Galaxia La Perla es una artista multisdisciplinaria e impulsora de la escena ballroom en Madrid. En los últimos años se ha encargado de crear espacios decoloniales, espacios que son, en su mayoría, gratuitos y de carácter pedagógico. La artista reivindica la descapitalización y decolonización de la escena ballroom, visibilizando su historia y cultura desde la perspectiva de las personas queer, trans y racializadas: “Nuestras vidas, las de las personas racializadas-trans-queer, siempre han sido estudiadas, registradas, exotizadas y explotadas por la visión blanca, y es hora de que seamos nosotrxs mismxs con nuestras propias voces y cuerpxs quienes generemos nuestro archivo”.
 
Galaxia no solo es una bailarina y artista asombrosa, sino también una activista que lucha por recuperar la esencia antirracista de la cultura ballroom, divulgando y creando espacios de fácil accesibilidad para las personas pobres, migrantes y LGTBIQ+, y principalmente lo hace a través de Snap Bitch!, una plataforma que monta eventos impulsados generalmente por gente racializada de la escena ballroom.
¿Cuándo y cómo comenzaste en la escena Ballroom? ¿Qué te inspiró a querer formar parte de esta cultura?  
Al igual que mucha gente, conocí ballroom a partir del voguing cuando vi al grupo Vogue Evolution participar en el reality America’s Best Dance Crew. Desde entonces comencé mi investigación del voguing y la cultura ballroom a través de vídeos en YouTube.
Hacia el 2016 empecé a ir a clases de Voguing, pero no fue hasta el 2018 que entendí ballroom como el lugar político que es en realidad. Gracias a que entré en contacto con Iki Yos Piña Narváez y el Colectivo Ayllu, pude entender el valor original de ballroom y sentí que una cuerpa como la mía podía y necesitaba formar parte de este comunidad. Ballroom fue creado por y para gente negra y marrona trans y queer, y siento que ese es el mensaje más potente que carga esta comunidad, al margen de cómo funcione hoy en día. Esto fue sin duda lo que más me inspiró a querer formar parte de ballroom junto con el voguing que también ayudó a entender mi cuerpa y mi femininidad.  
Eres una artista multidisciplinaria, ¿cómo definirías tu estilo artístico? ¿Y cuál es tu estilo de voguing favorito? 
Me cuesta decir cuál es mi estilo en cuanto a disciplina artística ya que toco distintas ramas que conozco o que me interesan como las artes plásticas, escénicas, visuales y de la estética. Intento siempre crear y aprender algo nuevo aprovechando mi background de artista de Bellas Artes, de profesora y de miembro de la comunidad ballroom. Aunque no tenga un estilo definido, algo que sí se mantiene en mi obra desde hace años es que trabajo, siempre que es posible, solo con gente racializada y LGTBIQ+ como acto decolonizador y sanador.
He de admitir que voguing es mi categoría favorita y si tuviera que elegir un estilo favorito simplemente diría Old School Voguing. No es un estilo en particular pero hace referencia a cómo se bailaba el voguing en sus orígenes. Amo la manera en la que las poses, la presencia, la femininidad de las femme queens, la gracia y la elegancia lo son todo. Puedes ver vídeos de Alloura, Daesja LaPerla, Meeka Prodigy, Willi Ninja, Sinia… y son completamente atemporales, ya que mantienen la esencia del voguing en su performance.  
El estilo del voguing ha ido evolucionando constantemente desde su internacionalización, ¿cómo dirías que se ha adaptado a sus particularidades la escena española?  
Honestamente, hay que tener en cuenta que voguing hoy en día es un producto víctima del capitalismo y la apropiación cultural. Entendiendo esto, veo que, en España, al igual que en muchos otros países fuera de Estados Unidos, se ha mantenido por mucho tiempo una enseñanza del voguing principalmente académica y capitalista, es decir, que para aprender voguing tenías/tienes que pagar clases y eso te convierte de alguna manera en parte de la cultura ballroom. El voguing, al igual que ballroom en general, no empieza a existir en España hasta que entra la gente trans/queer negra y marrona. Al menos es como yo concibo la realidad del voguing y ballroom en España teniendo en cuenta los orígenes de estas. 
Has organizado diferentes Kiki Balls e incluso formado tu propia familia, Kiki House Of Sumac, ¿recuerdas cómo te sentiste al participar en tu primera Kiki? 
No tengo buenos recuerdos de la primera vez que participé en una Kiki Ball, me sentí forzada a participar para cumplir las fantasías de la organizadora de esos eventos por aquel entonces. Sin embargo, organizar mi primera Kiki Ball sí que fue una experiencia más divertida, y quiero seguir haciéndolo ya que expreso mi creatividad con las temáticas, dresscodes y categorías.   
Tengo entendido que la escena ballroom en Latinoamérica es relativamente reciente, ¿estás familiarizada con la escena ballroom peruana? Si es así, ¿nos podrías hablar un poco de ella?
Conozco muy poco y nunca he podido vivir la escena ballroom peruana en persona, pero sé que está cogiendo bastante fuerza. Conocí a Prince que ahora vive en Estados Unidos pero formó parte de los inicios de la escena ballroom en Perú como pionera/trailblazer al igual que ahora Barbie Mother de la Kiki House of Brava está jugando un papel importante en la evolución de la comunidad ballroom peruana. 
También has sido jueza de la Arise Kiki Ball en Berlín, ¿qué diferencias ves entre la escena de Berlín, Lima y la de Madrid/Barcelona? 
Esa fue mi primera vez de jurado en una Kiki Ball y por ese entonces Berlín tenía mayor presencia de gente racializada en su escena a comparación de Madrid o Barcelona. La de Lima obviamente se diferencia por contar con mayor presencia indígena. Por lo general, la escena de Europa se diferencia más de la de Abya Yala por la proximidad a una escena pionera como la de París que influye fuertemente aparte de la original (Nueva York). En contraste, las escenas de Abya Yala se identifican por una presencia mayor de gente racializada y por un ambiente más underground, ya que en Europa ballroom, está aún más ligado a la capitalización. 
Podríamos considerar Madrid y Barcelona dos ciudades claves cuando hablamos de las microescenas del Sur de Europa (además de otras que hay por España como Zaragoza, Valencia o Granada). ¿Quiénes crees que han sido sus impulsorxs? ¿Y cómo han ido evolucionando en los últimos años? 
Considero impulsorxs solo a la gente racializada que ha generado eventos y ha ayudado a difundir la cultura ballroom a través de talleres, ponencias o trainings.
En Madrid se está generando mucho movimiento gracias a miembrxs como Kobu Gorgeous Gucci, QueenBitch Versace y yo con mi proyecto Snap Bitch! que se centra en generar shows o eventos impulsando principalmente gente racializada en Ballroom.
En Barcelona Jayce Gorgeous Gucci ha estado impulsando fuertemente la escena ballroom junto con Jay Jay Revlon, Sucre Laveaux y ahora contamos con la presencia de Cacao y Eva, ambas femme queens racializadas de la Kiki House of Laveaux que han creado el proyecto ByFemQueens para generar eventos de ballroom periódicos en Barcelona.
En Navarra Nefertiti Anunnaki también está iniciando la cultura a través de eventos y talleres.
Por lo general en España está habiendo cada vez más iniciativa de generar Kiki Balls por parte de gente racializada, y también se está empezando a considerar la opción de precios reducidos o de lista gratis para gente racializada con el objetivo de favorecer su presencia en talleres y balls. 
Eres la directora de Snap Bitch!, una plataforma colectiva donde registrar la experiencia de los cuerpos trans/queer/racializadxs a través de la escena Ballroom, ¿de dónde surge la idea de generar un archivo comunitario? ¿Por qué es necesaria la autorepresentación colectiva de las personas trans/queer/racializadas a través de un archivo de imágenes? 
Nuestras vidas, las de las personas racializadas-trans-queer, siempre han sido estudiadas, registradas, exotizadas y explotadas por la visión blanca, y es hora de que seamos nosotrxs mismxs con nuestras propias voces y cuerpxs quienes generemos nuestro archivo.
Snap Bitch! no solo se enfoca en registrar la experiencia de cuerpxs trans/queer/racializadxs como hicimos, junto con Dami Sainz Edwards, en la residencia artística de Matadero, sino que es también es plataforma para generar arte, ocupar espacios y hacernos presentes a través de ballroom, la performance, la música…  
Hace poco realizasteis un coloquio del proyecto Snap Bitch! Memories en Barcelona, ¿qué proyectos tienes próximamente?
Como Snap Bitch! tenemos pendiente próximamente visibilizarnos en un stand en el próximo Primavera Sound de Madrid, y crear una performance el 10 de Junio en el espacio cultural Conde Duque.
Tengo pensados grandes proyectos para Snap Bitch! y el objetivo es seguir llevándolo a grandes espacios y plataformas como hemos hecho hasta ahora en Boiler Room x Ballantine's Madrid 2022, la residencia artística en Matadero 2021, Noche Blanca de Oviedo 2019 y 2021. 
En tus publicaciones podemos ver la creación del hashtag #DecolonizeBallroom. ¿Crees que la escena ballroom ha perdido su esencia política y ha sufrido un proceso de whitewashing? 
Aunque se menciona el origen antirracista de ballroom a través de documentales y demás, la gente no es consciente de lo que realmente supone un espacio y una comunidad así. Querer disfrutar y/o formar parte de Ballroom significa cuestionar tu lugar constantemente, ya que es un espacio por y para gente negra/marrona queer/trans principalmente.
Los motivos por los que que hay aún mucha ausencia de personas racializadas en distintas escenas son que las personas blancas acaban siendo la mayor representación de ballroom en varios países; la capitalización de ballroom y su supuesto ‘acceso’ a ella a través de clases y talleres pagados; y la invisibilización de la esencia antirracista de esta cultura.  
¿Cómo de importante crees que es la pedagogía dentro de la escena ballroom? 
Siento que es necesario apoyar a gente racializada de ballroom que tienen recorrido y experiencia asistiendo a sus talleres o ponencias, y favorecer a personas racializadas su acceso a estos eventos con precios reducidos o que sean de libre acceso. También es necesario seguir creando espacios no mixtos para compartir saberes y sanar, ya que ballroom no nació como algo académico ni debe tratarse como tal. 
Has organizado grandes eventos como la Abya Yala Ball en la Puerta del Sol para el Festival Antirracista de SOS Racismo España. ¿Con qué impedimentos te has encontrado a la hora de organizar eventos? 
El mayor impedimento que he encontrado ha sido la falta de dinero que hay que invertir en muchas ocasiones para poder llevar a cabo una ball o un evento. Además, la gente demanda cada vez más ballroom como un producto de entretenimiento pero pocos quieren pagar lo que exigimos y merecemos. Pocos valoran lxs cuerpxs racializadxs, trans, queer, migrantxs que voguean y performan desde el dolor y la ancestralidad.  
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