Pesadillas, una presencia del más allá, y un secreto entre ellos que hace que haya desconfianza, duda, e inseguridad. La historia de Serodiscordantes tiene tanto de misteriosa como de bella. Y, aunque suene a película de Hollywood, está en parte basada en hechos reales. “A raíz de una conversación entre Alejandría y Noel surgió la idea de llevar nuestra historia de serodiscordancia a la ficción para que, de vuelta, se convirtiera en una realidad. Y cuatro meses después, aquí está”, explican los protagonistas.
“Cuando Alejandría y yo entramos en contacto me explicó su historia y de forma inmediata le dije que me gustaría trabajar con él. Creo que fue más bien Alejandría quien me eligió a mí para contarla, y creo que es muy importante dar visibilidad a este tema”, dice Noel. “Al fin y al cabo, hay muchas personas hoy en día portadoras del VIH que no se atreven a revelar su estado por el desconocimiento total del resto de la sociedad sobre el virus y el estigma que esto genera”, continúa.
“Cuando Alejandría y yo entramos en contacto me explicó su historia y de forma inmediata le dije que me gustaría trabajar con él. Creo que fue más bien Alejandría quien me eligió a mí para contarla, y creo que es muy importante dar visibilidad a este tema”, dice Noel. “Al fin y al cabo, hay muchas personas hoy en día portadoras del VIH que no se atreven a revelar su estado por el desconocimiento total del resto de la sociedad sobre el virus y el estigma que esto genera”, continúa.