Nunca es mal momento para ver una buena película. Llega la duodécima edición del D’A Film Festival, el festival dedicado al cine contemporáneo y a los nuevos talentos. Desde este jueves 28 de abril hasta el próximo 8 de mayo, la ciudad de Barcelona se convertirá en un escaparate de talento y creatividad. Y es que no solo habrá la oportunidad de ver las mejores películas y cortometrajes del momento, sino que también se podrá dialogar con cuarenta de los directores y directoras. Ningún amante del cine va a querer perder esta cita.
El programa destaca tanto por sus autores internacionales –con grandes nombres como Hong Sang-soo, Bruno Dumont, Joanna Hogg, Mia Hansen-Løve, Christophe Honoré o Michel Franco– como también por la fuerte presencia de directores españoles y catalanes. Dicho esto, seguro que ya os estáis preguntando dónde se podrán ver todos estos films; este año habrá proyecciones en el CCCB, en los cines Renoir Floridablanca, Aribau Multicines, Filmoteca de Catalunya y en la Sala Zumzeig.

Y para aquellos que no podáis asistir presencialmente, no os preocupéis, se abre una nueva sección en Filmin: Emergents. Así, el D’A Film Festival presenta una nueva manera de apostar por su versión online, con esta sección dedicada a primeras y segundas películas de directores emergentes, estrenos absolutos en España.

El programa cuenta con ciento venticuatro películas, y cómo sabemos que es un poco difícil decidirse dentro de una cartelera tan interesante, ya nos hemos encargado nosotros de hacer una selección de las diez películas que no te puedes perder. ¡Aquí van!



Alcarràs
(2022) de Carla Simón

La inauguración del festival no podía ser con otra película que la galardonada con el Oso de Oro en la Berlinale de 2022. De hecho, se ha convertido en la primera película en catalán en ganar este premio. Tras su ópera prima Estiu 1993, la catalana Carla Simón presenta su segundo largometraje que, como ya se ha demostrado, es todo un éxito. Esta oda a la agricultura narra la última cosecha de melocotón en una finca en la que pronto solo se verán placas solares. Con un reparto de actores no profesionales de Lleida –entre los que se encuentran sus primos, sus tíos y su hermana– se demuestra que la cercanía, la naturalidad y el amor por lo rural es todo lo que se necesita para despertar la empatía y la nostalgia del público, con un estilo y unos sentimientos que recuerdan al primer film de la directora.


White Building
(2021) de Kavich Neang

Una cinematografía preciosa y un fiel retrato de la cultura moderna de Camboya. Kavich Neang consigue trasmitir la frustración de la juventud y las familias cuando la gentrificación llega a la capital de Phnom Penh. Y lo hace con un largometraje –quizás demasiado– lento, muy sensible y contemplativo que habla de las clases populares y la deshumanización de las sociedades modernas en este mundo capitalista y globalizado. Se acerca a un edificio residencial que desaparece a la vez que la ciudad se desarrolla de forma acelerada, ¿pero a qué coste?


Farrucas
(2021) de Ian de la Rosa

Un cortometraje dirigido por Ian de la Rosa, presentado en el Festival de Málaga y nominado a los Premios Goya. Hadoum, Sheima, Sokayn y Fátima, son cuatro adolescentes que viven en El Puche, un barrio marginal de las periferias de Almería. Vemos sus miedos y sus deseos frustrados como chicas orgullosas de sus raíces marroquíes y españolas en un entorno de infraestructuras precarias. Y también los miles de prejuicios a los que se enfrentan al cambiar de instituto y salir de su barrio de familias marroquíes y gitanas.


The Sleeping Negro
(2021) de Skinner Myers

Dirigida, escrita y protagonizada por Skinner Myers, es uno de los films más destacados de la sección Emergents. De forma arriesgada, se muestra el racismo al que se enfrenta la comunidad negra día a día, aún en la actualidad. Y todo toma más sentido cuando se trata de Estados Unidos, un país que trata de abanderarse como progresista, pero como bien sabemos, es una concepción muy alejada de la realidad. The Sleeping Negro se plantea como un ensayo en primera persona, crudo y sin escrúpulos. Monólogos del autor que se mezclan con situaciones cotidianas donde la opresión y los prejuicios son protagonistas. Desde un viejo amigo del autor que ahora es pro-Trump hasta una fuerte discusión con su novia blanca. Sin duda, un recordatorio –más que necesario– de que el sistema está construido por y para blancos.


Fail Better
(2021) de Eva Garrido

La plaza frente al MACBA, en Barcelona, se ha convertido en un punto de encuentro para los jóvenes de la ciudad. Gente practicando skate, grupos de amigos tocando la guitarra, bailando o tomándose una birra. Eva Garrido ha querido mostrarle al mundo los pensamientos y sentimientos de la juventud, hablando con ellos y dejándoles que hablen con voz propia. Una juventud que busca un momento de pausa, que busca evadirse del estrés y la competitividad de nuestro día a día. “Casi hemos olvidado que el barrio y la calle se viven”, cuenta una chica a cámara.


Esa fugaz esencia que dejaron los sucesos
(2022) de Carolina Astudillo

La periodista y realizadora chilena Carolina Astudillo se inspira en las palabras de Walter Benjamin para este documental. El filósofo describió la huella como la “aparición de una cercanía, por más lejos que ahora pueda estar eso que la ha dejado atrás”. Esta cercanía es la que persigue la directora, y para ello, busca rescatar la Historia –sí, en mayúscula– de esas mujeres que quedaron en el olvido. Las calles de Barcelona están llenas de huellas de las luchas de mujeres, sea en forma de placas o monumentos internacionales, u otras muchas que se tratan de ocultar.


The Moon and the Tree
(2021) de Tsai Ming-Liang

Tsai Ming-Liang, uno de los máximos exponentes de la llamada segunda ola del cine taiwanés, estará presente un año más en el D’A Film Festival. Esta vez con un cortometraje biográfico a modo de díptico centrado en dos artistas taiwaneses, la cantante Lee Pei-Jing y el actor Chang Feng. Lee alcanzó la fama gracias a su hit I Love the Moon, y hace más de 40 años que vive con una discapacidad física que le obliga a ir en silla de ruedas. Chang Feng, que murió este pasado febrero a sus 98 años, es retratado al lado de un árbol centenario, proyectando así la estrecha conexión humana con la naturaleza y la belleza de la vejez, que parece que muchas veces olvidamos.


Una historia de amor y deseo
(2021) de Leyla Bouzid

La guionista y directora tunecina Leyla Bouzid opta por retratar una historia de amor y deseo –como nos adelanta textualmente con el título del film–, pero superando el reto de alejarse de la superficialidad y los clichés. Farah (una joven de Túnez) y Ahmed (francés de origen argelino) se conocen en una universidad de París, donde descubren la riqueza de la literatura árabe, tanto por la cantidad de palabras para referirse a los sentimientos amorosos como por su colección sensual y erótica. Ahmed, tímido y con una gran dificultad de entender sus sentimientos –y aún más de expresarlos– encuentra su manera gracias a la poesía y a la lengua. Así, se sumergen en las complejidades del primer amor, cruzado por las tradiciones religiosas.


Memoria
(2021) de Apichatpong Weerasethakul

Una película enigmática de Apichatpong Weerasethakul protagonizada por la grandísima Tilda Swinton. Descrita como “una odisea sensorial” por Fotogramas, es merecedora de ser vista en pantalla grande y con altavoces potentes. El director nos lleva a Colombia para explorar las nociones de memoria personal e histórica. Con más silencios que diálogos, resulta misteriosa, reflexiva e hipnótica.


Cinco lobitos
(2022) de Alauda Ruiz de Azúa

La clausura viene de la mano de la vasca Alauda Ruiz de Azúa. Cinco lobitos fue la gran ganadora del Festival de Málaga, marchándose a casa con un total de ocho premios. ¿Cómo se aprende a ser madre? La verdad es que es una pregunta compleja, de difícil respuesta, sobre la que la directora trata de profundizar. Amaia, interpretada por Laia Costa, se enfrenta a todos los cambios y retos que conlleva el ser madre primeriza. Con un marido que desaparece unas semanas por trabajo y al verse desbordada por la situación, decide instalarse en casa de sus padres. De esta manera, se muestran los cambios de dinámicas y el profundo viaje de reubicación que implica. Además, le añade un punto de vista generacional, retratando a las madres de ahora y las de un tiempo atrás. Alauda Ruiz de Azúa hace un excelente trabajo en alejarse de los mitos y tabúes que se siguen asociando a la maternidad, y como resultado, esta película íntima, cruda y emotiva.