Aitarekin afaltzen, que significa ‘cenando con mi padre’ en euskera, es el resultado de un proceso de descubrimiento cargado de nostalgia. Presenta una fuerte inspiración vasca que también podemos apreciar en el resto de sus colecciones y que sin quererlo se ha convertido en una de las señas de identidad del joven diseñador. Le es inevitable crear y diseñar desde lo que mejor conoce, y es por lo que gran parte de sus inspiraciones están ligadas a sus raíces y sus vínculos más personales: “Me gusta que mi trabajo hable de quién soy. O mejor dicho, me gusta inspirarme en las cosas que me han hecho ser como soy”. Este último proyecto pone en valor los procesos tradicionales y manuales, como la elaboración de tejidos desde cero, el punto hecho a mano o los bordados.
De 21 años y procedente de Basauri (Vizcaya), Goicoecha se ha mudado recientemente a Madrid para compaginar sus proyectos personales con su actual trabajo como parte del equipo de
ManéMané. “Me pone cachondo estar agobiado con una lista interminable de cosas por hacer”, decía respecto al éxtasis que le produce empezar con un nuevo proyecto. Depositando sus sentimientos más íntimos en cada prenda, este diseñador emergente emplea todo tipo de materiales cotidianos –desde redes de pescar hasta sombrillas de playa– para crear prendas de extravagantes estampados, texturas y formas.