Ciertos cantantes, no muchos, tienen un don a la hora de narrar su propia vida y sus experiencias en los temas que componen. Y es que consiguen no solo hablar de sí mismos, también inconscientemente dar voz a miles de vidas ajenas que consiguen conectar a la perfección con su discurso. Alizzz es un claro ejemplo del gran poder que supone crear una red emocional a través de la música con la que abrazar a todos los que han vivido o viven lo que él cuenta y transmite. ¿Cómo no iba a tener ese don alguien que ha estado desde el principio al lado de las figuras más relevantes de la industria musical española?
Ganador de tres Grammy Latinos gracias a su aplaudida faceta como productor, Alizzz ha demostrado tener el olfato muy afinado para saber apostar siempre por el caballo ganador. Ahora, con el estreno de su primer disco en solitario Tiene que haber algo más, es hora de apostar por él mismo. Sinceramente es un riesgo asegurado, al traernos uno de los trabajos más limpios, cohesionados y completos que se escucha desde hace mucho tiempo. Además, también cuenta con colaboraciones escogidas a conciencia y con mucho mimo como pueden ser Amaia o Rigoberta Bandini. Siempre dicen que cuando apuestas la casa siempre gana y, en este caso, con Alizzz y su música, ganar, ganamos todos.
El pasado noviembre ganaste tres Grammy Latinos, ¿aún dura la resaca de semejante acontecimiento?
Me ha costado mucho aterrizar. Fue un aluvión a todos los niveles, incluso de felicitaciones. Aún tengo mensajes sin responder en WhatsApp porque durante un buen rato fui incapaz de empezar a contestar absolutamente a nadie. Ahora ya estoy más centrado asimilándolo todo, y he podido empezar a responder.
¿Dónde has guardado tus Grammy?
Los Grammy los tengo, pero las estatuillas las tiene la Academia de la Música. En general, los premios son así, es algo abstracto. En el caso de los Grammy, debes solicitarlo y pagar lo que cuesta la estatuilla, ya que hay premios que lo ganan cinco personas como con el tema Hong Kong, pero en el de mejor ingeniería éramos veinte, imagínate.
¿Eso no le quita algo de magia?
Yo me los voy a pillar.
¡Uy, pues a saber cuánto te soplan! Por cierto, durante la gala, entre tantas subidas y bajadas a ese escenario a recoger estatuillas, ¿se te pasó en algún momento por la cabeza que durante un tiempo tu vida estuvo encaminada a ser ingeniero informático?
Soy ingeniero de telecomunicaciones y he trabajado muchísimos años en eso. Soy consciente de que soy muy afortunado al poder dedicarme a la música, ya que como tú has dicho, mi camino no iba por ahí. Ya tenía mi carrera como programador, pero, gracias quizás a Dios, he tenido la fuerza para conseguir lo que tengo ahora. Hubo un momento en el que tuve que decir que me dedicaba a hacer música o nunca lo iba a hacer.
¿Con qué edad te lanzaste?
Creo que treinta... Tú piensa que hasta la muerte hay esperanza para hacer lo que quieres.
Eres el artífice de canciones que serán recordadas como parte de la historia de la música española. Ahora que tú y el éxito vais de la mano, ¿crees que se puede ver venir?
El ángel viene y va. A veces tienes el olfato más desarrollado y otras no. Obviamente este año lo debo tener bastante afinado, por eso hay que aprovechar y hacer todo lo que se pueda, por si luego llegan las vacas flacas, y así tener un colchón para poder ir tirando.
¿Hay algún tema que escuches que no sea tuyo y pienses, “ojalá lo hubiese hecho yo”?
Sí que hay temas que me encantan y me da rabia porque pienso, ¿cómo coño han conseguido ese sonido? Hace poco escuchaba uno de los discos de Tame Impala, que a nivel conceptual me parece perfecto, y eso yo no lo sé hacer, me llama muchísimo la atención.
La prensa se llena la boca diciendo que eres el padre de las carreras de Rosalía o C. Tangana, creando varios de sus primeros temas como Antes de morirme o Llámame más tarde. Si los hits musicales fueran como las Supernenas, compuestos únicamente de tres elementos fundamentales, ¿cuáles dirías que son los que componen a una estrella de la música?
Primero debe ser emocionante cuando lo hagas, que tenga algo que cuando estés componiendo el tema te haga sentir cierta inestabilidad, mariposas, un mareo en el cuerpo. Debes notarlo, que luego contagiará eso a los demás. También creo que es fundamental la estructura, no suele tenerse muy en cuenta, pero es algo a lo que prestar atención. Una canción nunca puede soltarte, puede tener un momento más raro o instrumental, pero nunca puede dejarte ir. Lo veo como una pelea, debes mantenerte a ti mismo mientras la compones y hacer que los demás también se mantengan.
De todas las canciones que has hecho, ¿cuál dirías que es la más redonda?
Del disco estoy orgulloso de varias, pero Amanecer es la canción que más veces he sido capaz de escuchar sin cansarme. No es un egotrip, pero cuando haces canciones durante el proceso de creación todos las escuchamos una y otra vez. Es muy importante para poder darte cuenta de lo que falla y lo que no. Amanecer es de las primeras que hice y sigo escuchándola sin que me dé rabia.
Con el auge de géneros musicales como el ‘bedroom pop’, caracterizado porque la música se produce en un dormitorio o en cualquier lugar que no sea un estudio de grabación, ¿qué crees que convierte a alguien en un buen productor?
No es tan importante la técnica, pero sí el tener algo que aporte frescura a la producción, un gusto particular que haga que tu sonido suene a algo diferente. Es la única manera que tiene un productor de destacar a la hora de proponer algo artístico. Hay muchos productores que, sin propuestas artísticas interesantes, saben hacer hits y viven en mansiones.
Todo el mundo se pregunta en qué momento decidiste lanzarte a cantar tus propios temas…
Al ser productor tengo la ventaja de que soy mi propio productor y no tengo que recurrir a nadie. Eso es muy complicado, encontrar a un productor con el que conectes no es fácil. No se ha tratado nunca de dar el paso, de lanzarme, ya que ya cantaba antes. Retomar mi carrera como solista ha sido un proceso rápido.
Cuando cogí la guitarra y volví a tocar pop y pop rock que viene del indie, me di cuenta de que ese tipo de música era la que siempre me había acompañado y con la que más me había identificado, por mucho que haya ido prestando atención a la electrónica o al urbano. Entendí que otros géneros que tenía olvidados eran los que me definían y me aportaban una frescura nueva a la hora de componer. Cobró sentido mi voz en esa música que quizás en algo más urbano. Mis movidas y sentimientos cuadraban también en esa música. Al principio sentí que se trataba del azar, pero reflexionando me he dado cuenta que la vida siempre me ha estado guiando hasta este momento.
Te han nombrado como el productor musical más importante de España por haber estado detrás de temas como Antes de morirme, Booty o Yo invito. Dices ser obsesivo a la hora de crear estas canciones y siguiendo la temática de tu primer y nuevo disco, Tiene que haber algo más, ¿qué es más complicado: producir un hit o una relación sentimental como las que hablas en el disco?
Mucho más complicado producir una relación, ¿no crees? Un hit es echarle unas horas de brillo e inspiración, pero una pareja requiere una dedicación mucho más constante y complicada. Gestionar emociones es más difícil que elaborar un gancho musical.
Tiene que haber algo más se describe como una invitación a tu propio universo, ¿cómo describirías tu propio mundo?
Mi universo está más relacionado con el mundo de la noche que yo he vivido y que es muy importante para mí. He trabajado de DJ, llevo subiéndome a un escenario muchos años y he vivido largo tiempo de noche acumulando muchas experiencias. Tuve la suerte de haber experimentado la cultura de club, me gusta mucho la electrónica y he ido a muchas sesiones del Sónar y el FIB. A todos esos momentos recurro a la hora de escribir, y conecto con mi voz y con lo que quiero escribir.
Hay cosas de mi vida que podrían convertirse en arte, pero prefiero tirar de esos momentos, que son como un fetiche. Luego, que conste, yo soy mucho más, he vivido más cosas.
Hay cosas de mi vida que podrían convertirse en arte, pero prefiero tirar de esos momentos, que son como un fetiche. Luego, que conste, yo soy mucho más, he vivido más cosas.
En el disco hablas precisamente de las relaciones de una manera muy cruda y vulnerable y me he preguntado: ¿afrontas tus relaciones siempre a pecho descubierto? ¿Te lanzas al vacío sin pensarlo?
Me considero kamikaze y suelo reflexionar ya cuando me he pegado la hostia. Yo tiro y tiro, y no paro hasta que es demasiado tarde. Pocas veces he sido capaz de parar una relación que me estaba matando o un comportamiento autodestructivo. Tiendo a alcanzar los límites. Sé que no es bueno, pero es así.
¿Te has dado muchas hostias?
¡Claro que sí!
Este tipo de discos en el que el cantante se sitúa desde la perspectiva del abandonado me hace preguntarme si es verdad, si se considera más amado que amante. ¿Cómo te ves a ti mismo?
Creo que regocijarse en que has hecho daño a alguien no tiene mucho sentido, el drama siempre está más en cuando uno está jodido que cuando jode.
Pues mucha gente dice que es mucho más complicado dejar que que te dejen…
Estoy de acuerdo. Yo siempre hablo sobre el desamor siendo el perdedor, el vulnerable y el frágil, he vivido situaciones desde ambas perspectivas, pero una de ellas tiene más poesía.
Uno de los temas que más me ha gustado de tu disco es Ya no siento nada, aunque en el fondo lo que cuenta me parece tristísimo, ya que a mí también me pasa. ¿No se siente como un robo el que los demás machaquen tanto hasta que nos vacíen al completo?
Así es, la gente te roba todo a nivel emocional, las ganas de vivir…
¿No es una putada?
A mí me gusta esa canción porque es muy de venirte arriba, pero la letra dice que estás fatal. Zahara me dijo que ese tema era el que más escuchaba para venirse arriba antes de los conciertos, pero que al escucharlo en el contexto del disco le pareció una historia de llorar. Esa dicotomía mola, puedes ver esa canción desde los dos sentidos.
¿A ti te pasó? ¿Ya no sentías nada?
A mí me paso, claro.
¿Cómo te recuperaste?
No puedes pasarte la vida regocijándote en la mierda. Un tiempo vale, pero después tienes que recuperarte, siempre debes recuperarte. He tenido que sufrir para escribir una canción, pero en el momento de escribir debo estar bien, tomándome una café tranquilamente desde la plenitud de mi casa.
A mí como escritor siempre me surge esta duda, a ver tú qué opinas. ¿Crees que nuestras parejas se preocupan si escribimos constantemente sobre el sufrimiento en el amor?
A mí ella me conoce perfectamente y no se lo toma de forma personal. Cuando escribo, por ejemplo, una canción como Ya no siento nada combino muchas vivencias y sentimientos, no una historia propia y concreta.
¿Alguien se ha dado por aludido con alguna de las canciones del disco?
Tenía miedo con la canción Ya no vales. Se trata de un tema irónico, en el que yo me río de mí mismo y me preocupaba que alguien pensara que le estaba mandando un mensaje. Mucha gente no pilla el sarcasmo. Gracias a Dios nadie me viene a pedir explicaciones. ¡Me preocupa que mis padres se pregunten si estoy bien con tanta canción triste! (Risas).
Una de las temáticas del disco es la búsqueda infinita de sentido, algo a lo que nos resignamos sin más cuando en el fondo es una tortura. ¿No te parece un sin vivir? ¡Es agotador!
Yo disfruto del camino. Cuando consigo algo, pararme y saborearlo no me llena, me gusta lo anterior. Silvia Pérez Cruz, una cantante muy reconocida, dice que a ella lo que le hace feliz es el estar, conseguir algo y gozarlo. Yo no, tengo que estar en el camino y, como bien dices, es agotador, pero por eso creo que Silvia es más madura que yo.
¿Crees que si llegas a una etapa plena en tu vida marcada por la felicidad te saldrán temas tan tristes?
No creo que sea tristeza, es más nostalgia y euforia. Yo no estoy triste, suelo estar cabreado o eufórico.
“Gestionar emociones es más difícil que elaborar un gancho musical.”
Hombre, la nostalgia no es muy buena.
Bueno, pero es lo que siento. Uno escribe lo que vive y vuelca lo que es en ello. Si llega el momento en el que no me identifico con los temas que estoy tratando ahora, espero poder encontrar la inspiración en otros sitios. Eso sería bueno, ya que habré encontrado otro lugar desde el que emocionarme.
A muchos cantantes, por ejemplo, la paternidad les cambia la forma de escribir.
A Jorge Drexler le pasó. Me comentó que sus mejores canciones las escribió después de tener a su hijo.
¿Lo tuvo antes o después de ganar el Oscar?
¡Creo que después! (Risas).
En Fatal, tu colaboración con Little Jesus... Oye, por cierto, aprovecho y te pregunto: ¿sabes por qué esa canción se ha vuelto viral en TikTok?
¡Yo no tengo TikTok!
Esperaba que hablando con alguien de la Generación Z me lo desvelara.
¡Soy millennial!
Vaya, es que hay millones de vídeos de gente con esa canción sonando (risas) ¡Ay! ¿Cuál era la pregunta? En esa canción hablas de cuando nos enamoramos de alguien que nos trata de pena, ¿por qué hacemos eso?
Creo que somos así de imbéciles. No hay cosa que atraiga más que el que pase de ti. Te han estado haciendo caso y cuando dejan de hacerlo piensas, joder, cómo me pone, cómo me gusta… Es algo que forma parte del juego.
Es un juego terrible…
¿Pero a que te diviertes?
¿Yo? ¡Nada de nada! (risas). Ay, que no se me olvide, por favor, háblame de la creación de El encuentro. ¡Es mi tema favorito!
El encuentro es una historia real que acabó bien.
¡Qué bien!
Tenía la sensación de que los ganchos como “he pensado en ti más de la cuenta” y “¿qué vamos a hacer?” eran muy buenos ganchos. La música era sexy y sofisticada. Pensando en colaboraciones con Pucho, a quien pedí ayuda en ese momento, nos dimos cuenta que Amaia nos cuadraba en muchísimos temas, y que era perfecta para un disco como este. Le encantó la canción y desde entonces conectamos a nivel personal y musical. Fuimos hablando hasta que empezamos a hacer música para ella y vi que había algo, ahí me volqué en convencerla para hacer un disco; y hasta ahora.
Y esta pregunta no puede faltar e imagino que ya te la habrán hecho, ¿has resuelto la duda? ¿Hay algo más?
He encontrado un camino nuevo. Ahora hacer mis canciones y cantarlas es gran parte de mi vida, e incluso voy a empezar a girar con mi banda. Este proyecto me ha dado ganas de seguir hacia adelante.