Pero los vídeos no lo son todo. Roge los describe como “una forma más de expresar nuestra creatividad”, que resulta ser la que mejor se les da “porque es la que más hemos explotado”. Solo hace falta ver algunos de sus éxitos, como Para repartir, el último videoclip de Pucho rodado en Cuba, y otros proyectos más personales, como Santos, un retrato íntimo de sus experiencias como filmmakers que van a la tierra prometida, los Estados Unidos, a seguir trabajando, creciendo, aprendiendo y, sobre todo, disfrutando.
Ahora mismo tienen varios proyectos entre manos, casi todos relacionados con el medio audiovisual pero no siempre detrás de una cámara dirigiendo. Uno de ellos es Little Spain LA, todavía rodeado de un secretismo férreo, que definen como ‘muvi’ (así, tal cual) porque quieren que “abarque más disciplinas y espacios que una productora”; tiempo al tiempo. Y de por medio, papeles como actor en un corto o el sueño de rodar una ficción. Entre risas y anécdotas conocemos a dos de los directores más prometedores del momento.