Son el fruto de un graffiti que vieron en el 2005 en las calles de Barcelona, cuando los modernos ya empezaban a asomar la cabeza. ‘Putos Modernos’ ponía en el mural, dos palabras que más adelante les inspirarían a crear su propia marca de nombre homónimo: PutosModernos.
Aun así, no fue hasta el 2015 que Joan Alvares y Jorge Sandúa triunfaron ‘accidentalmente’ con su Puto Calendario. Algo que en un principio era un regalo para amigos y familiares, terminó por llegar a los ojos de miles de personas, todas deseosas de una copia. Desde entonces no han parado de crear, y ya cuentan con un amplio repertorio de productos para sobrevivir a la vida moderna, desde tazas, pasatiempos o camisetas, hasta guías de viaje o La Puta Agenda del Autónomo, una de sus creaciones más exitosas gracias a su humor ácido.
Una tarde cualquiera de 2005 os encontrasteis en la calle un graffiti que ponía ‘Putos Modernos’, dos palabras que lo cambiaron todo para vosotros. Paredes pintarrajeadas hay muchas, ¿qué os hizo fijaros en ese graffiti en concreto? ¿Por qué os llamó tanto la atención?
Era un momento en el que Barcelona abría los brazos a un nuevo perfil de moderno. Se notaba en el tipo de locales, el ocio, la cultura y el look. El hecho de ver aquella pintada de ese tamaño, en medio de una calle tan concurrida y graffiteada, hizo que se quedara grabada en nuestra retina para tiempo después plasmarlo en un logo. Fue un caballo de Troya que con el tiempo ha hecho que, sin escapar de la modernidad –nadie puede en realidad–, podamos tomar perspectiva y reírnos de ser unas entrañables fuentes de contradicción.
Empezasteis con unas chapas y luego vinieron las pegatinas y las camisetas. Fuera lo que fuese, si la gente os lo pedía, vosotros le poníais vuestra seña de identidad. ¿Diríais que empezasteis algo así como una revolución?
Más bien fuimos parte de una revolución que a día de hoy es aún más vigente que entonces. No nos vamos a poner intensitos, pero el avance de la globalización y la consecuente gentrificación es un hervidero de escenas y personajes que definen la modernidad, especialmente la más urbanita. PutosModernos nació en una Barcelona que ya apuntaba maneras, y maneras muy modernas.
También hacíais fiestas en bares y locales que subvencionabais con el merch que vendíais. ¿Echáis de menos organizar ese tipo de fiestas? ¿Os planteáis volver a hacerlas cuando se calmen un poco las cosas?
La marca, la estructura de la empresa y nosotros mismos vamos cambiando a ritmos agigantados. El PutosModernos DJ-fiestero es parte de nuestro ADN, pero no es algo que, en principio, pensemos recuperar; entre otras cosas porque ya hay varios ‘putosmodernitos’ que no pueden quedarse solos en casa.
Como comentáis, todos llevamos un moderno dentro, aunque algunos intenten negarlo. ¿Creéis que los modernos de hoy en día seguimos siendo iguales que los de hace quince años? ¿En qué cosas hemos evolucionado?
El cambio no es radical, aunque quizás el avance de Internet ha cambiado algunas reglas del juego, pero siguen vigentes tres perfiles muy interesantes: el moderno, el antimoderno y el posmoderno. El que se posiciona por encima de la media y quiere que se sepa (moderno), el que se posiciona lejos de la media y quiere que se sepa (antimoderno) y el que se posiciona por encima de los modernos y quiere que se sepa (posmoderno). Nuestro terreno de actuación circula entre el perfil de moderno y el de posmoderno. En lo que respecta a nuestra área de humor, se sigue manteniendo lo básico y por lo tanto es igual de vigente que hace quince años.
Se podría decir que triunfasteis casi por accidente. Las navidades del 2015, coincidiendo con vuestro décimo aniversario, hicisteis el Puto Calendario, y la gente se volvió loca con él. ¿Cómo vivisteis ese boom?
Probablemente fue el punto de inflexión más grande de la marca y el más accidental. Aquello nos pilló totalmente por sorpresa… El Puto Calendario iba a ser un regalo para clientes y amigos de la marca, que en aquel momento era un estudio (o menos que eso) de diseño y programación; un calendario que fuera una alternativa a los típicos calendarios que te regalaban en los bancos.
Un estudio amigo de Madrid compartió en sus redes el calendario y en pocas horas las cifras habían subido descomunalmente. Cientos de personas querían su Puto Calendario, por lo que hubo que activar el plan de emergencia: creamos una web rápida desde el asiento trasero de un Blablacar, multiplicamos la producción y empezamos a entubar calendarios en el sótano de un coworking. Desde entonces hemos aumentado el catálogo de productos y seguimos vendiendo El Puto Calendario, ahora en formato atemporal.
Un estudio amigo de Madrid compartió en sus redes el calendario y en pocas horas las cifras habían subido descomunalmente. Cientos de personas querían su Puto Calendario, por lo que hubo que activar el plan de emergencia: creamos una web rápida desde el asiento trasero de un Blablacar, multiplicamos la producción y empezamos a entubar calendarios en el sótano de un coworking. Desde entonces hemos aumentado el catálogo de productos y seguimos vendiendo El Puto Calendario, ahora en formato atemporal.
Más adelante sacasteis también el calendario en varios idiomas, siendo el más vendido el francés. ¿Por qué creéis que tuvo tanto éxito entre los franceses?
Cada país tiene su propia historia cultural con las maldiciones y los insultos. En el caso de Francia, al haber vivido allí uno de nosotros durante un año y medio, hizo que nos fuera más fácil encontrar lo peor de cada mes, por lo que conseguimos plasmarlo de una manera rápida y ácida, y con un humor que conectó con los franceses desde el primer día que lo presentamos en la feria de la Maison&Objet de París, momento en el que se hizo viral en Francia.
Hacéis productos para sobrevivir a la vida moderna, entre ellos la Puta Agenda del Autónomo. Este 2020 está siendo una mierda para los autónomos (como todos los años anteriores), pero a eso súmale también la pandemia. El 2021 tampoco tienen muy buena pinta… Contadnos, ¿qué novedades habéis añadido a la nueva agenda para que los autónomos puedan afrontar mejor el año?
Está claro que si el día a día de la mayoría de los autónomos ya era una incertidumbre, con la situación actual se ha llegado a un extremo insospechable. También es cierto que buena parte de los autónomos que nos siguen y compran nuestra agenda pueden seguir haciendo su trabajo desde casa. La Puta Agenda del Autónomo se mueve entre el humor negro y la crudeza de ser autónomo para, en el fondo, reírse de uno mismo y de su propia situación.
Este año hemos optado por darle un puntito más guerrillero, como incluir máscaras para un grupo ciberactivista ficticio llamado Autonomous, o plantillas para escribir el mail que te gustaría enviarle al cliente antes del mail que finalmente le acabarás enviando.
Este año hemos optado por darle un puntito más guerrillero, como incluir máscaras para un grupo ciberactivista ficticio llamado Autonomous, o plantillas para escribir el mail que te gustaría enviarle al cliente antes del mail que finalmente le acabarás enviando.
La ironía y el humor son vuestras herramientas principales. ‘Buscar un vuelo de Ryanair con un móvil de 1000 pavos’ o ‘combinar plumón y tobillos al aire’ son algunas de las contradicciones que forman parte de vuestro repertorio de situaciones un tanto absurdas. ¿Os consideraríais algo así como un ‘anti Mr. Wonderful’?
Es una definición habitual que suele hacerse de nosotros desde que lanzamos El Puto Calendario, pero pensamos que no encajamos en ella. Para nosotros, Mr. Wonderful es simplemente un elemento más de esta mitología moderna, tan risible como cualquier otro. Nuestro rollo es más el de reírnos de la modernidad desde la modernidad.
El primer paso es admitir que somos tan modernos como cualquier otra persona, después cogemos un poco de perspectiva para señalar aquellas cosas que señalándolas o quedando fuera de contexto se caen por sí mismas.
El primer paso es admitir que somos tan modernos como cualquier otra persona, después cogemos un poco de perspectiva para señalar aquellas cosas que señalándolas o quedando fuera de contexto se caen por sí mismas.
A la mayoría de creadores no les hace mucha gracia el plagio, pero por lo que veo vosotros os lo tomáis con humor, y por eso en la sección Hijo$ de puto$ de vuestra web hacéis un tributo a las mejores peores copias de vuestros productos. ¿Cómo se os ocurrió la idea de transformar el plagio en contenido para la web?
Es humano que no te guste ser plagiado, en nuestro caso tampoco es algo que hayamos aceptado con excesiva alegría. Empezamos usando técnicas más convencionales, como pedirlo a las buenas o llegando a amenazar con que nuestra abogada tenía sed de sangre, pero al final son demasiados recursos mentales para un resultado incierto. Así que preferimos surfear la ola y sacar un beneficio de estas copias, aunque solo fuera para dar un ratito de diversión a los visitantes de nuestra web.
Y ya que estamos, como curiosidad, ¿cuál es la copia más ridícula con la que os habéis encontrado por ahora?
Con esta pregunta uno se da cuenta de que le ha cogido algo de cariño a sus copias. Lo de las copias ha sido un disparate y realmente nos ha hecho entender que teníamos que alejarnos del puto todo para elaborar productos con más profundidad. El año pasado tuvimos un intento fallido de llegar a México, y uno de los problemas fue que el calendario se copió a un ritmo imparable. Hoy en día es fácil encontrar por allí talleres, taquerías o tiendas de impresión que te regalan o te venden por algunos céntimos el Puto Calendario.
En Europa hemos tenido otro estilo de copias. Una vez, un chico montó un crowdfunding para producir prácticamente el Puto Calendario, pero no llegó al objetivo. También hemos vivido cambios de formatos terribles como La puta taza de el Puto Calendario, o una camiseta negra con el Puto Calendario plasmado terriblemente encima.
En Europa hemos tenido otro estilo de copias. Una vez, un chico montó un crowdfunding para producir prácticamente el Puto Calendario, pero no llegó al objetivo. También hemos vivido cambios de formatos terribles como La puta taza de el Puto Calendario, o una camiseta negra con el Puto Calendario plasmado terriblemente encima.
Como decís, casi siempre dais un sí como respuesta cuando se trata de acudir a charlas, eventos y demás. Ahora con la pandemia las cosas están un poco complicadas, pero aun así se siguen organizando eventos con las medidas de seguridad estipuladas. ¿Qué actividades tenéis programadas en vuestra agenda? (Si es que las hay).
El año pasado ya nos estrenamos con alguna presentación y también nos hemos movido por algunos mercados de pequeñas marcas, el colmo de la modernidad. Este año hemos reducido la agenda al mínimo, como el resto de los mortales. Si las cosas mejoran, no nos cerramos a presentar la nueva colección en donde se preste, pero por ahora solo mantenemos algunas charlas en algunos festivales, además de los postgrados y cursos en los que hablamos de emprendimiento, diseño y branding, principalmente.
Se acercan las fechas favoritas de todos los vendedores: Black Friday, Navidades, Reyes… Y como buenos consumistas, algunos ya empiezan a planificar sus regalos. Contadnos, ¿qué productos de PutosModernos son los más ideales para regalar?
Como no sabemos muy bien si el año 2021 nos va a sorprender con una pandemia, una guerra mundial o un ataque nuclear, hemos procurado que los productos de esta colección sean todoterrenos. Este año, aparte de la agenda del autónomo, hemos sacado La Puta Agenda para Tiempos Modernos, en la que plasmamos la modernidad en todo su esplendor con contenido variado como un planificador de cuarentena o un contabilizador de transacciones en Wallapop.
También hemos lanzado un libro de Pasatiempos modernos que te servirá para dar un descanso a la pantalla con pasatiempos clásicos y nuevos actualizados a la modernidad. Y la Guía de viaje Millennial, una antigua guía de viajes en formato juego de cartas que funciona tanto en La Gran Manzana como para hacer turismo en tu propia ciudad.
También hemos lanzado un libro de Pasatiempos modernos que te servirá para dar un descanso a la pantalla con pasatiempos clásicos y nuevos actualizados a la modernidad. Y la Guía de viaje Millennial, una antigua guía de viajes en formato juego de cartas que funciona tanto en La Gran Manzana como para hacer turismo en tu propia ciudad.