Los integrantes de Zsongo eran una familia mucho antes de ser Zsongo. Por eso se han jurado que “si Zsongo rompe nuestra hermandad, adiós a Zsongo”. Así habla este colectivo de jóvenes afrodescendientes pioneros en traer su cultura a la escena club española, ya sea desde una sala en Malasaña o desde el mismísimo Wizink frente a diecisiete mil personas. Cuando creas un presente eterno a través de conectar las referencias culturales de tu pasado con las tendencias del futuro, ese momento es pura fuerza. Indestructible, como unas buenas Dr. Martens.
Eligieron el nombre para su colectivo porque representaba exactamente lo contrario a lo que habían sufrido. Zsongo significa punto de encuentro común, lugar donde nadie te juzga. La creatividad y la inclusión son parte del ADN de sus fiestas. Se permiten interrumpir un DJ set para sacar una kora (guitarra africana tradicional de veinte cuerdas) o improvisar un desfile de moda como teloneros de Rels B. “Aunque Daniel ya venía a Zsongo a disfrutar mucho antes de invitarnos a actuar con él”, me chivan. No, no estamos acostumbrados a escuchar sobre muchas fiestas teloneando a un artista internacional. En Barcelona, también la liaron de lo lindo en la verbena de Zalando el pasado verano. Así que la pregunta es obligada, ¿qué está pasando con Zsongo?
Somos diez sentados alrededor de una mesa y aun así faltan algunos. Son muy altos, visten con chaquetas de cuero, pañuelos, combinan anillos de plata con collares de caracoles y todos calzan Dr. Martens. Estamos aquí para conocerles un poco mejor y hacerles una fotos con algunos zapatos y botas de la marca tomando el testigo de su campaña Made Strong, que se pregunta cómo está cambiando en nuestros días el concepto de fuerza para las nuevas generaciones. 
¿He mencionado que todos trabajan o han trabajado alguna vez como modelos? Así que quiero saber qué significa para ellos la forma en la que visten, y enseguida surge una palabra clave: identidad. Esa identidad que reivindican a través de la ropa y de la música es también lo que ha hecho tan popular a Dr. Martens, que ha sido capaz de forjar la suya propia (durabilidad, resistencia, su famoso pespunte amarillo) sin desdibujarse un ápice a lo largo de seis décadas, pasando de generación en generación, saltando de la calle a los escenarios y a las pistas de baile, y abrazando diferentes estéticas y tipos de música. “Y luego está la comodidad”, dice Pape, “eso es básico. El calzado tiene que adaptarse a quién soy, tiene que permitirme bailar”.
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Y es que bailar es lo que más se hace en las fiestas de Zsongo, gracias en parte al amapiano. ¿Os sentís pioneros en traer este género musical a Madrid?, pregunto. (Recordemos que The Voodoo Club hizo lo propio en su día en Barcelona). “No nos sentimos, lo somos”. Respuesta firme. Los chicos saben que han apostado fuerte por una música que hasta ahora no había dónde escuchar. “Algunos DJs como JAVS, que investigaban ya en el afrobeat, pinchaban amapiano cuando nos veían en las salas, pero dos temas o así, nada más. La gente no lo entendía, se quedaban mirando”. No es casualidad que JAVS fue de los primeros DJs que ficharan para su equipo junto a Chris Collins cuando despegó el proyecto.
Una cierta incertidumbre, al principio, les hizo plantearse hacer las fiestas con entrada gratuita. No estaban seguros de quién iba a venir y menos un domingo, pero sí vinieron. “Todas han sido sold out desde el día uno”, cuenta Djouma orgullosa. Y es que según ellos, el logro ya está hecho. “Con que aparezcan todos estos movimientos, más fiestas afro, más amapiano, más música… todo eso ya es mucho más de lo que nosotros soñábamos”. Expresan con cariño la idea de que sus primos y sobrinos criados en España puedan ir a un “Zsongo cualquiera” cuando crezcan. Que existan mil Zsongos.
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Les pregunto de dónde sacaron la fuerza para poner todo esto en marcha y para conquistar a tanta gente y responden que creyendo en su intuición. “A nosotros esa fuerza nos la ha dado la vida”, me dicen. No hay más fórmula, solo desean visibilizar su cultura e intentar hacer disfrutar a su público. Por eso en su fiesta da igual tu color de piel y tu origen, el suyo es un espacio abierto a todos. Y por eso también prefieren dejar algunos discursos para otros lugares. “Si vas a hablar de política es fácil encontrarte con una respuesta en contra; pero, ¿quién va a hablar mal de la cultura?”, remarcan.  
Aun así, las historias sobre discriminación salpican toda nuestra conversación. Boss, que se autodefine como el más serio mientras sus compañeros le bromean, pone los pelos de punta con una de sus pocas intervenciones. “Te puedo contar un montón, pero cuando yo tenía doce años y mi hermano apenas diez, entramos en una tienda. Nos estábamos probando ropa y se cayó una alarma. Enseguida vi la que se nos venía encima. Le dije que recolocásemos la alarma como si no pasara nada pero al salir, en vez de preguntarnos qué había sucedido, las dependientas nos esperaban con los guardias. Un jaleo que flipas y eso que éramos niños. Discutimos y una de ellas nos gritó que nunca llegaríamos a nada. Tiempo después, con trabajo y sacrificio, mi hermano se convirtió en imagen de esa marca. Es el único modelo negro que ha repetido tantas campañas seguidas. Lleva ya casi cinco años”. Shoutout colectivo para Ibrahima Kone. Todos aplaudimos a Ibrahima, que no pudo estar con nosotros ese día pero que también es parte de la gang. 
Por último pienso en qué referentes habrán tenido, y me topo con una respuesta tan dura como habitual: no los tenían. Fueron las propias familias de cada uno y los relatos de vida de sus compañeros de colectivo los que se convirtieron en inspiración. “Mi padre ve lo que hago con Zsongo y me cuenta que él hizo cosas parecidas cuando era joven, pero no había forma de documentarlo”. Para ellos, que Zsongo exista es un privilegio producto de las luchas de sus antepasados; una responsabilidad cultural que comunicar a las generaciones que vienen detrás. Y para mis adentros pienso que ojalá una máquina del tiempo para conocer lo que harán en el futuro quienes son ahora niños.
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Moha lleva DR. MARTENS CHURCH QUAD y Suley lleva DR. MARTENS ADRIAN YELLOW STITCH.
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Djouma lleva DR. MARTENS JADON III PISA.
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DR. MARTENS CHURCH QUAD.
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Suley lleva DR. MARTENS ADRIAN YELLOW STITCH.
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DR. MARTENS JADON III PISA.
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Djouma lleva DR. MARTENS JADON III PISA.
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Moha lleva DR. MARTENS CHURCH QUAD.
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Pape lleva DR. MARTENS 1460, Moha lleva DR. MARTENS CHURCH QUAD y Suley lleva DR. MARTENS ADRIAN YELLOW STITCH.
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Pape lleva DR. MARTENS 1460.
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DR. MARTENS 1460.
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Moha lleva DR. MARTENS CHURCH QUAD y Suley lleva DR. MARTENS ADRIAN YELLOW STITCH.
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Pape lleva DR. MARTENS 1460.
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Fly lleva DR. MARTENS 1461.
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DR. MARTENS ADRIAN YELLOW STITCH.
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Pape lleva DR. MARTENS 1460, Moha lleva DR. MARTENS CHURCH QUAD y Suley lleva DR. MARTENS ADRIAN YELLOW STITCH.
Zsongo es el colectivo invitado en la próxima edición de ACERO Club, este viernes 15 en TSH Barcelona. DJs: Naguiyami,  Chris Collins & Gidi.