Puede que le conozcas por su nombre artístico, C. Tangana, o bien por alguno de sus otros apodos como Pucho o El Madrileño. Pero lo cierto es que de una forma u otra ya le conoces. El cantante ya lleva tiempo en la escena y ha logrado posicionarse como uno de los artistas más importantes del panorama musical español y, a su vez, hacerse un hueco importante a nivel internacional. Ahora, viaja a Cuba de la mano de Havana Club para servir un poquito de ron a todo el mundo en su nuevo tema, Para repartir (Feat. Alizzz).
Puede que su éxito se deba en parte a su admirable ética de trabajo; en 2019 ya ha lanzado más de siete singles –y eso que todavía no hemos llegado ni a la mitad del año. También puede que sea por su demostrada versatilidad musical, esa habilidad que posee de saltar de un género a otro con tanta facilidad. Y todo esto, sin perder su esencia artística en ningún momento. Así como un día nos muestra su faceta más pop junto a Becky G, otro nos canta un bolero con Niño de Elche o es capaz de ponerse más macarra, como en el tema La última generación, con Antifan.
Su experimento más reciente (en esta entrevista lo califica como “la canción más experimental que tengo”) llega desde el otro lado del Atlántico, bañado por las cálidas aguas del Caribe, y altamente influenciada por los ritmos latinos –algo que ya empezó a explorar en Un veneno. El nuevo single se titula Para repartir (Feat. Alizz), el videoclip lo firma Santos Bacana, y es un homenaje a Cuba, la isla donde se grabó. Y es que el cantante ha colaborado estrechamente con Havana Club, no solo en el rodaje del vídeo, sino que también ha diseñado una serie de botellas de edición limitada. Dale al play, y siente cómo crecen esas ganas de bailar mientras bebes un mojito o un ron con hielo bien fresquitos.
Su experimento más reciente (en esta entrevista lo califica como “la canción más experimental que tengo”) llega desde el otro lado del Atlántico, bañado por las cálidas aguas del Caribe, y altamente influenciada por los ritmos latinos –algo que ya empezó a explorar en Un veneno. El nuevo single se titula Para repartir (Feat. Alizz), el videoclip lo firma Santos Bacana, y es un homenaje a Cuba, la isla donde se grabó. Y es que el cantante ha colaborado estrechamente con Havana Club, no solo en el rodaje del vídeo, sino que también ha diseñado una serie de botellas de edición limitada. Dale al play, y siente cómo crecen esas ganas de bailar mientras bebes un mojito o un ron con hielo bien fresquitos.
Acabas de estrenar el vídeo de Para repartir (Feat. Alizz), grabado en las calles de La Habana en colaboración con Havana Club. Cuéntanos, ¿cómo surge esta colaboración?
Pues surge la oportunidad de hacer algo con Havana Club y nos cuadra. Llevo tiempo desarrollando y empapándome de influencias cubanas y de música latina tradicional, y les expliqué la idea que tenía sobre una demo de una canción (Para repartir). A partir de ahí comenzamos a construir todo: la canción cuadra, pensamos en el videoclip, con el videoclip se piensa la edición de la botella…
¿Qué tal el rodaje, alguna anécdota que nos puedas contar?
Después del primer día acabamos de fiesta en un hotel en el que, aparte de tirarme yo a la piscina, tiré como a cinco o seis personas más. La última de ellas fue el pobre Diego. Le abrimos una brecha en la cabeza a las cinco de la mañana, sin saber si íbamos a ir a un hospital o no. No sabíamos si hacía falta o si tenía el seguro médico –estaba la de producción revisando papeles en la madrugada…
Lo que menos importó fue que estropeara mi móvil porque claro, había un herido, entonces a mi móvil que le den por culo. Pero el resto de días los sufrí bastante porque estaba completamente incomunicado. Aunque luego me sentó muy bien y decidí quedarme dos días más en Cuba sin teléfono y sin nadie que me pudiese contactar, solo con un correo electrónico. La verdad, fue una experiencia muy agradable.
Lo que menos importó fue que estropeara mi móvil porque claro, había un herido, entonces a mi móvil que le den por culo. Pero el resto de días los sufrí bastante porque estaba completamente incomunicado. Aunque luego me sentó muy bien y decidí quedarme dos días más en Cuba sin teléfono y sin nadie que me pudiese contactar, solo con un correo electrónico. La verdad, fue una experiencia muy agradable.
En el vídeo hace un cameo Eliades Ochoa de Buena Vista Social Club, ¿compartiste mucho tiempo con él? No siempre se tiene la oportunidad de compartir proyectos con figuras tan relevantes…
En Cuba, la tradición de los intelectuales, de la gente importante de allí y la cultura son todo lo contrario a elitista. O sea, aquí en España nos gusta, no sé…. si aparece Lady Gaga, hay cincuenta paparazzi alrededor, es imposible tocarla, la gente grita y todo es una locura. En Cuba, la gente no sale corriendo detrás de sus ídolos; si les saludas, ellos contestan tranquilamente, y si se están tomando algo, te puedes sentar con ellos. Es otra forma de entenderlo completamente distinta.
Tuvimos la suerte de poder pasar mucho tiempo con Eliades. Le dije que era muy admirador de su música y nos tocó en directo una de las noches. De hecho, aparece en el vídeo porque una noche fuimos a cenar a casa de la mujer que nos organizaba el casting y en una mesa al lado estaba su marido echando una partida de dominó con él. Ese es el vibe de Cuba. A partir de ahí empezamos a comentar cosas con Eliades y se vino otro día al rodaje. Estoy en contacto con él y me encantaría poder colaborar y hacer una cancioncita, la verdad.
Tuvimos la suerte de poder pasar mucho tiempo con Eliades. Le dije que era muy admirador de su música y nos tocó en directo una de las noches. De hecho, aparece en el vídeo porque una noche fuimos a cenar a casa de la mujer que nos organizaba el casting y en una mesa al lado estaba su marido echando una partida de dominó con él. Ese es el vibe de Cuba. A partir de ahí empezamos a comentar cosas con Eliades y se vino otro día al rodaje. Estoy en contacto con él y me encantaría poder colaborar y hacer una cancioncita, la verdad.
No es la primera vez que te acercas a la tradición cubana, ya pudimos ver un cambio de registro en Un veneno, que tomaba forma de bolero, junto a Niño de Elche. ¿De dónde surge ese interés por los ritmos de Cuba? ¿Es un camino que piensas explorar más?
Tengo algo puesto en la música tradicional latina en general. Gracias a Santos, que es el director del video, una gran musa y una fuente de inspiración para mí, he encontrado que Cuba es uno de los epicentros de toda la música que surge del colonialismo. O sea, cuando los españoles llevamos nuestra cultura a otros sitios, montamos la que montamos y luego eso se mezcla con la gente que vive allí. De eso surgen un montón de cosas, y un epicentro muy fuerte de eso es Cuba, que es de donde sale mucha de la música que a mí más me gusta, como la salsa, el son, la guaracha o el bolero. Me gusta la música tradicional latina en general, pero lo que sucede en esa isla es especialmente importante para mí. Estoy investigando, pero es una investigación a largo plazo porque es una música que no se hace vieja, así que no me corre prisa hacerla.
Lo digo porque parece que las etiquetas se quedan pequeñas cuando hablamos de música urbana, y cada vez hay más mestizaje y un interés por abrirse a nuevos sonidos. Decía Deva en una entrevista que esa manía de etiquetarlo todo es muy del siglo XX, ¿estarías de acuerdo? ¿Se acabaron los prejuicios o aún queda camino que recorrer en este sentido?
No, los prejuicios no se han acabado. Sigue habiendo muchísimos y es muy difícil investigar libremente y que la gente tenga los oídos preparados para todas las cosas. Seguimos teniendo una sobredosis de información brutal y la gente está como en la vía única, y es difícil salir de ahí. Yo he tenido la suerte de haber conseguido construir una carrera que me permite hacer incursiones, experimentos, probar cosas y lo voy a seguir haciendo hasta que me muera.
Es la segunda vez que trabajas con Santos Bacana, quien también dirigió el vídeo de Un veneno. ¿Cómo ha sido trabajar con él esta segunda vez? ¿Qué es lo que destacarías de su trabajo?
Pues le conocí en Las Vegas hace un año. Entró en mi habitación con dos platos con dos langostas y dijo: “Yo soy Santos. Hablamos ayer. Soy el colega de Roge. ¿Dónde dejo esto?” Justo yo me estaba despertando, había dormido dos horas –en Las Vegas es imposible dormir más de tres. Luego, detrás de él, aparecieron cuatro strippers y después Roge con una cámara para grabar un vídeo. Así fue como conocí a Santos.
La verdad es que en ese momento no, pero un año después, cuando ya empecé a intimar más con él, me di cuenta que era un tipo muy característico. Se fue hace bastantes años a Los Ángeles y ha desarrollado una visión muy especial de la cultura española desde allí, como con una nostalgia con las cosas que yo hacía en España que me parecían cutres, horteras o no entendía, y que ahora echo de menos como un cabrón.
Esa visión, mezclada con haber crecido en el ambiente más competitivo del mundo, que es el mercado norteamericano, le ha hecho una persona muy especial, muy artista. Es un apasionado de la música antigua, de las rarezas y es una joyita. Para mí es uno de los artistas más importantes de nuestra generación. Creo que va a hacer cosas muy grandes.
La verdad es que en ese momento no, pero un año después, cuando ya empecé a intimar más con él, me di cuenta que era un tipo muy característico. Se fue hace bastantes años a Los Ángeles y ha desarrollado una visión muy especial de la cultura española desde allí, como con una nostalgia con las cosas que yo hacía en España que me parecían cutres, horteras o no entendía, y que ahora echo de menos como un cabrón.
Esa visión, mezclada con haber crecido en el ambiente más competitivo del mundo, que es el mercado norteamericano, le ha hecho una persona muy especial, muy artista. Es un apasionado de la música antigua, de las rarezas y es una joyita. Para mí es uno de los artistas más importantes de nuestra generación. Creo que va a hacer cosas muy grandes.
En tus vídeos siempre interpretas un personaje y siempre hay alguna historia detrás. ¿Qué hay de Pucho en esos papeles que interpretas, dónde acaba la persona y empieza el personaje? ¿O no hay tanta diferencia en realidad…?
Es la lucha de siempre. Hay papeles que están muy interpretados; hay algunos que se salen mucho de mí y hay otros que no tanto. Pero ahí está un poco la magia de lo que hago, ¿no? Todo me viene del instinto. Yo no he aprendido nada ni tengo ningún estudio de nada. Al final, no sé si me pongo a hacer cosas distintas o si crezco y también soy esas otras cosas que hago, ¿sabes? No sé si me traspapelo a otro lado, simplemente crezco y soy más cosas.
¿Es la interpretación algo que te gustaría probar más? ¿Te ves haciendo cine o alguna serie para televisión?
Sí, voy a ser actor. Me van a nominar a un Goya… Estoy trabajando en eso. No sé cómo lo voy a desarrollar, pero sí, ya estoy en ello y va a pasar.
Se nota que valoras la imagen tanto como la música, y de hecho has colaborado con diferentes directores, con distintos registros y estéticas (Nicotine, Eduardo Casanova, Rogelio, etc.). ¿Cómo es el proceso creativo a la hora de aportar tu visión a la de ellos? ¿Eres de los que se entromete mucho en el proceso creativo o confías plenamente en los directores y te dejas llevar siguiendo sus indicaciones?
Siempre que trabajo con alguien sabe que tengo una voz fuerte y que me gusta aportar. Y también que para mí es muy importante que, cuando llevo mucho tiempo trabajando en la parte visual del proyecto, eso se mantenga. Todo el mundo más o menos ya sabe que cuando llego le voy a tocar los huevos, aunque desde el principio intento que haya una conversación para que no sea así.
Pero cada vez confío más en la gente. También está cada vez más preparada, en el sentido que ya han visto que llevo mucho tiempo y que mis vídeos están trabajados y cuidados, así que ese primer acercamiento ya parte de algo. Pero antes no me dejaba llevar nada. Ahora ya sí, pero también porque me doy cuenta de que puedo permitirme el lujo porque la gente con la que cuento es toda increíble. Puedo dejar que ellos tiren.
Pero cada vez confío más en la gente. También está cada vez más preparada, en el sentido que ya han visto que llevo mucho tiempo y que mis vídeos están trabajados y cuidados, así que ese primer acercamiento ya parte de algo. Pero antes no me dejaba llevar nada. Ahora ya sí, pero también porque me doy cuenta de que puedo permitirme el lujo porque la gente con la que cuento es toda increíble. Puedo dejar que ellos tiren.
La manera en que consumimos música ha cambiado bestialmente en los últimos años. Tú has optado por sacar singles en vez de un álbum. ¿Planeas lanzar un disco este año o continuarás lanzando canciones sueltas?
No he tomado la decisión. Es decir, a mí me gustan los discos –yo todavía escucho discos completos. Pero me parece que ya no tiene tanto sentido, no es algo que hay que hacer. Los álbumes para mí son producto de una decisión artística de cómo todo tiene que ver en conjunto, una idea. En mi cabeza no paran de surgir ideas de álbumes todo el rato, vamos a ver cuál consigo llevar a cabo… Pero soy como un niño pequeño, pasa una mosca por delante y ya me voy con eso, ¿sabes? Me cuesta.
¿Recuerdas la primera canción que escribiste? ¿Cómo se llamaba y de qué iba? ¿Y la última? ¿Cuáles son las diferencias más notables cuando las comparas? ¿Qué ha cambiado?
No me acuerdo de cual es la primera, pero sí una de las primeras. Cuando me quedaba con mi hermana de pequeño, a ella no le gustaba ducharse. Tenía que pelearme dos horas con ella para que lo hiciera. Entonces escribí una canción para el momento de la ducha, la cantábamos con mi guitarra, y al final se acababa duchando. Mi hermana estaría en preescolar y yo tendría quince o dieciséis. Pero esa no es la primera ni de coña, porque yo ahí ya había escrito. Pero sí que es de las primeras que recuerdo que fuese una canción completa.
La última… pues ayer estuve escribiendo un poco. Todo el rato estoy escribiendo. La diferencia básica es que antes no sabía hacer canciones y ahora sí. Hay cosas que están ahí, dentro del ser humano, que no sé por qué pero funcionan y otras que no. Ahora tengo esos recursos y sé cuando algo funciona o cuando no.
La última… pues ayer estuve escribiendo un poco. Todo el rato estoy escribiendo. La diferencia básica es que antes no sabía hacer canciones y ahora sí. Hay cosas que están ahí, dentro del ser humano, que no sé por qué pero funcionan y otras que no. Ahora tengo esos recursos y sé cuando algo funciona o cuando no.
Para acabar, me gustaría volver otra vez a la colaboración con Havana Club. A veces no es fácil conseguir encajar una marca dentro de un proyecto creativo, pero aquí funciona perfectamente, ¿te has sentido con alguna, digamos, presión a la hora de abordar el proyecto o has trabajado con la misma libertad de siempre?
Hemos trabajado de tal forma el concepto, el artista y todo lo que yo soy como imagen que hay muchas, muchísimas marcas que se acercan. Pero solo hacemos las cosas que encajan, y justo esto con Havana Club encajaba perfectamente. No me he sentido presionado, la verdad. Para repartir es probablemente la canción más experimental que tengo. Es mi canción y a la vez mi video favorito de este año, y también unas de mis letras favoritas que he hecho en mi vida. Entonces estoy super contento, la verdad.
Y terminamos: ¿eres más de mojito o de ron solo con hielo?
De ron solo con hielo. De ron solo Havana Club, ¡además!