A través de sus trazos, Sandra Modrego delinea un nuevo camino para reflejar la belleza humana. Son líneas gruesas que evidencian un hartazgo frente a los cánones de belleza convencionales, frente a la idealización de un tipo de cuerpo humano que difiere, y mucho, de la realidad.
Sus obras representan cuerpos naturales, no normativos y libres, envueltos por un color azul que les aporta felicidad, tranquilidad y los libera. Eso es precisamente lo que quiere transmitir, tranquilidad y paz. “Nunca se sabe cuándo llegará la inspiración”, dice. Por eso siempre lleva un cuaderno en el bolso, pues nos confiesa que encuentra la inspiración en la belleza de cualquier cuerpo. Si tú también quieres huir de los cánones convencionales, descubre aquí más sobre el trabajo de la artista, que además puedes encontrar expuesto en el Hotel Seventy de Barcelona.
En tus cuadros dices que quieres romper con los estereotipos sociales del cuerpo y de la figura humana. ¿Cuándo surgió este interés?
Es un sentimiento personal que he venido gestando desde hace ya un tiempo. Cuando el hartazgo frente a los cánones convencionales de la belleza se revuelve, es cuando busco romper los estereotipos sociales, cambiar la mirada. Es así como propongo una nueva lectura para reflejar la belleza detrás de Le Corps.
Cada cuadro, cada cuerpo, cada encuadre tiene una belleza particular. ¿Cuál es tu proceso creativo y tu fuente de inspiración?
Cualquier cuerpo no normativo en el que encuentre belleza. Un movimiento, un gesto. Le dedico mucho tiempo a pensar mis piezas, cómo serán, le busco sentido a lo que quiero transmitir con ellas. Tomo notas en un cuaderno que llevo en el bolso y saco fotografías con mi teléfono. Nunca se sabe cuándo llegará la inspiración.
Mirando tu Instagram, he encontrado un dibujo de 2013 inspirado en La Libertad guiando al pueblo, de Delacroix, que difiere bastante de tus obras actuales. ¿Cuál ha sido tu evolución como artista?
Siempre me he sentido muy atraída por los valores del cambio por la libertad, el inconformismo y el derecho a manifestación. Creo que este ha sido una constante en mi proceso evolutivo como artista. Cuando era pequeña me pasaba horas y horas dibujando. Era la única manera para que estuviese tranquila y concentrada durante unas horas. Así empecé con el dibujo y desde allí he ido probando diferentes técnicas, materiales y formas hasta encontrar mi azul.
Has dicho que Delacroix es uno de tus referentes, ¿pero qué otros artistas han marcado tu obra?
Podría mencionar a unos cuantos. Aquellos quienes rompieron con las reglas, que se avanzaron y tuvieron la fuerza para transmitir lo que querían. Actualmente, en esta parte de Europa, la sociedad nos lo pone más fácil en cuanto a libertad de expresión, pero tenemos que estar agradecidos por el trabajo previo que realizaron todos esos artistas que rompieron con lo preestablecido y creyeron en sus obras. Y no solo me refiero a los artistas plásticos sino también a fotógrafos como Carolee Schneemann y su manera de incorporar el cuerpo como material de la construcción visual, como territorio de lo visual.
En lo que refiere la parte estética, soy amante declarada de Matisse, Cocteau y Picasso. Pensando en mis contemporáneos, me encantan Christiane Spangsberg y la alegría y la manera de hacer de José A. Roda, a quien sigo desde hace años. Y si hablamos de cuentas, navegando por Instagram me enamoré de la naturalidad y espontaneidad de las fotografías de Jocelyn Lee; maravillosas.
El azul está muy presente en tu obra, pues has dicho que para ti representa la libertad y la paz. Precisamente tú dibujas cuerpos naturales y libres, ¿es esa la relación que guarda la estética de tus obras?
La idea central de la obra reside en eso mismo, en potenciar la belleza intrínseca de cada cuerpo envolviéndolo en ese azul que lo libera, lo naturaliza y le aporta felicidad. Dibujando cuerpos naturales y libres intento desafiar los estereotipos sociales del cuerpo perfecto y combatir los complejos.
Si el color azul desapareciera y tuvieras que utilizar otro, ¿cuál sería? ¿Piensas explorar más colores en próximos proyectos?
Sí, no me cierro a ningún color. Cada etapa artística pretende potenciar elementos estéticos y conceptuales diferentes, por lo que intento también profundizar en los valores que más pueden aportar a mi obra. Podría plantearme otros colores como el naranja, abriéndome hacia el ámbito de la emoción y sensación de calidez que despierta en mí, y también hacia la percepción que puede aportar a la obra.
Otros artistas como Yves Klein también encontraron en el azul –hasta patentó el azul Klein– su tonalidad favorita. ¿Cómo diferenciarías el azul de Sandra Modrego de los demás azules?
No pretendo diferenciarme de nadie. El azul Sandra Modrego es un azul de todos, es simplemente un recurso para potenciar el discurso.
Por lo que he podido ver, tus obras están enfocadas más en el cuerpo femenino. ¿Por qué?
Le Corps es una colección que no se centra en un sexo u otro, no limita. Pone más el acento en las mujeres que tradicionalmente han sido quienes han estado más expuestas a los estereotipos de la sociedad.
Le Corps propone una nueva lectura sobre los estereotipos sociales del cuerpo ‘perfecto’ y los complejos. ¿Qué papel crees que ha jugado el arte en la perpetuación o desconstrucción de estos estereotipos?
La historia del arte ha jugado un papel clave y constante en la perpetuación y deconstrucción de los estereotipos. Por un lado, potencian el cuerpo como puro elemento estético, elevándolo a parámetros de idealización. Por otro lado, revelándose absolutamente en contra de estos parámetros para potenciar la realidad tal y como es e incluso resaltando lo ‘feo’. En definitiva, los artistas han jugado un papel crucial en la formulación del concepto de lo estético.
Dibujando cuerpos naturales y libres intento desafiar los estereotipos sociales del cuerpo perfecto y combatir los complejos.
La insatisfacción corporal es una de las causas del desarrollo de patologías alimentarias. Este problema sobre todo aparece en la adolescencia. ¿Cómo crees que se podría luchar para que las personas se sientan cómodas con su cuerpo? ¿Crees que es un problema de los medios de comunicación, de educación o del arte, entre otras cosas?
El principal problema considero que son las actuales redes sociales y el mass media enfocados al ámbito del consumismo. Esto ha contribuido a promover una idealización del cuerpo humano muy alejada de la realidad, juntamente con un culto excesivo a la exaltación del ‘yo’ egocentrista.
Recientemente viajaste a Vanuatu, un país insular en el océano Pacífico Sur, donde realizaste varios dibujos. Grandes artistas han encontrado la inspiración en sus viajes, como Gauguin en Tahití. ¿Qué ha aportado esta experiencia a tu obra?
Vanuatu es un país maravilloso con un estilo de vida muy particular. Durante el viaje conocí a vanuatuenses que no dudaron en compartir conmigo experiencias personales que me resultaron inspiradoras. Me sorprendió particularmente su amabilidad y la alegría de sus rostros, que no dudé en retratar. Vanuatu es un país libre con costumbres y un ritmo que merece la pena conocer. Así pues, espero haya quedado reflejada la tranquilidad y la paz con la que tuve la suerte de convivir durante algunas semanas.
Estás exponiendo en el recientemente inaugurado hotel Seventy de Barcelona dentro del proyecto Below Thirty, que busca presentar a nuevos talentos. ¿Crees que faltan más iniciativas así?
Estoy muy agradecida con el Hotel Seventy por llevar a cabo este tipo de iniciativas y apostar por talentos emergentes. Es una suerte haber podido participar en Below Thirty, una gran oportunidad por la que estoy orgullosa de haber podido participar. Hacen falta más iniciativas así, que apoyen la democratización de las plataformas de visibilidad de creadores.
Y para terminar, ¿algún proyecto en mente?
Me parece que tendréis que esperar a junio de 2020…