Después de ganar una beca de la Fundación Güell y presentar su exposición Mujer vacío en el Palau Güell, la artista BertaBlanca T. Ivanow traslada los cuerpos de mujer construidos a base de tela impregnada en yeso al movimiento y la danza a través del vídeo. Un film creado junto a Max Larruy que reflexiona sobre la esencia femenina y nos recuerda que los cuerpos son tan solo carcasas de las cuales nos vamos desprendiendo y que lo importante es lo que reside en el interior. El film será presentado este jueves 17 de enero en Barcelona en il Giardinetto, y el 31 de enero en la Sala Equis en Madrid.
“Hace un año y medio empecé a desarrollar el proyecto escultórico y en el proceso fue cuando vi que quería enlazar el movimiento que tenían las piezas con la danza”, nos cuenta BertaBlanca. Por eso decidió a ir un paso más allá en su obra y trasladarla al vídeo. Además, Mujer vacío es la primera incursión de la artista como directora. “Era importante para mí poder rodar en un escenario que conectara con la obra, en este caso, el depósito de aguas fue ideal ya que enlazaba con el concepto de ‘draperie mouillée’ que había explorado con las esculturas.”
“Para mí el mayor reto era conseguir que el film transmitiera toda la fuerza que transmite la escultura de Berta”, expresa Max, que ha trabajado junto a la artista para trasladar el proyecto escultórico a su terreno, el audiovisual. “Lo primero fue identificar la esencia en su obra para luego articular una narración que nos permitiera transmitir el concepto. No nos importaba que fuera una pieza críptica, lo que sí nos importaba es que emocionara, que conectara y fuera tremendamente bella. Elementos como la localización, la fotografía y la banda sonora fueron básicos para transmitir esa terrenalidad y visceralidad que transmite la obra de Berta.”
El resultado es una obra que reflexiona sobre la esencia femenina utilizando la danza, la escultura y el cine como lenguaje, que nos recuerda que nuestros cuerpos son solo carcasas pasajeras. “Para mí la feminidad está ligada a la creación, el crecimiento y el declive. Con mi trabajo como escultora siempre encuentro refugio en sus formas y veo en ellas desnudez, esperanza y vida. En el film, las bailarinas, bajo veinticuatro metros de tela, simbolizan la energía despersonificada que finalmente es revelada en forma de escultura levitante. Como nos recuerda la diosa Demeni con el mito inicial: las telas que tejía eran solo carcasas y lo importante era lo que residía bajo ellas, en su interior, el fondo inmutable y común en todas ellas.”
Se trata de un camino que la artista ha recorrido junto a otras muchas mujeres, en el que se ha capturado su esencia, el vacío. “Es un film que invita a ser visionado varias veces para disfrutar de todos los matices sonoros y sumergirse en las imágenes casi hipnóticas que crean las bailarinas con sus movimientos concéntricos.” Y está claro que BertaBlanca no va a quedarse aquí, sino que va a seguir explorando fronteras artísticas. “Esto solo ha hecho que empezar, Mujer vacío aún va a crecer y transformarse en más cosas. Creemos que aún podemos explorar este proyecto y abrirlo a diferentes ámbitos. Sin ir más lejos, ya estamos desarrollando un proyecto para llevarlo al escenario.”
“Para mí el mayor reto era conseguir que el film transmitiera toda la fuerza que transmite la escultura de Berta”, expresa Max, que ha trabajado junto a la artista para trasladar el proyecto escultórico a su terreno, el audiovisual. “Lo primero fue identificar la esencia en su obra para luego articular una narración que nos permitiera transmitir el concepto. No nos importaba que fuera una pieza críptica, lo que sí nos importaba es que emocionara, que conectara y fuera tremendamente bella. Elementos como la localización, la fotografía y la banda sonora fueron básicos para transmitir esa terrenalidad y visceralidad que transmite la obra de Berta.”
El resultado es una obra que reflexiona sobre la esencia femenina utilizando la danza, la escultura y el cine como lenguaje, que nos recuerda que nuestros cuerpos son solo carcasas pasajeras. “Para mí la feminidad está ligada a la creación, el crecimiento y el declive. Con mi trabajo como escultora siempre encuentro refugio en sus formas y veo en ellas desnudez, esperanza y vida. En el film, las bailarinas, bajo veinticuatro metros de tela, simbolizan la energía despersonificada que finalmente es revelada en forma de escultura levitante. Como nos recuerda la diosa Demeni con el mito inicial: las telas que tejía eran solo carcasas y lo importante era lo que residía bajo ellas, en su interior, el fondo inmutable y común en todas ellas.”
Se trata de un camino que la artista ha recorrido junto a otras muchas mujeres, en el que se ha capturado su esencia, el vacío. “Es un film que invita a ser visionado varias veces para disfrutar de todos los matices sonoros y sumergirse en las imágenes casi hipnóticas que crean las bailarinas con sus movimientos concéntricos.” Y está claro que BertaBlanca no va a quedarse aquí, sino que va a seguir explorando fronteras artísticas. “Esto solo ha hecho que empezar, Mujer vacío aún va a crecer y transformarse en más cosas. Creemos que aún podemos explorar este proyecto y abrirlo a diferentes ámbitos. Sin ir más lejos, ya estamos desarrollando un proyecto para llevarlo al escenario.”
El vídeo Mujer vacío, de BertaBlanca T Ivanow y Max Larruy, se presentará el jueves 17 de enero a partir de las 19:30h en Il Giardinetto, carrer de la Granada del Penedès 28, Barcelona; y el jueves 31 de enero a partir de las 20h en la Sala Equis, calle del Duque de Alba 4, Madrid.