La intuición guió sus inicios, inicios que, con el paso del tiempo y de los carretes, se han concretado en un conjunto de imágenes con unos colores y unas texturas inconfundibles. Su particular forma de mirar le ha valido para atraer a multitud de admiradores de su trabajo y, aunque sus fotografías han ido mucho más allá de su círculo cercano, la esencia de aquellos primeros disparos prevalece: la búsqueda de “una mirada expresiva, con una expresión verdadera”.