Los rituales, la magia y la religión son tres de los pilares fundamentales que constituyen la obra del fotógrafo gallego, Roberto de la Torre. Con la cultura de la región Gallaecia, apodada así por los romanos, y que hace referencia a Galicia, norte de Portugal, Zamora, León y Asturias, sus fotografías relatan el origen antropológico de muchas de sus tradiciones.
A través de la fotografía documental, Roberto de la Torre retrata un pasado, uno en los que el ser humano se comunicaba con los Dioses, con lo sagrado. Y es que tal y como nos explica: “El ritual nos hace regresar al origen, por su significado y su trascendencia en los miedos y sentimientos humanos más primitivos”.
“Fotógrafo documental, rituales, magia y religión. Gallaecia”, así te presentas en tu perfil en Instagram, pero, ¿puedes contarnos un poquito más quién es Roberto de la Torre? Aunque creo que esas palabras hablan muy bien sobre quién eres.
Soy un fotógrafo nacido en Galicia, mi espacio de trabajo se centra fundamentalmente en la región que los romanos llamaban Gallaecia, que abarcaba lo que hoy es Galicia, norte de Portugal, Zamora, León y Asturias. Los rituales, la magia y la religión de esta antigua provincia romana quedaron arraigadas en las sociedades que, a pesar del paso del tiempo, se mantuvieron en sus manifestaciones festivas y cultos.
Trabajas con la fotografía documental; eres ese ojo que retrata momentos históricos o tradiciones que en un futuro pueden servir como explicación de un periodo determinado. ¿Qué crees que se puede interpretar en tus fotografías en un futuro lejano? ¿Qué pensarán al ver todas esas figuras con prendas coloridas y máscaras?
Un microcosmos es un sistema pequeño o limitado que se considera una representación o modelo de un sistema más grande o complejo. El ser humano construye y escenifica en sus rituales ciertas representaciones que son una interpretación propia del mundo que le rodea y así le da sentido.
Más que un futuro en mis fotografías hay un pasado, un fósil viviente de antiguos cultos y formas que tenía el ser humano de relacionarse y comunicarse con lo sagrado, con los dioses. Dioses de la tierra, de las cosechas, de la fertilidad, de los animales... son los oficiantes de una religión ancestral, sus trajes y máscaras son elementos de poder y presentan la transformación necesaria para entrar en contacto con lo sagrado, del mismo modo que hace un chamán. El ritual nos hace regresar al origen, por su significado y su trascendencia en los miedos y sentimientos humanos más primitivos.
Mis fotografías son una mirada al pasado más primitivo del ser humano y su relación con el entorno generando su particular microcosmos.
Más que un futuro en mis fotografías hay un pasado, un fósil viviente de antiguos cultos y formas que tenía el ser humano de relacionarse y comunicarse con lo sagrado, con los dioses. Dioses de la tierra, de las cosechas, de la fertilidad, de los animales... son los oficiantes de una religión ancestral, sus trajes y máscaras son elementos de poder y presentan la transformación necesaria para entrar en contacto con lo sagrado, del mismo modo que hace un chamán. El ritual nos hace regresar al origen, por su significado y su trascendencia en los miedos y sentimientos humanos más primitivos.
Mis fotografías son una mirada al pasado más primitivo del ser humano y su relación con el entorno generando su particular microcosmos.
Galicia sin duda tiene muchísimos aspectos mágicos dignos de retratar, pero uno de tus últimos trabajos se centra en el Entroido. El carnaval gallego me recuerda a un ritual de máscaras en las que seres de otros mundos se dejan ver. ¿Cuál crees que sería el impacto si estos retratos en vez de ser en el mundo rural fuesen en el centro de una ciudad?
Mi trabajo es documental pero también personal, uso un lenguaje propio para reflejar otra realidad distinta, no siempre implícita en la obra. Creo que la fotografía documental debe recuperar su espacio en la fotografía contemporánea donde la forma de contar por parte del fotógrafo está presente en toda la obra.
Estos personajes mágicos existieron por toda Europa y al estar vinculados con la tierra, las cosechas y los cambios estacionales, se mantuvieron con más fuerza en el rural donde los vínculos con la tierra son más fuertes que en una ciudad. Aunque hay algunos más modernos que son urbanos, la gran mayoría, si los deslocalizas de su entorno natural y rural, los conviertes en un ‘personaje disfrazado’ paseando por una calle entre los coches. No tendría sentido más allá de lo estético.
Estos personajes mágicos existieron por toda Europa y al estar vinculados con la tierra, las cosechas y los cambios estacionales, se mantuvieron con más fuerza en el rural donde los vínculos con la tierra son más fuertes que en una ciudad. Aunque hay algunos más modernos que son urbanos, la gran mayoría, si los deslocalizas de su entorno natural y rural, los conviertes en un ‘personaje disfrazado’ paseando por una calle entre los coches. No tendría sentido más allá de lo estético.
¿Qué es lo que buscas con tu trabajo? Tienes El espíritu del grano, que habla sobre la presencia del gallo en rituales, o Pólvora, que mantiene esa línea mística sobre lo que es el fuego y lo que somos nosotros. ¿Es una manera de acercar todas esas tradiciones arraigadas al mundo rural, pero, sobre todo, a Galicia?
En mis trabajos siempre hay un trasfondo cultural, busco llevar al espectador a la reflexión sobre el origen de muchos rituales y, por tanto, de dónde venimos. Me gusta que genere cierta inquietud, formular preguntas y no solo respuestas. Creo que la sociedad en muchas ocasiones se encuentra perdida, caemos en cierto nihilismo y hemos dejado atrás nuestras raíces. Tal vez para comprender mejor quiénes somos hoy tenemos que reflexionar en lo que éramos ayer. Le hemos dado la espalda al pasado, al origen.
Para llevar a cabo tus diferentes proyectos, habrás hecho una documentación exhaustiva. ¿Cómo comienza esa búsqueda de tema para fotografiar? ¿Son historias que conoces y decides mostrar a través del objetivo?
Tengo estudios de antropología y hago mis propias investigaciones a pie de campo y consultando mucha bibliografía. Estudio la relación del ser humano con lo sagrado y es un tema muy amplio que me deja mucho margen para encontrar temas para dar forma a mis trabajos fotográficos. Todas mis fotos tienen un sentido en base a un trabajo, existen hilos de conexión entre ellas aunque sean proyectos distintos.
Por ejemplo, en El espíritu del grano hablo de la presencia de animales en los rituales (cultos animistas), pero también del culto solar (el gallo canta al dios Sol). Por lo tanto, entronca con rituales de comunicación con los dioses de las cosechas y los cambios de estación, Microcosmos, o los cultos a piedras sagradas que cambian el clima en El género de las piedras. Todo está relacionado.
Por ejemplo, en El espíritu del grano hablo de la presencia de animales en los rituales (cultos animistas), pero también del culto solar (el gallo canta al dios Sol). Por lo tanto, entronca con rituales de comunicación con los dioses de las cosechas y los cambios de estación, Microcosmos, o los cultos a piedras sagradas que cambian el clima en El género de las piedras. Todo está relacionado.
Explícanos más sobre esa inquietud que tienes entre lo antropológico y lo espiritual.
Como me interesa la relación del ser humano con lo sagrado, la línea que separa lo profano de lo sagrado es muy delgada, pero alberga infinidad de eventos y ritos. Me llama la atención la necesidad vital del hombre por comunicarse con lo divino, casi es algo obsesivo. El proceso necesario de transformación que escenifica para poder contactar con aquello que cree superior e inexplicable me parece algo fascinante de todas las culturas del mundo.
¿Te gustaría explorar con la fotografía aspectos de la mitología gallega como las meigas o las mouras? Algo así como un conjunto de fotografías en los bosques de Galicia.
Meigas y mouras son figuras muy conocidas, tal vez las más famosas de la mitología gallega, aunque entran dentro de un imaginario y son construcciones arquetípicas no tengo especial interés en trabajar sobre ellas, prefiero trabajos más centrados en la base ancestral que dio origen precisamente a la aparición de estos seres en la cultura popular. Los bosques y fragas sí componen ciertos paisajes que uso en mi obra, son espacios de manifestación de lo sagrado presentes en mi trabajo El paisaje hierofánico.
Después de pasearme por las distintas fotografías que componen Microcosmos me he dado cuenta de que no solo las figuras que retratas tienen un aire místico, también las tonalidades y su saturación, los espacios y la composición en general. ¿Qué elementos tienes en cuenta a la hora de editar?
Lo primero es apuntar que las fotografías que componen Microcosmos están realizadas en un corpus de: Personaje, Espacio y Tiempo. El paisaje y el entorno en el que vivimos nos define, interpretamos el entorno y le damos sentido construyendo un Microcosmos, a su vez, la aparición de estos personajes con sus trajes rituales sucede en una época específica del año, un cambio de estación o de ciclo. En las fotografías se cierra el círculo: está el personaje sagrado, en su espacio natural mágico y está hecha en la época del año que tiene sentido.
“Tal vez para comprender mejor quiénes somos hoy tenemos que reflexionar en lo que éramos ayer. Le hemos dado la espalda al pasado, al origen.”
Siguiendo con Microcosmos, aunque el Entroido es una festividad con danza y música, al ver las fotografías siento como si todo fuese silencio. Tal vez es por los paisajes vacíos que conforman el fondo.
Me gusta retratar especialmente al personaje en una postura hierática, solemne. Como una estampa de un Santo cristiano o una representación de una deidad de cualquier religión. El fondo tal y como apunté antes, es el paisaje natural del personaje pero prefiero que no aporte o distraiga especialmente e motivo principal.
¿Actualmente tienes algún otro proyecto entre manos del que nos puedas hablar? ¿Más magia, rituales y religión?
En la línea de Microcosmos sobre seres sagrados, pero con imágenes más dinámicas y donde el entorno sí que tiene especial importancia, estoy trabajando en un proyecto llamado El paisaje hierofánico donde desarrollo más la interacción de los enmascarados con el medio natural.
El género de las piedras es un trabajo sobre piedras de culto donde se realizan aún hoy en día rituales de fertilidad, modificación del clima o sanaciones de enfermedades. También alimento otros trabajos sobre el agua, el fuego y la muerte, pero esos todavía están en proceso previo de documentación.
El género de las piedras es un trabajo sobre piedras de culto donde se realizan aún hoy en día rituales de fertilidad, modificación del clima o sanaciones de enfermedades. También alimento otros trabajos sobre el agua, el fuego y la muerte, pero esos todavía están en proceso previo de documentación.
¿Está disponible tu obra en alguna galería de arte? ¿Y tienes en mente la publicación de algún libro?
En este momento no colaboro con ninguna galería de arte de forma continuada. Tengo obra original de Microcosmos de edición limitada, numerada y firmada en mi página web. Está teniendo mucho éxito en Francia, Reino unido y sobre todo en Estados Unidos donde he vendido mucha obra. El libro es algo que siempre está presente en el trabajo de un fotógrafo, pero el mundo editorial es un sitio complejo y con la crisis que estamos pasando publicar es muy difícil. Pero sigo aumentando volumen de trabajo y tengo la esperanza de lanzar un libro en pocos años.