“Renovar nuestra identidad como marca es uno de los pilares de nuestro proceso de transformación”, afirma Guillem Gallego, el Chief Marketing Officer de Desigual. El ‘forwards’ de su nueva campaña no es nuevo en realidad, siempre ha sido enseña de la marca. Siempre hacia delante. Como cuando contrataron a Jean-Paul Gaude como director artístico, para sorpresa de propios y extraños; o como cuando decidieron no renovar hace un par de meses la colaboración justo en el momento en el que se empezaba a ver el nuevo cambio de rumbo. Ahora esta nueva campaña se presenta con el logo completamente al revés. El objetivo del cambio, dice Guillem, es “invitar a la gente a pensar. Incomodar. Animarles a salir de su zona de confort. ¡Exactamente lo que hemos hecho nosotros!”
Y este cambio se traduce no solo en la parte gráfica, sino que engloba otras áreas como la comunicación, la producción y la distribución –todas más sostenibles, por ejemplo, ya que están trabajando en procesos de ahorro de energía y tejidos orgánicos. Lo que no cambia es el ADN de la firma, Desigual seguirá siendo y representando lo que es desde que la fundara Thomas Meyer en 1984: una oda a la expresión individual, a la libertad, a la alegría, a disfrutar del momento, y a la creatividad.
De hecho, la creatividad es combustible que hace que todo lo demás funcione. “Es inherente a nuestros procesos”, explican. Y se remontan a su primera pieza, “nuestra chaqueta icónica hecha a partir de vaqueros reutilizados”. Pero no solo es importante adoptar la creatividad como forma de trabajo, sino también la focalización en los procesos, no solo en el producto final. “Incorporamos el error como parte del proceso creativo, fomentando la flexibilidad, el aprendizaje continuo y la experimentación”, afirman.