Ojos azules y pelo teñido del mismo color. A simple vista ya pude observar que Manel Muñoz tiene una relación bastante estrecha con el agua, el líquido, el mar. Y él lo ratifica: fue por eso que decidió aumentar sus niveles de percepción y sentir los cambios de presión atmosférica a través de un dispositivo conectado a sus orejas.
Junto a Neil Harbisson y Moon Ribas, conforma el trío de pioneros en el mundo cyborg: tecnología, creatividad, percepción, identidad y futuro. Manel ve más allá del concepto de humano y está trabajando en el desarrollo del órgano que quiere implantarse para que todo esto sea definitivo. Hoy hablamos con él sobre identidad, percepción, post-arte y cuándo tiene pensado implantarse el órgano tecnológico.
Manel 2 by  Adam Liszt.jpg
¿Qué te impulsó a convertirte en cyborg? ¿De dónde nació esa necesidad de aumentar tus niveles de percepción y, de alguna forma, crear un nuevo sentido?
Estaba estudiando fotografía y poco a poco fui reflexionando sobre la idea que es un proceso que hacemos con nuestro propio cuerpo. O sea, la fotografía significa escribir la luz: realmente, con los ojos, escribes la luz en tu cerebro. Somos una cámara. Entonces llegué a la conclusión que yo ya era una cámara y, como tal, podía captar muchas cosas. Pero también había muchas otras que no. A partir de ahí empecé un proyecto llamado Sensografía, que más tarde desembocó en Barografía, que consistía en la creación de un nuevo sentido sensorial para captar algo en mi cerebro que antes no podía apreciar.
Además, siempre he tenido mucha relación con el agua y con el líquido. Estaba muy interesado en empezar a explorar el fenómeno de la lluvia. Por eso decidí aumentar mi percepción añadiendo el sentido de la presión atmosférica, ya que realmente los cambios de esta traen a menudo lluvia o, al menos, cambios en el tiempo. De este modo me podía acercar al fenómeno líquido que tanto me interesa.
El primer cyborg del mundo fue Neil, a quien ya entrevistamos hace poco (al igual que a Moon) y que es catalán/británico. ¿Se está expandiendo por el mundo o solo lo estáis desarrollando vosotros desde la fundación?
Depende de lo que se entienda por cyborg. Ser cyborg no es solo añadir tecnología al cuerpo: es una identidad. Yo realmente no me siento cyborg solo por el hecho de añadir tecnología a mi cuerpo sino porque pertenezco a una generación que la tiene muy arraigada; lo somos de por sí porque utilizamos la tecnología como una extensión de nuestro cuerpo. Pero respondiendo a lo que me dices, nosotros lo que hemos hecho es añadir tecnología a nuestro cuerpo para aumentar nuestra percepción. En ese sentido, sí que somos los tres únicos que lo hemos realizado.
Recientemente hemos abierto la Transpecies Society y con ella estamos trabajando en varios proyectos, pero lo estamos haciendo poco a poco. Hay mucha gente interesada en un principio pero poca que finalmente dé el paso. Sobre todo es gente joven. De momento somos solo nosotros tres los que hemos dado el paso, pero creemos que avanzaremos.
Y siendo vosotros tres los únicos cyborgs del mundo, ¿cómo es vuestra relación? ¿Compartís un sentimiento de grupo/comunidad por vuestra condición, o es como cualquier otro lazo amistoso?
Yo creo que hay diferentes vínculos entre nosotros. Realmente funcionamos mucho a nivel relación convencional, somos como una pequeña familia. Pero también compartimos el hecho de que vemos una cosa concreta, en un momento concreto y de la misma manera. Eso te une mucho. El hecho de ser nosotros tres los únicos que lo estamos haciendo ahora crea un vinculo muy fuerte.
“Ser cyborg no es solo añadir tecnología al cuerpo: es una identidad.”
Tengo entendido que las intervenciones para implantar esta tecnología se han realizado de forma clandestina, ya que la comunidad médica no está a favor, por ahora, por la repercusión que pueda tener todo esto en la salud. ¿Siguen así las cosas o habéis avanzado en este sentido? ¿Cómo es tu caso en particular?
De momento estamos operando encima del piano de la Transpecies Society. Hacemos intervenciones pequeñas porque los implantes que hemos hecho a gente han sido cosas muy sencillas: chips, por ejemplo. No necesitamos un cirujano. Cuando son intervenciones más grandes sí que tienes que enfrentarte a colaborar con gente.
Yo de momento tengo un sexto sentido pero no tengo implante. Estoy trabajando para convertirlo en uno, creando el órgano y demás. Igualmente lo llevo permanentemente puesto porque forma parte del proceso acostumbrarte al nuevo input. Así puedes ver cómo reacciona tu cuerpo. Además, yo aún estoy probando diferentes formas de sentirlo. Cuando tu cuerpo ya se ha adaptado, no lo ha rechazado, es exactamente como tú quieres sentirlo y has diseñado el órgano, ya está listo para implantar. Pero eso ya surge al final, cuando tienes todo el trabajo hecho.
En lo que a la creación del órgano se refiere, ¿cuál es el perfil de la gente con la que trabajáis?
Nosotros colaboramos con ingenieros electrónicos, con gente que sabe de robótica, alumnos, etc. Ahora nuestro ingeniero principal, Fénix Binario, nos ayuda en la parte de la realización: cuando yo lo he diseñado y sé la forma y la lógica que tiene que tener, él me ayuda a llevarlo a lo material. Con él he realizado mi segundo prototipo. De momento trabajamos así, con colaboraciones. Lo que queremos proponer desde la sociedad es colaborar con gente externa de diferentes disciplinas: cirujanos, diseñadores de productos, ingenieros electrónicos que se encarguen del software, etc. Es como si fuera una obra en la que cada uno aporta lo suyo.
Las personas que os ayudan de forma clandestina a realizar este tipo de intervenciones, ¿están interesadas también en el proyecto y lo hacen desde la sombra para que eso no les repercuta a nivel profesional? ¿Son médicos?
Lo hacemos clandestinamente en el sentido de que estamos debajo de un bunker, pero lo difundimos por las redes y al final no hay leyes que lo prohíban: es alegal, no hay leyes al respecto. Pero obviamente, sí que tenemos que acceder a un cirujano pero no se pasará por la seguridad social. Neil fue el único que tuvo que acudir a un médico externo porque le tenían que ‘taladrar’ el cerebro. En el momento en el que hay una operación con más complejidad sí que tenemos que acceder a profesionales de este tipo: en un espacio donde ellos quieran hacerlo clandestinamente, o habilitando un espacio dentro de la Transpecies Society. De momento, esta es la situación.
Arquitecturas Cuerpo 1 Manel Munz.jpg
Aún no te has realizado el implante, ¿tienes pensado hacerlo en un período corto de tiempo?
Es algo que no se sabe. Yo quiero hacérmelo pero no sé si será este año, el que viene, o cuándo. Mi idea es crear aletas barométricas porque también me interesa mucho la fisonomía de los animales marinos. No sería el chip visible sino dos aletas implantadas en el hueso.
Hablemos de cómo funciona concretamente tu dispositivo: ¿cómo interpretas la información que te da/transmite el dispositivo para que tenga sentido?
Ahora lo siento por frecuencias de pulsación que se transmiten a través del hueso, pero es por contacto. Creé el dispositivo para sentirlo de una manera determinada, entonces la interpretación es fácil porque yo he decidido cómo me ha de llegar la información. A través de la vivencia voy aprendiendo a adaptarme e integrarlo en mi cuerpo.
Con el primer prototipo, cada vez que subía la presión atmosférica sentía vibraciones que subían a través de la oreja. Cuando bajaba la presión, sentía la vibración bajando. De las orejas ha pasado al hueso en el segundo prototipo: ahora siento pulsaciones. En la oreja derecha siento los anticiclones y en la izquierda las borrascas. Cuanto más grande sea la borrasca, más pulsaciones siento, la velocidad va aumentando a medida que aumenta la borrasca, y lo mismo en el otro sentido.
¿Cómo has normalizado e integrado esto en tu cuerpo? ¿No te molesta en tu día a día?
Tienes momentos. Es una experiencia que tú mismo provocas, una adaptación voluntaria que al principio te puede volver un poco loco. Pero lo hago porque me gusta y porque quiero. Los primeros días me dolía la cabeza pero ahora ya me he adaptado. De hecho, solo me lo quito cuando me tengo que duchar porque no es resistente al agua.
“Con el primer prototipo, cada vez que subía la presión atmosférica sentía vibraciones a través de la oreja. Cuando bajaba la presión, sentía la vibración bajando. De las orejas ha pasado al hueso en el segundo prototipo: ahora siento pulsaciones. En la oreja derecha siento los anticiclones y en la izquierda las borrascas.”
El caso de Neil es diferente al de Moon: él se implantó la antena porque ve en escala de grises, pero ella lo hizo simplemente por placer y para aumentar su capacidad sensorial a la hora de hacer performances. ¿Tú por qué has decidido desarrollar un sentido extra y concretamente relacionado con el tiempo y las condiciones atmosféricas si no tienes ninguna carencia física?
Neil tampoco lo hizo por una necesidad de salud ni médica, también lo hizo por vocación artística. Se entiende que lo hizo por una razón médica, pero él sigue viendo en escala de grises. En cuanto a lo de las carencias, creo que todos tenemos muchas: todos somos carentes de percibir cosas. Ahora mismo, donde estamos, hay muchas cosas que no podemos percibir: los rayos ultravioletas, las ondas de radio, etc. Realmente, si nos comparamos con otras especies animales somos carentes de percibir muchas cosas. En definitiva, lo hemos decidido por voluntad artística y no por algo médico o carencias físicas
A finales del año pasado inaugurasteis la asociación Transpecies Society, en la que vais más allá del concepto de cyborg. Os identificáis como transespecies. ¿Sientes que las posibilidades que te da el cuerpo humano como tal te limitan? ¿Qué engloba en su totalidad el concepto transespecie y en qué se diferencia de un cyborg?
Transespecie es un concepto mucho más amplio que cyborg, aunque los dos están relacionados con temas de percepción. El hecho de ser cyborg también quiere decir que no te consideras del todo humano, porque es alejarte de esta idea. Nos dimos cuenta de que el hecho de no sentirte 100% humano era algo mucho más amplio. También nos habíamos encontrado con gente que, como yo, que siempre he sentido que una parte de mi es líquida, sentían que no eran humanos, su identidad iba más allá: se sienten un elemento, un gato, etc.
Con la Transpecies Society lo que queríamos básicamente era abrir un poco este campo para defender las identidades diferentes, que creemos que hay muchas, y que es un tema del que se habla muy poco. Y es que, realmente, ¿qué significa ser o sentirse humano? La diferencia básica entre transespecie y cyborg sería que, aunque ambas son identidades, cyborg tiene más relación con la tecnología y, aunque no te implantes nada, puedes serlo por sentirte muy vinculado a ella; y transespecie puede estar totalmente alejado de esto. Simplemente es sentir que no eres 100% humano a pesar de tu cuerpo. Te puedes sentir un puente, un gato o luz. Para mí, más que una limitación en mi cuerpo vi este proyecto como algo artístico para crear una nueva percepción y una nueva grafía en mi cerebro. Crear una nueva percepción como forma de arte: fue y es curiosidad artística.
¿De qué forma os gustaría avanzar con todo esto? En tu caso, ¿estarías dispuesto a aumentar la percepción en otros sentidos que no estén relacionados con la presión atmosférica?
De momento quiero seguir con la creación del sentido de la presión atmosférica porque es el proyecto en el que estoy ahora sumergido. Pero bueno, todo lo que tiene relación con el agua me interesa, así que creo que seguiría explorando sobre lo líquido y todo ese terreno.
Arquitecturas Cuerpo 10 Manel Munoz.jpg
El arte que vosotros desarrolláis es por y para vosotros, entonces, ¿de qué modo podéis sacar provecho de este nuevo sentido o percepción para que tenga una trascendencia a nivel colectivo?
Creo que lo interesante en este caso es que cada uno cree su propia obra, o sea, que cada uno pueda encontrar su pasión, lo que le gustaría explorar. Eso es lo que intentamos inculcar desde la Transpecies Society. Nosotros lo vemos como arte perceptual porque nuestra obra se basa en la percepción. Existió un movimiento llamada Percepcionismo, del que nosotros seríamos su renacimiento, pero haciéndolo de una forma mucho más directa: es algo que pasa dentro de nosotros.
La forma en que lo podría compartir sería dándote mi órgano barométrico y dejándote experimentar la obra que yo he hecho. Pero al final la percepción la crearías tú, tú acabarías siendo el artista de tu propia percepción. Otra forma de conseguir esta transcendencia colectiva sería que la gente empezara a crear sus propios órganos, que se desarrollara el movimiento en sí. Nosotros lo vemos como post-arte porque es una práctica artística que corta con la dinámica que ha existido desde siempre: tú creas la obra, la expones y hay un público. Esta vez tú creas una obra que va dirigida a ti.
¿Pero por ejemplo Moon Ribas, sí que hace performances en las que utiliza su nueva percepción, no? En ese caso sí que hay una repercusión colectiva
Sí, es verdad. Moon Ribas, por ejemplo, baila terremotos; yo también hice un concierto barométrico.
Después de la inauguración de la sociedad a finales del año pasado crecisteis muchísimo en número de miembros. ¿Sigue en alza? ¿A través de qué iniciativas o acciones buscáis ese crecimiento?
A ver, es el principio y estamos arrancando. Estamos llevando a cabo diferentes dinámicas. Ahora, por ejemplo, estamos llevando a cabo tres proyectos para probar de qué modo avanza la creación de sentidos en grupo. A parte, también hemos abierto una convocatoria para residencia de artistas para que personas de todo el mundo puedan aplicar y puedan pasar alrededor de un mes en la Transpecies Society creando su obra. No tiene por qué ser la creación de un sentido, pero sí que tiene que estar relacionada con el futuro, la percepción, las identidades no humanas y la tecnología. Este mes también vamos a hacer otro evento, la instalación en vivo del sentido de los rayos cósmicos a Kay, uno de los nuevos miembros de la sociedad. Vamos creciendo poco a poco pero cada vez más la gente se va enterando, sobre todo también por las redes sociales, que son una herramienta muy potente.
Nueva Maquinaria 2 Manel Munoz.jpg
¿Cuál es la labor que cumple la fundación? ¿Cómo es el trato con las personas que también se interesan por convertirse en cyborgs, en términos de asistencia o ayuda?
De momento hemos funcionado de la siguiente manera: la gente propone proyectos y si a una parte del grupo que hemos formado le parece bien, seguimos adelante con el proyecto. Trabajamos mucho en grupo. Por otro lado, por ejemplo, si alguien quiere crear un nuevo sentido pero no sabe cómo hacerlo, lo guiamos, ya que hay diversas maneras de hacerlo: proponemos realizar una cronología de la vida de alguien año por año para ver si hay factores que se van repitiendo constantemente; para predecir tu futuro debes conocer muy bien tu pasado. Esto lo hacemos con la gente que está más perdida, pero hay otras personas que lo tienen muy claro. Cuando está decidido, intentamos ver si ya hay tecnología desarrollada en el campo que la persona quiere trabajar y a partir de ello, construir un dispositivo personalizado y desarrollar todo el proceso.
Si cualquier persona que nos está leyendo se plantea convertirse en cyborg, ¿qué tiene que hacer?
A parte de lo que he dicho antes y, por supuesto, contactar con nosotros anteriormente, se empezaría a trabajar en un primer prototipo en términos de localización, cómo sentirlo, etc. y luego se crearía. Posteriormente se aplicaría para que la persona se empezara a adaptar y poder ir haciendo los cambios pertinentes en los nuevos prototipos si es necesario.
Arquitecturas Cuerpo 4 Manel Munoz.jpg
Transespecie 1 Manel Munoz.jpg
Transespecie 2 Manel Munoz.jpg
Transespecie 3 Manel Munoz.jpg