De las firmas de lujo a los diseñadores emergentes, todos y cada uno de los agentes de la industria de la moda han tenido que adaptarse a unas insólitas circunstancias marcadas por la obligada cancelación de los planes previstos, el aplazamiento de proyectos o las dificultades en la producción y distribución de su trabajo. Contratiempos sucedidos en el tiempo cuya incidencia ha sido aún mayor en los estudiantes, quienes han visto cómo la pandemia arremetía contra sus proyectos de futuro, forzándoles a buscar soluciones efectivas a contrarreloj como única forma de no perder el curso. Y ahora, viéndolo en perspectiva y después de haber apreciado su trabajo sobre la pasarela, podemos afirmar que las nuevas generaciones están preparadas para superar todo tipo de obstáculos.
Habiendo demostrado una resiliencia plausible, su ilusión y talento se han sobrepuesto al mayúsculo reto que sacar una colección a tiempo en un momento tan inaudito como el vivido supone. De búsquedas introspectivas a propuestas que parten de teorías psicológicas, pasando por la mitología o la evolución de la ciudad de Chernóbil tras el desastre nuclear. Si bien es cierto que las fuentes de inspiración de los estudiantes participantes se caracterizan por su heterogeneidad, con una identidad propia implícita en cada una de sus colecciones, se perciben algunas constantes en el trascurso de la pasarela. Una evidente búsqueda de respuestas que se debate entre la razón y la emoción, una repetida fuga al pasado o al futuro como forma de evadirse de la debacle presente o un análisis de los principios que rigen la personalidad del ser humano son algunas de las cuestiones que los graduados no han querido dejar de abordar a través de su trabajo.
“Destacaría el esfuerzo que nos ha permitido, en una época tan dura y extraña, dar visibilidad a nuestros proyectos”, comenta Amparo Román, premiada con el título a Mejor Colección del Ciclo de Grado Superior de Estilismo de Moda en esta edición de la pasarela Barreira A+D 2021, Cierto/In.cierto. El interés de la recién graduada, quien se refiere a su colección Renáti como “prendas multifuncionales que cautivan”, por provocar una emoción y concienciación en el público, unido a una propuesta inspirada en el florecimiento de la naturaleza ante la ausencia de la acción humana, fue reconocida por el jurado compuesto por Víctor Aguado (València Capital Mundial del Diseño 2022), Sandra Bódalo (periodista y PR especializada en moda) y Mercedes Rosés, editora de contenidos online de METAL. Siluetas relajadas y colores muy apetecibles que, preservando la armonía y el minimalismo, son reflejo de una época en la se han evidenciado los fatales efectos de determinados comportamientos humanos sobre los ecosistemas.