No todos los días tenemos la oportunidad de hablar con un artista de la talla de Paco Osuna. El DJ y productor no necesita introducción; sus treinta años de carrera detrás de la cabina lo avalan. Pero lejos de vivir en la nostalgia, regodeándose en esos inicios en la escena valenciana que cambiaron para siempre la cultura de club española (y, por qué no decirlo, internacional) o recordando cómo triunfó desde muy joven en la meca de la electrónica, Ibiza, el barcelonés tiene su mirada puesta en el hoy. “El tiempo pasado no va a volver, por eso me centro en vivir y disfrutar el presente”, nos dice en esta entrevista.
Desde que empezara a mediados de los 90, Paco Osuna no ha parado ni un segundo: ha pinchado en cualquier club que te puedas imaginar, abrió uno propio en Barcelona, ha viajado por festivales alrededor del mundo, ha editado a otros artistas a través de varios sellos propios, y hoy en día sigue al pie del cañón con su fiesta Now Here, actualmente programando la Club Room del Hï Ibiza cada martes y que también le llevará al ADE de Ámsterdam y a Nueva York en otoño. O sea, un torbellino imparable.
Pero con una profesión tan agotadora, donde ves más la luz de la luna que la del sol, te preparas en camerinos a veces infectos, y donde la competición es cada vez más feroz, ¿qué hace que el artista siga adelante, fresco y vital como el primer día? “La energía del público y la convicción de que lo que hago me encanta”, confiesa. “Lo que me motiva es la pasión que siento por lo que amo”. Y sí, esta pasión, si alguna vez has tenido la suerte de verlo pinchar en directo, se transmite sin ninguna dificultad. Con las tres décadas de trabajo a sus espaldas, Paco Osuna es el rey de la pista de baile y sabe leerla como muy pocos. Por supuesto que tiene fans devotos que defenderán cualquier cosa que haga, pero si no eres de esos, es fácil convertirte en creyente de uno de los máximos exponentes de la música electrónica actual. Porque en uno de sus sets logras sentir el éxtasis, esa catarsis colectiva de saber que estás viviendo una fiesta difícil de igualar.
Treinta años son muchos aunque hayan pasado volando, y dan para muchísimo que hablar. En una conversación es imposible comprimirlo todo, y menos cuando el entrevistado ha vivido tanto, tan intensamente y durante tanto tiempo. Pero lo hemos intentado, así que sin más dilación, os dejamos con esta entrevista en la que Paco se sincera sobre su pasión por la música, la emoción que siente todavía al hacer una buena mezcla, la evolución de Ibiza y sus fiestas, el debate sobre los móviles en la pista de baile, cómo espera educar a su hijo respecto a la fiesta, y qué proyectos le quedan todavía por hacer.
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Hola, Paco, es un placer inmenso hablar contigo. ¿Qué tal estás hoy y desde dónde nos contestas?
¡Hola! Muy bien, gracias. El placer es mutuo :) Pues estoy ahora mismo en mi casa en Ibiza.
Ser DJ no ha tenido siempre el mismo hype que tiene ahora. ¿Qué es lo que te atrajo a ti en un principio, y qué ha hecho que sigas tan enamorado como el primer día de esta profesión tres décadas después?
A mí lo que me atrajo fue la música en sí misma. Con catorce o quince años escuchaba casetes que mi hermano traía a casa de su trabajo (trabajaba en el Studio 54 en Barcelona). Lo que me sigue enamorando es el arte de mezclar canciones y crear momentos únicos. Es una gran ventaja, ya que la música va cambiando y evolucionando y siempre mezclas cosas nuevas que no hacen que te aburras (odio la monotonía). Es un trabajo que siempre está en evolución.
¿Qué es lo mejor y lo peor?
Lo que más me gusta es sin duda eso, y lo que menos me gusta es estar siempre viajando y lejos de mi casa.
En tu bio de Instagram escribes: “Music is passion not fashion”. Justo se está hablando del florecimiento incesante de DJs. Lo que antes era visto con malos ojos por muchos (trabajar de noche, el desenfreno, etc.) ahora es una profesión apetecible. Como DJ y productor, ¿cómo crees que ha cambiado la percepción del público general respecto a este oficio? ¿Cómo has vivido esta evolución en tus propias carnes?
¡¡Ha cambiado muchísimo!! Cuando yo empecé en esto era por el amor a la música y me enfrenté a muchos prejuicios de la gente exterior o incluso de mi familia. Como tú dices, no era bien visto. Hoy día esa percepción ha cambiado y lo ha hecho de forma positiva, hay muchas personas que quieren ser DJs por el status y no tanto por la pasión por la música y el arte de mezclar. Muchos de los DJs de hoy han abandonado un poco lo técnico y se dedican a poner canciones con mezclas muy básicas y crear un show en cabina. Al principio me sorprendió mucho este cambio, pero es cierto que hay un público al que le gusta eso y hay que aceptarlo. Aunque yo simplemente me dedico a hacer lo que me gusta y a continuar mi amor por la mezcla y la música.
“Soy de los que piensa que cada tiempo tiene su momento, bueno y malo. Lo seguro es que el tiempo pasado no va a volver, por eso me centro en vivir y disfrutar el presente.”
Además de la percepción social, las cualidades técnicas también han cambiado mucho. ¿Qué herramientas, plugins, softwares y demás usas más actualmente? ¿Echas de menos algo de cuando todo era menos elaborado o, por el contrario, la evolución técnica también te permite explorar más a nivel artístico?
No, al contrario, no lo echo de menos, la evolución es parte fundamental de la vida. Creo que siempre que utilices la tecnología para innovar, ser más creativo y único será algo muy positivo, ya que así puedes crearte una identidad, un sello propio. En mi set-up actual utilizo Taktor, Ableton Live, un sampler y una drum machine. Me siento realmente cómodo y todas esas herramientas estimulan mi capacidad de creación.
Tu talento brilló desde el principio, y ahora mismo eres un artista con una de las carreras más prestigiosas y destacadas del panorama. Pero no se nace siendo tan bueno, sino que se va aprendiendo. Así que antes de hablar de tus éxitos, ¿podrías contarnos algún error, alguna metedura de pata un poco fuerte, que te enseñara una lección que te ha marcado?
¡Pues sí! La primera vez que toqué en un festival con sesenta mil personas (en el año 2001) me había preparado una intro con tres decks y dos CDs. Apenas empecé, al DJ anterior a mí se le cayó la maleta de discos y vibró toda la mesa donde tenía los equipos. Me saltó la aguja de uno de los turntables y se descuadró todo. Fue realmente una metedura de pata, quise sorprender desde el inicio y me salió mal.
Mi manager de esa época me dijo: nunca más hagas esto, hasta que no empieces a pinchar y veas que todo va bien y te sientas cómodo, no arriesgues. Una vez hayas empezado, que vaya todo bien y te sientas relajado, empieza a arriesgar y probar cosas. La verdad que tenía toda la razón y desde entonces aprendí.
Ahora sí, empecemos con tu carrera. A mediados de los 90 te vas a Valencia a pinchar porque la movida más vanguardista y fresca estaba allí. Clubs como ACTV, Puzzle o Heaven eran referentes internacionales. ¿Qué recuerdas de esos primeros pinitos como DJ? ¿Se sentía todo más genuino, inocente incluso?
¡Totalmente! Esas salas me marcaron muchísimo, sobre todo ACTV, fue la razón por la que me enamoré de Valencia, tenía un sonido y una iluminación increíbles. La primera vez que pinché en ACTV fue una locura la sensación de esa cabina, no tenía ni monitores porque el sonido era tan nítido y potente que no hacían falta, solo soltabas el disco en pre-escucha de los headphones y subías el fader.
Es cierto que todo lo sentía más genuino pero porque todo era nuevo para mí, no tenía nada que ver con la escena de club de Barcelona de entonces. Es posiblemente una de las épocas más felices que recuerdo como DJ.
En 1999 te hacen residente de Amnesia Ibiza. Por allí pasaba todo el mundo, y es donde conociste a gente que te cambió la vida como Sven Väth, por ejemplo. Echando la vista atrás, ¿cómo valoras ese momento?
Muy positivo pero también muy duro. En Ibiza, en aquella época, yo era residente, y el residente estaba en la sala para hacer prácticamente de todo: era encargado del material de cabina, de pinchar si un DJ faltaba, de abrir y cerrar la cabina, de ser el responsable del equipo y mantenimiento de la cabina, etc. No había hora de cierre y trabajaba cada día a partir de las once de la noche. No importaba si la sala cerraba a las siete, ocho o nueve de la mañana, o incluso la una de la tarde,  a las once del día siguiente debía volver a estar. Y no tenía días libres, era de lunes a domingo, y así durante cuatro meses (risas). Pero venían DJs de todo el mundo y de todos los géneros, y eso me abrió mucho la manera de entender una pista de baile y, sobre todo, de maneras de mezclar. Aunque fuera duro también fue muy enriquecedor a nivel de aprendizaje, me formó como DJ.
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Por cierto, ¿crees en el destino o en la fortuna? ¿Tal vez en eso de ‘estar en el momento adecuado, en el sitio adecuado’? Porque esa residencia hizo que tu vida emprendiera un rumbo en el que sigues hoy encaminado.
Totalmente, puedes ser muy bueno pero no tener la suerte de ser visto o escuchado por nadie. Luego aparece un momento de suerte –estar en el lugar adecuado, como dices– y toda tu vida da un giro de 180 grados. Al acabar mi residencia y firmar con Cocoon no quería volver a Ibiza, básicamente no la había disfrutado porque solo fue trabajo. Pero luego empecé a venir como DJ invitado y a disfrutar la isla más. Hoy en día es la ciudad donde paso más tiempo junto a Barcelona y en la que tengo mi residencia en el mejor club del mundo.
Pues sigamos allí entonces, porque tu historia va muy ligada a la isla balear. El club Hï Ibiza, en el que eres residente por tercer año y donde programas la Club Room cada martes a través de tu nueva marca, Now Here, ha prohibido los móviles en algunas de sus fiestas. Y en Berlín, como ya sabemos, llevan años prohibidos. Tú que has vivido el antes y el después, ¿cómo crees que los smartphones y las redes han cambiado la manera de disfrutar de una fiesta?
Considero que, al igual que la tecnología, las redes sociales también son parte de una evolución. Aunque a mí personalmente no me gusten (hay demasiada manipulación y nos pueden generar una impresión de las cosas que no es la real sino la que nos muestran), considero que pueden ayudar a un artista y a su trabajo, a darle más visibilidad y promoción.
Yo personalmente estoy en contra de que la gente no pueda entrar a una sala con su móvil, no soy nadie para decirle a una persona que no haga lo que quiere hacer. Yo no me pongo con el teléfono a grabar un momento sino que prefiero vivirlo; quizás haga una foto para recordarlo pero no me paso todo el rato grabando. Creo que eso me impediría vivir el momento. Si otras personas lo disfrutan, pues es su vida, su tiempo y sus deseos.
¿Y en tu fiesta?
En mi sala, el Club Room de Hï, hay gente que graba con el móvil, pero hay mucha más gente con las manos en alto disfrutando el momento y la música. Por tanto, creo que debemos dejar a cada persona decidir qué hacer.
Hablando de fiestas y nuevas generaciones, eres padre de un niño pequeño. Cuando crezca, ¿dejarás que tu Paquito salga de fiesta tan temprano como lo hiciste tú?
Le voy a permitir hacer todo lo que le apasione. Cuando algo te apasiona, y lo digo por experiencia propia, por mucho que tu familia o tu entorno se ponga en contra de ti, tú vas a luchar por conseguirlo. Esa fue mi propia experiencia, así que no voy a caer en ese error, sea lo que sea que le guste y le apasione yo le voy ayudar y apoyar al cien por cien.
Hablemos más de Now Here. Fue en Ibiza donde arrancaste con ella. Los días 5 y 19 de septiembre, además, programará las tres salas de Hï Ibiza, y más tarde, os llevará a ti y a otros artistas al ADE de Ámsterdam o a Nueva York. ¿Cómo surge la idea de Now Here? ¿Qué criterios sigues para elegir a los otros DJs que formarán parte del line-up?
La idea es la de disfrutar el momento y disfrutarlo ahora. El Covid-19 fue un claro ejemplo de que el mundo entero puede cambiar al instante y que lo único que tenemos asegurado es nuestro momento aquí y ahora, por eso Now Here.
El criterio en el que me baso para el line-up es simplemente la línea musical del DJ y su creatividad a la hora de pinchar, a ningún DJ lo he programado por su nombre o los tickets que pueda vender. Todos los que tocan con nosotros son DJs que yo he visto en vivo y me ha gustado lo que han hecho durante su set. Ademas, muchos de los jóvenes que incluyo me aportan muchas ideas y creatividad, de la cual también aprendo.
Hablando de criterios, a lo largo de los años has abierto algunos sellos como Shake Records o Mindshake. Y a través de ellos has editado a DJs como Cuartero, Fer BR, Blackchild, Reelow o Paul Ritch, entre otros. ¿Qué diferencia hay entre valorar tus propios temas y los de los demás? ¿Qué disfrutas más de ser el mánager de un sello?
Tanto a la hora de producir como a la hora de seleccionar la música para el sello pienso en lo mismo: la pista de baile. Toda la música que produzco o que mis sellos editan está enfocada a la pista de baile. Puede ser minimal, tech-house o techno, pero enfocado a la pista de baile.
Hemos hablado mucho del tiempo, ¿eres una persona nostálgica? ¿Eres de los que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor?
No, para nada, soy de los que piensa que cada tiempo tiene su momento, bueno y malo. Lo seguro es que el tiempo pasado no va a volver, por eso me centro en vivir y disfrutar el presente antes de vivir en la nostalgia del recuerdo. Eso ya pasó, ya lo viví y ahora me toca el presente. Cuando me retire tendré el tiempo de valorar cuál de todos ha sido el mejor.
Tu curiosidad artística ha hecho que te metas a abrir clubs (Club4 en Barcelona), sellos discográficos e incluso fiestas como la más reciente, Now Here. Tras tantos proyectos, fiestas y sets, ¿qué hace que Paco Osuna siga adelante y motivado?
La energía del público y la convicción de que lo que hago me encanta. Sigo emocionándome cuando hago una mezcla muy arriesgada y me sale bien, sigo disfrutando muchísimo de pinchar con o sin gente. Lo que me motiva es la pasión que siento por lo que amo.
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