“A veces escribes y salen temas, y luego te da como cringe de ti misma”, comenta abiertamente Tell, a la vez que reconoce a César Manrique como uno de sus máximos referentes. Y es que el pintor y escultor lanzaroteño posicionó a Canarias en el mapa internacionalmente, a la vez que descubría la belleza de su tierra natal. Algo similar a lo que ahora experimenta la joven artista, para quien 2020 ha supuesto un punto de inflexión en su carrera. Aún sorprendida con la capacidad de adaptación del ser humano derivada de la pandemia mundial, la honestidad y alegría con la que se expresa evidencia la ilusión de aquel que emprende un proyecto con el que lleva años soñando. Pero no se desvincula del plano terrenal en ningún momento, siempre conectado a los obstáculos que abrirse camino en el panorama musical conlleva. “Quiero elegir bien cuáles encajan en el concepto en el que estoy trabajando, y en la elección final de todas veré el resultado”, nos explica sobre los singles que formarán parte de su segundo álbum, que promete ver la luz muy pronto.
Como actriz ha participado en series como Hierro y 45 revoluciones, su trayectoria le ha enseñador a conectar con el público y a ser consciente de que las industrias creativas, muchas veces presentadas como un terreno utópico envuelto de purpurina, gozan de problemas como cualquier otro sector. Desde las dificultades en la financiación de un EP hasta los retrasos en los lanzamientos previstos, Tell hace de la confianza en sí misma su mejor antídoto. “Te das cuenta de que la inseguridad significa tener el ego muy grande, estar demasiado pendiente de ti mismo. Y saber esto me ha ayudado mucho, a nadie le importa”. Ahora ultima los detalles del que será su primer concierto en Madrid, previsto para el 20 de mayo en el Teatro Nuevo Alcalá. “Presentaré 135 además de temitas nuevos”, adelanta.