El fuego, el agua, el viento y la tierra son los cuatro elementos de la naturaleza, ¿pero qué pasa cuando estos se encuentran con la tecnología? La respuesta la tiene Pau Jiménez, más conocida como Urticae, una artista digital que pone al alcance de nuestra vista, nuestro oído, y, por qué no, también de nuestros sentidos, esos nuevos mundos donde nuestra vida cotidiana y la tecnología caminan de la mano de la forma más bonita posible. Hablamos con ella acerca de todas esas relaciones entre arte, vida y tecnología y también sobre su último trabajo para el drop Innovation Metaverse Design Story junto a H&M donde todos los elementos se encuentran a tiempo real para crear la unión perfecta entre el presente y el futuro.
Nuestra vida cotidiana nunca ha estado tan conectada, parece que los aparatos tecnológicos sean extensiones de nuestro cuerpo que necesitamos del mismo modo que necesitamos un brazo. El futuro realmente es ahora nuestro presente con los filtros de Instagram, con esa realidad aumentada que ya nos sigue a todos lados o incluso en las formas de pensar e intentar entender el metaverso o los NFTs. Nuevos mundos y nuevas posibilidades se nos han abierto, así como nuevas formas de crear mimetizándonos con la tecnología para unir el mundo real con el digital en el mismo plano; una relación entre nuestra vida y la tecnología que nos ha hecho entendernos como sociedad.
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Primero de todo, ¿nos podrías contar un poco en qué consiste tu trabajo?  
En definitiva, me dedico a producir imágenes, espacios o piezas usando técnicas digitales variadas. A veces más interactivas otras veces estáticas.
No diría que el medio precede al contenido, pero sí que es cierto que el medio, en este caso la tecnología, genera en sí mismo diálogos. Los temas que me interesan son la cotidianidad o intimidad digital, lo posthumano, lo queer y la interacción y los funcionamientos tecnológicos colectivos. 
¿Qué posibilidades dirías que abre el metaverso al mundo del diseño?  
Considero que en el metaverso llevamos ya muchos años, ahora se ha aceptado un nombre y parece que vamos centrando eso de tener una presencia digital que interactúa exclusivamente en ese plano.
Entiendo que abre posibilidades porque lo digital gana peso y valor frente a la visión analógica o matérica, pero a la vez es peligroso por la parte especulativa que hace que sea frío y lejano. Creo que ahora que tenemos esa palabra, tenemos que encontrar otra más amable que no se la haya apropiado M.Z.  
Aparte de artista digital, también eres arquitecta, ¿qué puntos tienen en común ambas disciplinas? 
Entiendo que hay un punto común principal que es la tridimensionalidad, y de ella derivan muchos matices: la generación de mundos, la interacción o el habitar, lo multidisciplinar o multiplataforma… A la vez veo que se rozan en otros más, muchos de ellos reguleros como la especulación o las malas condiciones laborales. 
Hablamos de los NFTs muchas veces como el futuro de la moda, pero en realidad no son otra cosa que el presente, ¿cómo dirías que han afectado a la industria?   
No soy la más indicada para hablar de NFTs, es un barco que dejé zarpar porque no acabé de alinearme del todo con ello. Sí que creo que abrieron un capítulo nuevo en la concepción del producto virtual y generaron un debate interesantísimo acerca del poseer arte, de lo volátil de la propiedad y de la necesidad de entender o despreciar el valor de algo que se replica tan fácilmente. Hay personas que han sabido reubicarlo en su ámbito y entiendo que la industria de la moda supo entrar también. 
Aparte de los NFTs, actualmente en la industria de la moda se convive diariamente con la tecnología. Recuerdo el probador de realidad aumentada de Cher en Clueless, ahora todo eso parece ser ya una realidad. Como creadora digital, ¿cuáles crees que son los retos que faltan aún por aprender?  
Hay una barrera tecnológica y económica en el desarrollo de esas experiencias y en el acceso a esa tecnología por el público medio. Nuestro ojo poco a poco se va acostumbrando a los nuevos formatos y lo que antes nos parecía fascinante, como los filtros AR, ahora se nos quedan cortos en lo que a inmersión se refiere. Creo que uno de los retos sería tratar de integrar más la tecnología, introducirla en espacios multisensoriales no basados exclusivamente en lo visual y alejarla de esa visión fría, servil y futurista; justo como dices, ese so-called future ya está aquí.  
¿Podríamos considerar la realidad virtual una alternativa sostenible?  
Depende de a qué sustituya. Concretamente la Realidad Virtual parecía que iba a vivir su auge en los últimos años, y aún se encuentra con un tope, creo que nos cuesta que nos aíslen del todo del mundo exterior. Veo un lugar más interesante en la Realidad Aumentada o Mixta ya que aportan una perspectiva conocida de la que partir. Además, los cascos de realidad virtual son menos accesibles, son caros y muy individuales. La VR es escapista, que, oye, en muchas ocasiones quién no quiere huir. Personalmente, me mareo con las gafas VR y siempre me tengo que tomar una biodramina antes de jugar. 
En la mayoría del grosor de tu trabajo, exploras las interacciones humanas y los espacios íntimos para trasladarlos a un plano virtual, ¿qué dirías que tienen en común actualmente estos dos espacios?  
Intimidad y tecnología son dos conceptos que tengo completamente relacionados. Confiamos en nuestros dispositivos como fieles compañeros, son una presencia a la que transmitimos nuestros miedos, nuestras inseguridades, prevén nuestros movimientos, atestiguan nuestros actos sin descanso. Imagino que como Dios, hacen un papel de confesores y contenedores de verdad. Me fascina lo rápido que les hemos abierto un huequito en nuestro lecho. Ordenamos nuestros displays como nuestras casas, sacamos la basura, borramos documentos, generamos rutinas. Ese punto me tiene enganchada. 
Uno de los muchos ejemplos que tenemos actualmente del encuentro de la realidad con lo digital son los filtros de Instagram y Snapchat. Precisamente tú has creado algunos para ambas plataformas. ¿Qué dirías que necesita un buen filtro? 
Si hablamos de filtros faciales, desgraciadamente, por mucho que diga una cosa u otra, se usan más los que más guapx te hacen. A mí me gustan más los que te deforman y te hacen anónima o los que te convierten en otros seres, pero no olvidemos que Instagram es una plataforma de moda y belleza. 
Muchas veces los filtros se van de las manos con las modificaciones, cosa que ha generado polémicas sobre si son perjudiciales para nuestra salud mental, ¿qué opinas sobre esto?  
La propia cámara de nuestro móvil deforma nuestra cara. Nos hemos acostumbrado a vernos mucho y de forma muy controlada. Es muy muy difícil volver a tu versión de antes después de haber visitado otra realidad. Imagino que es inevitable que esto genere dismorfia, sumándose a la continua exposición y comparación en redes.
Por otro lado, considero que es chulísimo poder decidir qué forma quieres tener en lo virtual. En la plataforma de filtros de Spark (la de Instagram) se prohibieron durante un tiempo las deformaciones faciales para evitar justamente estos problemas. A cambio, el mismo componente con el que se hacían esas deformaciones estéticas se usaba para convertirte en otros seres. Estuvo un tiempo prohibido ser una dragona digital, por ejemplo.   
Ahora te has juntado con H&M para el lanzamiento de su nuevo drop Innovation Metaverse Design Story, ¿en que ha consistido tu unión con ellos?  
Hemos desarrollado una instalación interactiva en una de las paredes del espacio basada en cuatro elementos: viento, agua, fuego y tierra. Las visuales varían con el movimiento de los asistentes buscando integrar esos flujos de actividad humana en lo tecnológico.  
Has participado en la activación cinética del espacio del evento, ¿cuáles han sido los retos que se te han planteado a la hora de crearla?  
No estoy acostumbrada a hacer cosas que vayan a funcionar en tiempo real en estas dimensiones. Normalmente requieren medios o condiciones que no son fáciles de conseguir. Por eso estoy muy contenta de poder hacerlo aquí, aunque todo lo que funcione modificándose a tiempo real tiene los retos del directo... que un cable se desconecte, que la cámara no registre, que el público esté confuso, etc. 
¿Cuál dirías que es el futuro de la creación digital?  
Me cuesta mucho vaticinar futuros. Pero una cosa tengo clara, la creación digital e Internet abrieron paso a personas disidentes, creadores queer, racializadxs, mujeres... cada vez más referentes apropiándose de un medio al que a priori no fueron invitadxs. Creo firmemente en comunidades como Digigxl y en aprovechar lo que Internet proporciona que es la asociación y el apoyo colectivo para encontrar un entorno amable de creación desligado del cryptobroismo.
  
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