Hadren saca a pasear su alter ego, Azul, un ente oscuro y aterrador que se posa de noche en su cama cuando sufre parálisis del sueño. Haciendo de tripas corazón –o de pesadillas canciones– el artista construye su propio universo en torno a sonidos vanguardistas, eléctricos y futuristas que guían al oyente, como si de un viaje fantástico se tratase, por los rincones –o callejones sin salida– más oscuros de la mente.