Bellas Artes. Tras tus múltiples formaciones en varios sitios tienes una mirada poliédrica sobre el tema imagino. ¿Cómo valoras la educación artística y en qué crees que te ha ayudado? ¿Hay algo que criticarías?
Puf, tema complicado de abordar…Valoro la formación que he recibido, obviamente. Me ha dado herramientas y he conocido a gente que me ha abierto muchas puertas, pero creo que hay veces que se convierte más en un negocio que otra cosa. Y aún más en el tema de la formación artística, donde parece que los alumnos estemos obligados a ser ricos (o a proceder de familias millonarias) para poder pagar las matrículas.
He estado en escuelas de renombre donde he sentido que era una cliente más, pagando la cuota como si fuera un gimnasio. En cambio, tengo muy buen recuerdo de una escuela pequeñita de Madrid donde estudié el máster. Se llamaba BlankPaper (desapareció hace justo un año…) y fue increíble estudiar un año allí. Descubrí muchísimas cosas de otros lenguajes creativos y me abrieron la mente a otro nivel.
Dices que desde pequeña has estado rodeada de cámaras. ¿En algún momento te planteaste no seguir el curso de tu familia y dedicarte a otra cosa que no tuviera relación con la fotografía?
Mi padre fue el que me introdujo en este mundillo casi sin saberlo. Empecé a usar sus cámaras y a partir de allí ya todo fue fluyendo. Es divertido porque mi madre, que es Catedrática en Química Analítica, es la que más me empujó a elegir la universidad para estudiar y seguir en este camino más creativo. A mi padre le daba más miedo, sabe que es difícil dedicarse a esto y estaba un poco más preocupado por mi futuro –aunque ahora está encantado y me ayuda siempre.
¿Qué te aporta o te hace sentir la fotografía principalmente?
Pues no sé, forma parte de mi día a día desde hace muchos años. Hago fotos a casi todo (desde cosas muy banales hasta los momentos más íntimos e importantes de mi vida) aunque enseño poco lo que disparo.
Laia Sabate5 (1).jpg
Tu estilo es muy natural, “como si fuera un libro de recuerdos convertidos en imágenes”, como dijiste en otra entrevista ¿Usas la fotografía como medio para unir el pasado con el presente?
Supongo que sí, que hay un interés en querer inmortalizar todo lo que vivo para poder revivirlo en algún momento a través de las fotos. Pero no me he planteado nunca esto de hacer fotos para unir el pasado con el presente (aunque tiene bastante lógica; cualquier fotografía es un pedacito de pasado congelado en el tiempo).
También destacas por la variedad de contenido. ¿Fotografías todo lo que te pasa por delante, desde amigos hasta paisajes, para conservarlo en tu memoria?
Fotografío cualquier cosa que me parezca interesante ya sea por la luz, el momento, etc.
La luz y los colores también predominan en tus fotos. ¿Por qué esa elección de azules, amarillos, verdes y rosas pastel ante el contraste de un blanco y negro?
Soy un poco naíf y me atraen estos colores que están muy asociados a los niños pequeños.
¿Qué despierta tu interés para seguir capturando todo aquello que te rodea? ¿De dónde salen tu inspiración y creatividad?
Mi entorno más próximo es mi mayor inspiración; mis amigos, mi familia, etc. La belleza de las cosas sencillas y de verdad.
La mayoría de tus fotografías reflejan la instantaneidad del momento. ¿Cómo plasmas y expresas esas ideas tan intuitivas? ¿Te conformas con cualquier cosa, por ejemplo, un teléfono móvil, o necesitas tu cámara para poder disparar?
Me siento mucho más a gusto disparando con mis cámaras pero es verdad que la cámara del móvil es una buena alternativa cuando estoy sin las cámaras cerca.
Laia Sabate8 (1).jpg
Relacionado un poco con la pregunta anterior, gran parte de tus fotografías están hechas con una cámara analógica. ¿Podrías explicarnos a qué es debido esa afición por el carrete? ¿Qué otras técnicas utilizas para conseguir este resultado tan íntimo y personal?
Sí, la mayor parte de las veces uso mis cámaras de 35 o 120mm. Aprendí a sacar fotos de esta manera y me es muy, muy, muy difícil seguir disparando mi día a día con una cámara digital. A día de hoy aún no lo he conseguido. Es más, me robaron la cámara digital hace casi un año (con todas las ópticas y artilugios varios) en un rodaje mientras estaba trabajando y no me he vuelto a comprar una. Ni creo que lo vaya a hacer a corto plazo. No me hace nada de ilusión. Cuando tengo que trabajar en formato digital alquilo el material que necesito y listo.
No solo creas contenido únicamente para ti, sino también para marcas o medios. Has colaborado con Blackie Books, Lamono Magazine, o el diseñador Oscar Prim. Y aun así, consigues que todas encajen a la perfección con su línea, sin esconder tu identidad. ¿Qué preferencias tienes a la hora de escoger un trabajo?
Normalmente, si una marca quiere trabajar contigo es porque quiere que seas fiel a tu estilo para trabajar para su proyecto. Esto me agrada porque normalmente me siento muy cómoda con lo que hago y los resultados suelen ser satisfactorios para todos.
Además de tu trabajo personal, te has juntado con Yosigo y Salva López para seguir con el proyecto de Have a Nice Book. ¿Podrías explicar cómo surgió la idea y en qué momento te involucraste para formar parte de ella?
Uy, Have a Nice Book está un poco parado y esto nos da mucha pena. Es cierto que empecé a trabajar con Salva y con Yosigo hace tres años exclusivamente para este precioso proyecto sobre libros de fotografía, pero la cantidad de trabajo de cada uno de nosotros nos ha hecho dejar un poco de lado Have a Nice Book. Estoy segura que encontraremos la manera de seguir con esto pero por ahora no es nuestra prioridad.
¿Qué proyectos de futuro tienes en mente? ¿Todas tus ideas están relacionadas con la fotografía o también te centras en otros ámbitos?
Pues seguir currando como ahora. Estoy en un punto muy guay donde estoy creciendo muchísimo como fotógrafa y trabajando con gente de la que aprendo mucho. Y como proyecto de futuro inmediato… terminar la segunda carrera que estoy cursando, Historia del Arte. Cada vez se me está haciendo más difícil compaginar estudios con trabajo. Aunque es una carrera preciosa de la que disfruto y aprendo mucho.
Laia Sabate3.jpg
Laia Sabate  .jpg
Laia Sabate8.jpg
Laia Sabate2.jpg
Laia Sabate1.jpg
Laia Sabate5.jpg
Laia Sabate6 (1).jpg
Laia Sabate6.jpg
Laia Sabate7.jpg
Laia Sabate4.jpg
Laia Sabate9.jpg
Laia Sabate0.jpg