“Llevamos una vida tan ajetreada que es por la noche cuando haces balance del día y te sientes más vulnerable, cuando todo afecta más. Los problemas de noche se sienten el triple de grandes”, nos comenta el artista canario Cruz Cafuné.
Después de vivir en la península durante dos años, regresó a sus islas natales, las Canarias. Durante ese verano se dedicó a meditar y a hacer todo eso que extrañaba: beber algo y hablar con sus amigos mientras el cielo lleno de estrellas se extendía encima de él. Justamente esta es la chispa que prendió el fuego de su nuevo trabajo, Moonlight922. A partir de julio de 2019, empezó a publicar un single en cada luna llena, pues estas canciones están hechas para escuchar de noche y en un ambiente íntimo. Hablamos con él de esto y mucho más.
Cafuné en portugués significa ‘acariciar’. ¿De ahí viene tu nombre artístico?
Tal cual. Soy un suavón.
Vienes del colectivo canario BNMP (Broken Niños Make Pesos). Las islas siempre han producido mucho talento ¿crees que hay suficientes ayudas? ¿Es difícil llegar a la Península?
El Gobierno de Canarias da ayudas pero siempre a los mismos. No sé muy bien qué trama tienen montada, pero solo apoyan agrupaciones de folclore como una herramienta propagandística –dicen ser nacionalistas y apoyar el talento isleño, pero yo al menos no lo he visto. Pedimos una ayuda para asistir al SXSW y nos la denegaron sin motivos, tienen menos luces que una lancha de hachís. Tengo fe en que el nuevo gobierno cambie el timón de las cosas después de veintiséis años de hegemonía del anterior partido político.
Cuando Broke Niños Make Pesos (‘broke’, no ‘broken’; slang para tiesos, sin un duro) comenzamos con el proyecto, nos mudamos a la península con la falsa promesa de hacer networking y dar a conocer nuestra música a más gente. Y digo falsa porque todas las oportunidades que nos llegaron fueron a través de internet. La música hispanohablante es un mercado gigante que no se reduce solo a la península y al que se accede a través del social media, no estando en fiestas o en afters. El dinero que nos gastamos en alquiler durante ese período podríamos haberlo empleado en una agencia de PR y hubiéramos logrado mejores resultados.
Cuando Broke Niños Make Pesos (‘broke’, no ‘broken’; slang para tiesos, sin un duro) comenzamos con el proyecto, nos mudamos a la península con la falsa promesa de hacer networking y dar a conocer nuestra música a más gente. Y digo falsa porque todas las oportunidades que nos llegaron fueron a través de internet. La música hispanohablante es un mercado gigante que no se reduce solo a la península y al que se accede a través del social media, no estando en fiestas o en afters. El dinero que nos gastamos en alquiler durante ese período podríamos haberlo empleado en una agencia de PR y hubiéramos logrado mejores resultados.
O sea que no os hubiese hecho falta mudarse…
Es complicado hacerse un hueco desde las islas, eso es innegable. Nosotros generamos un tímido buzz en internet en un momento en el que ser músico/youtuber generaba tráfico y atención, los medios estaban empezando a usar la palabra ‘trap’ y una boyband de cuatro niños canarios era interesante y mono para un artículo. Trabajamos duro en el sitio adecuado en el momento adecuado, fue una conjunción de ambas cosas, pero admito que hay mucha gente talentosa en las islas que no recibe la atención que merece. Si en algún momento con mi trabajo puedo crear la infraestructura para lanzar a artistas de mis islas, me encantaría hacerlo, es un proyecto que tengo en el fondo del coco.
Me imagino que el 2019 ha sido un año importante para ti. Con Contando lunares, la canción con Don Patricio, llegasteis al nº1 de las listas españolas. ¿Cómo surgió esta colaboración? ¿En qué ha influido este éxito en tu carrera?
Conozco a Patricio desde hace tres o cuatro años. Él es integrante de Locoplaya, otro colectivo canario de música urbana, y linkamos entonces por eso, por ser unos frikis de la música. Él estaba preparando su álbum en octubre del 2018 y me pasó una demo de la canción por si me gustaba y me animaba a lanzar un verso. Quitamos su primer verso, grabé el mío, y el resto es historia. Curiosamente nos pasó el álbum antes de que saliera y no fue la canción que más nos gustaba, vibrábamos más con Enchochado de ti, pero se ve que la gente conectó con ella.
Acabas de estrenar tu último trabajo, Moonlight922, un mixtape de trece piezas inspirado en la noche y en la luna. Hay múltiples referencias a ella en varias canciones. ¿Sentías la necesidad de dedicarle un álbum a la luna? ¿Siempre has sentido una conexión especial, o surgió a través de alguna experiencia personal?
Estuve dos años viviendo en la península y cuando volví cogí perspectiva de todo lo que estaba haciendo. Sentí que no me había parado a dar un paso atrás y meditar un poco. Estuve casi un año sin sacar música, desde julio del 2018 a julio del 2019. Por eso, sin contar las colaboraciones en las que aparecí. Cuando me mudé de vuelta a Tenerife volví a hacer lo que hacía con mis amigos antes de irme, que es ir de noche a miradores simplemente a hablar, beber algo, pasar tiempo.
El silencio, ver las estrellas –no sabía lo complicado que es ver las estrellas en una ciudad–, conducir de noche, revisitar algunos discos… me metí en un mood en el que me sentía vulnerable, de vuelta a casa. Fue un poco reencontrarme conmigo mismo y no se me ocurrió mejor manera que equipararlo a la intimidad de la noche. También hay algo de superstición en el fondo, no voy a mentirte, pero la chispa inicial fue esa, el verano que volví.
El silencio, ver las estrellas –no sabía lo complicado que es ver las estrellas en una ciudad–, conducir de noche, revisitar algunos discos… me metí en un mood en el que me sentía vulnerable, de vuelta a casa. Fue un poco reencontrarme conmigo mismo y no se me ocurrió mejor manera que equipararlo a la intimidad de la noche. También hay algo de superstición en el fondo, no voy a mentirte, pero la chispa inicial fue esa, el verano que volví.
En 2018 publicaste tu primer disco, Maracucho bueno muere chiquito, que aunque no te gusta llamarlo disco conceptual, tiene una historia detrás. ¿Por qué en esta ocasión has decidido sacar un mixtape?
Todas las canciones siguen una línea, un sonido, un mood, pero el proceso creativo fue más visceral, más ‘me siento así, vamos al estudio a hacer algo’. Al final del camino me parecía lógico aglutinar las mejores canciones de ese proceso en un trabajo. No me malinterpretes, creo que la mixtape está bien curada, incluso descartamos uno de los singles que ya había salido por darle más cohesión al tracklist, pero en MBMC el enfoque fue otro, en ese caso fue más ‘quiero contar esta historia, ¿cómo vamos a darle ritmo? ¿Cómo hacemos que se entienda?’ En Moonlight922 hice lo que sentía y ya.
A partir de julio de 2019 empezaste a publicar un single cada 28 noches, coincidiendo con las fases del calendario lunar. Si la luna mueve mareas, y nosotros somos 70% agua, no es muy difícil pensar que también nos influye el ciclo lunar. ¿Qué opinas tú? ¿Cómo surgió esta idea?
No hay evidencias científicas de ello, pero yo creo que sí. Probablemente sea sugestión, claro. Pero en luna llena estoy más emocional y tengo la piel más fina.
¿Has notado alguna reacción especial en la publicación de tus singles?
No puedo decirte que la gente haya conectado más con la música por sacarla haciendo coincidir con ella, pero para mí tiene un puntito de romanticismo pensar que sí.
En el mixtape hay varias colaboraciones como con Alba Reche, Abhir Hathi o el londinense 4Flex. ¿Por qué escogiste a estos artistas y qué crees que aporta cada uno a tu sonido?
Lo mejor de la música es viajar y conocer gente con la misma pasión por ella que tú y con la que compartir inquietudes. Tengo mil colegas con los que me encantaría hacer colaboraciones, pero en trabajos largos no me gusta meter nombres por meter nombres, por ganar atención. Al contrario, me gusta contar con gente a la que admiro y que creo que encajan en el mood del álbum y que van a sumar sin verse forzados en un tracklist solo para mejorar el rollout del álbum. Ves todos los nombres de seguido que colaboran en la mixtape y piensas, ‘por la cara’, no tienen nada que ver unos con los otros, pero creo que cuando la escuchas, todas las piezas encajan en su sitio.
Uno de tus ídolos es Tupac, ¿cuáles otros artistas han marcado tu estilo musical?
Muchísimos, creo que he tenido etapas en las que me he metido más en un sonido u otro, y cuando he pasado a otra movida siempre me he llevado algo positivo de ellos. No puedo hablarte de artistas sino de escenas o álbumes concretos. De entre todo creo que el futurebass de Soulection me marcó mucho en su momento, estuve de friki de LA/Bay Area hasta hace un año y medio, el tándem Toronto-UK me encanta y es lo que más estoy escuchando ahora mismo; no sabría decirte.
De todos modos, Tupac me encanta como figura pública y cómo comunicó lo que él quería lograr en la comunidad afroamericana, cómo se convirtió en un líder político y hasta espiritual, pero su música no es mi cabecera. Lo respeto mucho como líder. Me gusta mucho su música, pero no lo metería en mi top cinco de influencias –aunque sí de role models.
De todos modos, Tupac me encanta como figura pública y cómo comunicó lo que él quería lograr en la comunidad afroamericana, cómo se convirtió en un líder político y hasta espiritual, pero su música no es mi cabecera. Lo respeto mucho como líder. Me gusta mucho su música, pero no lo metería en mi top cinco de influencias –aunque sí de role models.
Muchas de las canciones también hablan de las amistades, y las falsas amistades. “Nadie me checkea cuando estoy mal, algo va mal en mi celular, parece que me quedé sin megas”, es un verso de Cuando estoy mal. Durante 48h, el track solo se podía escuchar de noche. ¿Tal vez es porque estos pensamientos siempre nos vienen entonces, el día los esconde, y por la noche vuelven a nosotros?
Justo. Lo hicimos para potenciar un poco y darle la atención que merecía al hecho de que fueran canciones para escuchar de noche o en un ambiente íntimo. Llevamos una vida tan ajetreada que es por la noche cuando haces balance del día y te sientes más vulnerable, cuando todo afecta más. Los problemas de noche se sienten el triple de grandes.
Has dicho en otras ocasiones que el amor es una de las cosas por las que la gente se mueve, además del dinero y del miedo. En este caso muchos de los lyrics hablan de desamor. ¿El desamor es igual de poderoso que el amor?
Sí, claro, el desamor es amor. Otro tema son las actitudes de dependencia, celos, autosabotaje y autodestrucción con las que en occidente intentamos superarlo –cogerte un pedo para ‘olvidar’–, que eso es la parte chunga de todo el proceso. Pero aprender a dejar ir y saber cerrar capítulos es parte del amor, es parte de la experiencia.
Está claro que la industria musical ha cambiado mucho con la llegada de plataformas como Spotify o Youtube, pues ahora es mucho más fácil llegar a más gente. Has dicho que tú quieres ser urbano y mainstream al mismo tiempo, ¿a qué te refieres con esto?
Lil Nas X rapea en Old Town Road, Drake rapea en Gods Plan, Roddy Rich rapea en The Box… Siento que muchos artistas (entre los que me incluyo), las veces que han/hemos intentado hacer una canción para un público más amplio, ya sea por presiones autoimpuestas o de la label, se elige un blueprint de un super hit que ya ha funcionado en lugar de hacer lo que siempre haces. No sé si me explico. Obviamente comparar el mercado estadounidense con el hispanohablante o con el español es un error, pero me encantaría ser un rapero que hace pop y no ser un artista pop que rapea.
Por último, después de la publicación de este mixtape, ¿qué viene ahora? ¿Tienes planes de tour, por ejemplo?
Tour durante primavera, festivales en verano y seguir.