Han pasado cinco años desde nuestra última conversación con la Sophia Pega, y en ese tiempo su trabajo ha evolucionado hacia un lenguaje más estructurado, más silencioso, pero también más preciso. Lo que antes era impulso ahora se traduce en un ejercicio de observación minuciosa: una forma de nombrar lo emocional desde lo simbólico. El lado sensible no se ha atenuado, pero sí se ha refinado; ya no se trata solo de expresar lo que duele o lo que falta, sino de entender qué forma toma eso cuando se asienta.
The Beginning of the End of Love, su primera exposición individual en Barcelona, en la Vasto Gallery, llega como una especie de cartografía emocional trazada con tinta contenida. A través de una paleta casi monocromática y una iconografía que opera desde lo íntimo y lo figurativo, Sophia Pega construye un cuerpo de obra que no busca representar el amor, sino explorar los desplazamientos sutiles que se dan cuando algo empieza a deshacerse. La pérdida no es un punto final, sino un umbral. El deseo, una energía en tránsito. Y la pintura, un medio para detenerse justo ahí, antes de que todo cambie.

Hola, Sophia, ¿cómo estás? Es un placer volver a hablar contigo después de cinco años.
Con ganas de esta conversación. Han pasado muchas cosas desde entonces.
¿Cómo surge The Beginning of the End of Love?
Surge del interés por comprender cómo reacciona el cuerpo frente a la complejidad emocional del romance, del impulso de observar y revisar, con cierta distancia, momentos de quiebre para darles sentido y narrativa, y de querer ser consciente de lo que implica atravesar el final de una relación, mientras se presiente, casi en paralelo, que ese final abre la posibilidad de una nueva forma de estar disponible.
El título ya de por sí es potente. The Beginning of the End of Love suena a contradicción, a algo en proceso. ¿Es un duelo, una metamorfosis, una aceptación?
Diría que es todo eso a la vez. El título hace referencia a esos momentos en los que te das cuenta de que se ha instalado la duda en la relación. El duelo comienza ahí, cuando intuyes que estás a punto de perder algo que quieres profundamente. Pero en los procesos de cambio la energía se desplaza, y el deseo muta. The Beginning of the End of Love navega esos ciclos y reconoce cómo la intimidad con el otro se disuelve, se traslada y se transforma, en bucle.
En la última entrevista hablaste sobre cómo el arte te ayudaba a procesar emociones en bruto. Ahora, con The Beginning of the End of Love, parece que sigues explorando el amor y la memoria, pero desde una madurez distinta. ¿Cómo ha evolucionado tu relación con estos temas desde entonces?
El trabajo se ha vuelto más codificado, con capas de simbolismo que nacen de una lectura atenta de los movimientos internos. Ya no se trata solo de memoria y emoción, sino de cómo se transforman al ser observadas, entendidas y procesadas dentro del espacio de la ‘reverie’, ese lugar del subconsciente que habita entre lo tangible y lo onírico, y en el que, desde hace un tiempo, se sitúa mi práctica.
“Cuando miro una pintura y me inquieta, sigo en diálogo con ella: la observo, busco qué me está incomodando, qué tensión no se ha resuelto.”
¿Cómo ha sido el desarrollo del proyecto desde su primera idea hasta el montaje final en Vasto?
La idea comenzó a tomar forma cuando le mostré gran parte de la serie a María Baños en París, y me propuso convertirla en una exposición individual. Queríamos que no solo se mostrara la obra, sino que el espacio pudiera acoger también los escritos, la memoria física de los objetos y la carga emocional que los acompaña. A partir de ahí, comenzamos a pensar cómo construir una puesta en escena que permitiera al espectador entrar en ese entramado desde distintos niveles. Para ello, colaboramos con varios creativos y artistas como Krystel Lliana, Daniel Guix, Vanessa Thuille y Delfina Gorelik, que sumaron su visión de la obra desde sus propias experiencias personales, desde su lenguaje y ampliaron el proyecto más allá de la pintura.
Tu obra tiene un lenguaje visual muy reconocible, pero con esta serie parece haber una paleta más contenida, casi monocromática. ¿Cómo influye la restricción cromática en la narrativa emocional de la obra?
Las obras se sitúan en el plano de la reverie, en ese paisaje difuso de la memoria y el subconsciente. En esos lugares hay que nombrar los elementos para que aparezcan y existan más allá de la sensación. La paleta es contenida porque nace de esa atmósfera borrosa, donde los colores solo se definen si se decide describirlos.
¿Hubo alguna pieza que te sorprendiera a ti misma, que te mostrara algo que no esperabas encontrar?
He podido leer parte del simbolismo inconsciente en algunas de las obras al acabarlas. Fluttering whispers can’t be found contiene el sonido en la urna, como si al taparla se ensordeciera y el aire quedara estancado dentro. En Dancing fading lilies, las flores bailan desde un lugar oscuro y en conversación con el cielo, como si sus movimientos estuvieran ligados a la tormenta. Algunas pinturas exteriorizan lo que ocurre internamente, otras me devuelven hacia dentro.
Se dice que una obra nunca se termina, solo se abandona. ¿Cuándo sabes que una pintura está lista para existir por sí sola, fuera de tu estudio?
Es una sensación difícil de definir, pero bastante nítida cuando ocurre. Cuando miro una pintura y me inquieta, sigo en diálogo con ella: la observo, busco qué me está incomodando, qué tensión no se ha resuelto. A veces basta un gesto mínimo para que algo funcione. Sé que está lista cuando al mirarla ya no hay resistencia, solo una especie de silencio.
“En el arte, lo femenino aparece cuando lo afectivo, lo sensorial y lo erótico se convierten en modos de conocimiento. En mi práctica, tiene que ver con cómo se mira, cómo se escucha.”
Hay algo muy tuyo en cómo abordas lo femenino, lo íntimo, lo vulnerable, pero sin caer en clichés. ¿Cómo te relacionas con esa idea de lo femenino en el arte?
No pienso lo femenino como una categoría esencial, sino como una forma de percepción que se mueve desde lo íntimo, lo simbólico, lo lateral. En el arte, lo femenino aparece cuando lo afectivo, lo sensorial y lo erótico se convierten en modos de conocimiento. En mi práctica, tiene que ver con cómo se mira, cómo se escucha, cómo se organiza lo que se siente para darle forma, sin necesidad de imponerse.
María Baños, la comisaria, ha descrito tu trabajo como parte de una nueva ola de surrealismo contemporáneo. ¿Te identificas con esta etiqueta o sientes que tu obra va en otra dirección?
Hay una cercanía con la manera en que muchas artistas dentro del surrealismo transformaron ese lenguaje en un espacio de exploración interior. El inconsciente, los sueños y los símbolos aparecen como herramientas de comprensión emocional, y se abordan desde lo intuitivo, dejando que las asociaciones libres formen parte del proceso. Las pinturas acaban revelando historias que no estaban claras al principio, narrativas que emergen durante la práctica y que solo se hacen legibles al volver a mirar la obra finalizada.
Después de una muestra como esta, ¿te tomas un descanso o ya estás pensando en el siguiente proyecto?
Más que pensar en el siguiente proyecto, siento que todavía estoy dentro de este. Este cuerpo de obra fue un primer acercamiento al inconsciente como un lugar casi físico, habitable, pero ese paisaje sigue ahí, aún por recorrer. Ahora quiero cartografiarlo con atención, ver cómo se construye desde dentro y entrar en los detalles de los elementos que lo forman. Los destellos del agua, las formas que dibujan los lirios al flotar en el lago.
Y mirando hacia adelante, si The Beginning of the End of Love marca un cierre o una transición, ¿hacia dónde crees que se dirige tu trabajo ahora?
Una vez trazada la entrada a ese territorio, sé cómo volver y moverme en él. Con el marco conceptual más asentado, quiero desplazar el trabajo de investigación hacia lo formal: cómo se organiza la narración dentro del cuadro, qué peso tiene la materialidad del color y del gesto dentro de la pieza, qué posibilidades abre el formato. Me interesa pensar cómo la forma puede sostener la narrativa y, al mismo tiempo, prolongarla.



