Reconocidas por su aura inocente y una apariencia casi infantil, sus alas pequeñas y su simpatía, su origen se remonta a las mitologías griega y romana, cuando se las llamaba hados –destino– y se las consideraba protectoras de la naturaleza. En estas culturas, se las concebía como seres poderosos que influían en la vida de los seres humanos. Hoy en día, esa función la cumple la legión de influencers que copan las redes.
Las hadas, en su forma primigenia, eran vistas como seres benevolentes, pero también podían mostrar un lado más oscuro si se perturbaba el orden natural. Esta dualidad las convirtió en personajes fascinantes dentro de los mitos. La idea de las hadas como guardianas de secretos ocultos y portadoras de sabiduría ancestral continuó presente en las leyendas y relatos populares, perpetuando su conexión con lo sobrenatural y lo desconocido. En El sueño de una noche de verano, Shakespeare las presentó como criaturas pequeñas y luminosas, dotadas de alas.
En la actualidad, las hadas siguen siendo una presencia constante en la cultura contemporánea, especialmente en el ámbito del entretenimiento, en la moda y el diseño, donde su estética, inspirada en la delicadeza y la belleza etérea, mantiene su popularidad. Esta permanencia en el imaginario colectivo confirma que la historia de las hadas ha sabido renovarse para adaptarse a los tiempos, sin perder el halo de misterio que las caracteriza. Me complace presentaros Miranda Makaroff, un hada sobrehumana y artista multidisciplinar que nos invita a conocerla mejor a través de su recién obra pictórica que presenta en la galería Sorondo Projects de Barcelona.

Miranda es un nombre que en latín significa maravilla, prodigio. ¿Por qué te llamaron así?
Mis padres barajaban algunas opciones bastante raras porque ambos son personas creativas. No sé si fue por Carmen Miranda, pero si hubiera sido un niño pensaban en Persifol o Rayo Verde. Suerte que fui una niña… Mi nombre me encanta, no existe un nombre mejor para mí. ¡Soy feliz! A veces me preguntan si es un nombre artístico, porque lo normal es llamarse María López, o nombres así. Mi nombre es distinto.
Un poco como tú, que eres distinta y distinguida.
Silencio.
Eres hija del post-hipismo. ¿Hubieras preferido vivir en la Ibiza de los 70, o crees que los valores de entonces siguen siendo vigentes?
Yo fui engendrada en Ibiza. Mi madre fue a ver a mi padre, que estaba en la isla vendiendo joyas en los mercadillos. Lo que me gusta de la isla es el legado de los años 70, la gente que pasó por allí: intelectuales y artistas que huían de guerras y de países dictatoriales, buscando la libertad y el contacto con la naturaleza. ¡Ojalá yo hubiera vivido ese momento!
Me fui a vivir a Ibiza buscando eso pero actualmente es muy difícil porque la isla está pervertida. Me da mucha pena aunque todavía encuentras algunos lugares con un atisbo de lo que fueron esos tiempos. De repente ves a un hombre colgado por ahí con sus pantalones acampanados, que seguro es el hijo de un alemán y una japonesa, y es guay reconocerlo como alguien de esa época. Me hace ilusión.
Me fui a vivir a Ibiza buscando eso pero actualmente es muy difícil porque la isla está pervertida. Me da mucha pena aunque todavía encuentras algunos lugares con un atisbo de lo que fueron esos tiempos. De repente ves a un hombre colgado por ahí con sus pantalones acampanados, que seguro es el hijo de un alemán y una japonesa, y es guay reconocerlo como alguien de esa época. Me hace ilusión.
¿Cómo vives esa contradicción entre la Ibiza idealizada y la que nos impone el turismo de masas?
Ibiza recibe turistas low cost pero también vienen muchos millionaires, y no sé cuál es peor. Para mí, algo tan simple como tener la suerte de salir a navegar y poder escuchar las olas del mar y el viento es mágico. Lo que hacen estos es salir con sus yates ultra modernos, que no me gustan nada, aunque si me invitan no les digo que no. Lo que les pido sobre todo es que no pongan música. Si vas a ponerla, pon bossa nova, jazz, pero no pongas música electrónica alta que molesta a los otros barcos. No tienen ningún respeto al entorno.
¿Eres reivindicativa o más bien estoica con este tipo de comportamiento chulesco? ¿O más bien te refugias en tu casa y no apareces por el puerto en todo el verano?
Intento ser reivindicativa en mis stories para decir todo lo que pienso, aunque siendo lo más neutral posible, porque ya sabes que no se puede decir nada hoy en día. Pero me gusta recordar a mis seguidores que la belleza está en el mar, en las olas, el sol, la gente relajada, ruidos imperceptibles que son música para los oídos. ¿Por qué ponéis música en la playa? Lo hago en un tono humorístico para que nadie se enfade. En mis stories digo todo lo que pienso pero tampoco voy con una pancarta por la calle (risas).
“En mis cuadros me represento a mí misma y mi posición en el mundo como mujer porque es lo que soy y es lo que conozco.”
Explícame por qué motivo celebras a las mujeres en tu obra, sus placeres y deseos. ¿Conocemos poco el deseo de la mujer?
He tenido la gran suerte y privilegio de nacer en una familia en la que se me han abierto las puertas para experimentar igual que lo puede hacer un hombre. No he vivido nunca una situación en la que mi libertad estuviera coartada. No sé si ya llevo en mi sangre el poso de mis ancestros, pero es evidente que las nuevas generaciones vivimos en un mundo mejor. Mi abuela era pintora, pero no pudo dedicarse a ello, ni siquiera sabía que podía serlo. Ella pintaba porque le gustaba pero no se permitió desarrollarse como artista porque la sociedad le decía que tenía que estar en casa cuidando a los hijos.
A mi abuelo le encantaba la fotografía pero se tuvo que ganar la vida como contable. Él tampoco tuvo la oportunidad de plantearse si podía dedicar su vida a la fotografía. Yo he vivido la igualdad entre hombres y mujeres en casa. A unos y a otras no nos han educado en base a nuestros intereses. Si fuera así, su vibración se elevaría y el Universo recibiría esa energía. Hemos venido al mundo a vibrar alto, hombres y mujeres. En mis cuadros me represento a mí misma y mi posición en el mundo como mujer porque es lo que soy y es lo que conozco.
Siento que la belleza de una mujer me lleva a las montañas, a paisajes, a la naturaleza. Las montañas pueden ser unos pechos, un culo, unas caderas, unas olas… Las mujeres tenemos unas curvas y unos movimientos que son muy bellos y me gusta representarlos.
A mi abuelo le encantaba la fotografía pero se tuvo que ganar la vida como contable. Él tampoco tuvo la oportunidad de plantearse si podía dedicar su vida a la fotografía. Yo he vivido la igualdad entre hombres y mujeres en casa. A unos y a otras no nos han educado en base a nuestros intereses. Si fuera así, su vibración se elevaría y el Universo recibiría esa energía. Hemos venido al mundo a vibrar alto, hombres y mujeres. En mis cuadros me represento a mí misma y mi posición en el mundo como mujer porque es lo que soy y es lo que conozco.
Siento que la belleza de una mujer me lleva a las montañas, a paisajes, a la naturaleza. Las montañas pueden ser unos pechos, un culo, unas caderas, unas olas… Las mujeres tenemos unas curvas y unos movimientos que son muy bellos y me gusta representarlos.
¿Hay alguna intencionalidad de vindicación feminista, o política?
No rotundo. Soy una mujer que se interesa por las mujeres. Si hubiera sido un hombre quizás me interesaría por el mundo de los hombres. Mis amigos gays pintan hombres teniendo sexo entre ellos porque es lo que les interesa. También hay hombres que pintan mujeres. Pero no me siento feminista. No lo quiero decir porque solo hace falta que lo digas para que se te tiren encima. ¡No me atrevo!
Es muy grave que aceptemos que no podemos decir lo que pensamos. Es un gran retroceso. En el pasado, a los artistas, si alguna cosa se les concedía era la libertad de expresión. Un obrero no podía dar su opinión por no poner en riesgo su puesto de trabajo, pero un artista trabaja con su creatividad y su visión del mundo. ¿Ahora os autocensuráis?
Absolutamente. Creo que la censura existe porque nadie nos ha enseñado que tenemos ira dentro. A mí qué más me da que uno se meta con las mujeres, a no ser que sea un político que quiere cambiar las leyes, que eso sí me toca los cojones, pero que uno diga en TikTok que las mujeres tenemos que estar en la cocina, a mí me la pela mientras yo pueda hacer lo que quiera. Pero si soy una mujer encerrada en la cocina, entonces sí que me importará. Todo depende de cuál sea tu lucha y el lugar que ocupas. No hay muchas cosas que me enfaden, a no ser que me insulten o me digan cosas feas. Hay que reírse de uno mismo.
Dices que el color es como medicina para ti. ¿De qué te cura?
¡Buah! Me cura del ego, que todo el rato me dice cosas que me quieren hundir. Si te instalas en tu mente y escuchas a tu ego que te dice que eres una mierda, que no haces nada relevante, no le importas a nadie, ni nadie te quiere, tus obras de arte no tienen ningún valor, no eres trascendental ni relevante y nunca superarás a los demás, forzosamente te irás hacia abajo.
¿Eres autodestructiva?
¡A saco! Sí.

No lo parece en absoluto.
Lucho mucho. Es muy heavy.
¿Con qué herramientas luchas contra ti misma?
¡Uauu, tengo la respuesta! La clave de la vida es tener herramientas para saber qué es qué. Me he leído todos los libros de autoconocimiento, escucho los audiobooks de Jody Spencer, Louise Hay, o del neurocirujano Manuel Sans Segarra. Como sé que cada uno nos podemos crear nuestra realidad a través de la mente, yo me reconecto con el color. Si me despierto en un sitio completamente blanco, no me inspira nada, al contrario. Me afecta directamente. Igual que si hace sol o nublado. Si voy andando por la calle y veo una casa de color amarillo o de color rojo, como pasa en algunos lugares del mundo, directamente me afecta el estado de ánimo. Los colores me hacen vibrar alto.
¿Cuál es el recuerdo más nítido que conservas de tu infancia?
(Silencio). Los veranos con mis abuelos en la Costa Brava. Cada vez que sueño, el lugar donde me siento protegida y bien es Platja d’Aro. En aquel momento no estaba pervertido por la fealdad de McDonalds, el Barça y todo esto. Había restaurantes con toldos bonitos y bancos hechos con trozos de troncos. Odio la modernidad y me gusta lo antiguo. Guardaba la esencia de la Costa Brava de los sesenta. Las playas con sombrillas de telas preciosas a rallas, los bañadores con colores vivos… Me encantaba.
¿Cómo fue tu primer contacto con el arte y la creatividad?
Imagínate lo que es tener a un padre cantando canciones con la guitarra, rodeado de otros cantantes y actrices y gente que ves por la tele, todos ellos creativos, y una madre que está en casa dibujando vestidos, estampados, rodeada de libros con imágenes increíbles. Mi madre siempre me enseñaba los colores que le inspiraban sus colecciones y me enseñó a combinarlos. Me pedía que dibujara, pero yo no dibujaba muy bien. Mis compañeras en el cole dibujaban mejor que yo, pero yo tenía más imaginación.
En Platja d’Aro, mi padre nos llevaba a pasear por un bosque y se pasaba horas explicándome historias de fantasía. Este fue para mí el primer contacto con el arte sin ser arte materializado. El arte empieza con la imaginación, y la puedes alimentar o no. Eso depende de tus padres, realmente. Mi padre me decía: mira ese agujero en el árbol, allí hay hadas que tienen alas de colores. En realidad no había nada, solo un agujero en un árbol, pero yo las veía como salían y entraban. Si te lo imaginas, lo ves. Mi frase predilecta es: creer para ver. ¡Es lo máximo de la vida!
En Platja d’Aro, mi padre nos llevaba a pasear por un bosque y se pasaba horas explicándome historias de fantasía. Este fue para mí el primer contacto con el arte sin ser arte materializado. El arte empieza con la imaginación, y la puedes alimentar o no. Eso depende de tus padres, realmente. Mi padre me decía: mira ese agujero en el árbol, allí hay hadas que tienen alas de colores. En realidad no había nada, solo un agujero en un árbol, pero yo las veía como salían y entraban. Si te lo imaginas, lo ves. Mi frase predilecta es: creer para ver. ¡Es lo máximo de la vida!
¿Pero eso no te hacía vivir una realidad paralela? El mundo de la fantasía nunca coincide con la realidad. ¿Cómo vives la dicotomía entre la dura realidad y el mundo de la fantasía?
Para mí son dos mundos que se tocan, lo que pasa es que hay que tener el ojo muy abierto. El universo nos da señales, nos da sincronicidad y nos envía mensajes. Si estás atento y entrenas a tus ojos para verlos, te haces consciente. De repente puedes pensar en alguien que ha muerto y puede aparecer una mariposa en un sitio donde habitualmente no hay mariposas. Para mí la realidad es muy subjetiva. Solo depende de tu perspectiva.
Si a tu cerebro lo tienes entrenado para fijarte únicamente en las desgracias y escuchar las noticias, al final solo ves eso. Pero si entrenas tu cerebro para fijarse en otras cosas, yo creo que las atraes. Es lo que dice Jody Spencer: la realidad la creas tú. Naces con una y la puedes transformar, solo depende de ti. Desde que lo he puesto en práctica, mi realidad me ha cambiado.
Si a tu cerebro lo tienes entrenado para fijarte únicamente en las desgracias y escuchar las noticias, al final solo ves eso. Pero si entrenas tu cerebro para fijarse en otras cosas, yo creo que las atraes. Es lo que dice Jody Spencer: la realidad la creas tú. Naces con una y la puedes transformar, solo depende de ti. Desde que lo he puesto en práctica, mi realidad me ha cambiado.
“No quiero pintar desde la oscuridad absoluta. Intento encontrar la manera de convertir el dolor en belleza. Parto de la necesidad de expresarme.”
Lacan defiende la división del sujeto. Uno de los conceptos lacanianos fundamentales es el Sujeto dividido o escindido, que él escribe con una S mayúscula tachada para indicar así su división. ¿Cuántas partes conoces de ti misma?
La gente dice: una mujer blanca nacida en una familia de creadores, tiene privilegios. Pero el dolor de un abandono le pasa a cualquier persona. A veces se creen que no tengo problemas. No tienen ni idea. Yo he visto cosas horribles a mi alrededor y conozco el dolor absoluto. De hecho, en las familias con más dinero es donde hay más dolor. Gente que se engancha a las drogas porque no ha tenido conexión con sus padres, que han descuidado completamente a los hijos y no les han dado amor.
Igual otra persona en un pueblo y con menos recursos tiene una conexión increíble con sus hijos y se sienten más queridos. Yo de pequeña sufrí bastante, necesitaba construirme una vida donde lo estético cobrara importancia y me permitía huir de un mundo interior dolorido.
Igual otra persona en un pueblo y con menos recursos tiene una conexión increíble con sus hijos y se sienten más queridos. Yo de pequeña sufrí bastante, necesitaba construirme una vida donde lo estético cobrara importancia y me permitía huir de un mundo interior dolorido.
En tu obra sueles celebrar el placer pero también hay elementos que nos pueden hacer reflexionar sobre el dolor. ¿Cómo lo materializas a nivel artístico?
La estética la relacionamos con la superficie. En ocasiones, en el mundo de la moda, en un desfile o en un evento, me he dado cuenta de que la gente que intenta resguardarse en lo superficial es porque tiene mucho dolor. Necesitan quedarse en la capa exterior porque les es imposible mirar hacia dentro. Sobrellevar la vida les es mucho más fácil si se quedan en el mundo de la superficialidad. He pasado tardes con fotógrafos megafamosos y pienso, esta persona está fatal. Lo superficial les duele menos. Si lo analizas, las personas que necesitan ir de puntillas por la superficie lo hacen porque les es imposible mirarse el interior.
A mí me interesaba mucho entrevistarte porque has ido por libre y has construido un mundo a tu medida. Has escogido vivir en una isla, que es una manera de apartarse del resto, y sales y entras de Ibiza cuando quieres. ¿Podríamos decir que ese estilo de vida te ayuda a no abandonar tu obra?
A mí lo que me pasa es que me gusta mucho disfrutar de la vida. Yo he venido aquí a disfrutar. Muchas veces, cuando estoy disfrutando mucho, me olvido de pintar. Pero me recuerdo a mí misma lo que tengo que hacer. Aunque me cuestiono si de verdad quiero hacerlo y me planteo si quiero estar en galerías importantes. Tengo que ser constante pero a veces me cuelgo.
Siempre escojo la creatividad para hacer cualquier tipo de trabajo. Me invitaron a pintar un muro de treinta y cinco metros en Pachá y también pinté un mural dentro de una piscina. No solo pinto cuadros. Me he dado cuenta de que si hago algo durante mucho rato, empiezo a encontrarme mal. Pero eso hace que me sienta culpable y me obligue a volver a pintar, porque realmente me encanta. Intento vivir con el menor estrés posible dentro de lo que cabe.
Siempre escojo la creatividad para hacer cualquier tipo de trabajo. Me invitaron a pintar un muro de treinta y cinco metros en Pachá y también pinté un mural dentro de una piscina. No solo pinto cuadros. Me he dado cuenta de que si hago algo durante mucho rato, empiezo a encontrarme mal. Pero eso hace que me sienta culpable y me obligue a volver a pintar, porque realmente me encanta. Intento vivir con el menor estrés posible dentro de lo que cabe.
Explícame cómo es tu proceso creativo. ¿Sufres mucho?
Alguien me dijo que tenía que ir más hondo en mi obra, y le respondí que no podía ir más profundo porque me duele y miedo me da. No quiero pintar desde la oscuridad absoluta. Intento encontrar la manera de convertir el dolor en belleza. Parto de la necesidad de expresarme. Ahora tengo cuarenta años y siento que obviamente me estoy haciendo mayor. La edad me ha creado una necesidad de reconectarme con mi sensualidad, que es algo que no quiero perder nunca. Seducirme a mí misma, decirme cosas bonitas, mirarme al espejo y decirme que soy guapa, inteligente y que me quiero. Mi lucha va contra mi yo superior.
Pintar también me sirve para verme a mí misma como yo quiero ser y para vivir cosas que no puedo vivir en la vida real. A través de mis cuadros he creado un mundo paralelo donde puedo vivir todas las cosas que quiero vivir porque mi imaginación es infinita. Puedo ser todos los personajes, vivir todas las experiencias posibles. Es como si fuera una actriz que puede hacer cualquier papel que se proponga, incluso el de una asesina, y sentir varias sensaciones. Con mis cuadros me pasa un poco eso.
Pintar también me sirve para verme a mí misma como yo quiero ser y para vivir cosas que no puedo vivir en la vida real. A través de mis cuadros he creado un mundo paralelo donde puedo vivir todas las cosas que quiero vivir porque mi imaginación es infinita. Puedo ser todos los personajes, vivir todas las experiencias posibles. Es como si fuera una actriz que puede hacer cualquier papel que se proponga, incluso el de una asesina, y sentir varias sensaciones. Con mis cuadros me pasa un poco eso.
Preparando la entrevista apunté esta frase tuya: “La felicidad es estar agradecido de lo que tienes sin querer nada más”. ¿No se contradice con la máxima del neoliberalismo que defiende que nunca tienes ni tendrás lo suficiente?
¡Uauuuu, es fatal esta máxima! Ser agradecido es una de las primeras cosas importantes que se necesitan para atraer la realidad que quieres. Tenemos que dar gracias por todo, para lo bueno y para lo malo. Lo malo hay que agradecerlo como una oportunidad que te da el Universo para aprender cosas que no habría aprendido de otra manera. Si me lo ha enviado es por algo. Todos queremos más, pero siempre nos fijamos en lo que nos falta y no en lo que tenemos. El otro día pensaba: si tengo hambre puedo abrir la nevera y tengo comida y si voy al baño tiro de la cadena y me olvido. ¡Es fuertísimo (risas)! Tenemos que dar gracias por ello.

La empresa The Clueless ha creado a Aitana López, una influencer artificial. Sus ingresos son de doce mil euros al mes. Los creadores de Aitana han diseñado una personalidad que se ajuste al público que persiguen en el mercado. ¿Qué opinión te merece esa nueva competencia?
Alguien me dijo que si hay robots que hacen las cosas, no tendremos que trabajar tanto. Igual no está tan mal. La competencia es un tema mental, o sea que me da lo mismo. Cuando estoy pintando no pienso en nada, soy feliz. Si miro Instagram empiezo a compararme y es fatal, aunque sé que todo es mentira, ni nadie es tan feliz como aparenta. Tengo la suerte de conocer a muchos influencers y famosos, y realmente estamos todos igual de mal… Los delirios del ego son los mismos para todos.
¿Puedes descubrirnos aquello que no vemos en el mundo irreal de Instagram?
A mí lo que me sabe mal es cuando alguien se crea un personaje que no tiene nada que ver con la persona real. Me gusta la gente que está un poco loca, que dice cosas sin filtro, que es divertida, que exprime la vida. En Instagram te venden personajes extrovertidos, que se ríen o saltan de alegría y cuando los conoces son zombis. Es gente muerta por dentro que nos vende una mentira. No tienen nada de lo que nos quieren hacer creer.
En una ocasión nos invitaron a tener una experiencia increíble y muchos estaban con el móvil en una esquina sin interactuar con nadie. No viven la vida real y encima nos están mintiendo. Si eres alguien especial es genial que lo enseñes, pero si te inventas a ti mismo, al final solo sales perjudicado. Viven en una disociación brutal.
En una ocasión nos invitaron a tener una experiencia increíble y muchos estaban con el móvil en una esquina sin interactuar con nadie. No viven la vida real y encima nos están mintiendo. Si eres alguien especial es genial que lo enseñes, pero si te inventas a ti mismo, al final solo sales perjudicado. Viven en una disociación brutal.
¿Por qué crees que las marcas confían en ti?
Yo me muestro lo más auténtica que puedo y como soy en la vida real. Intento hacer las cosas con amor y aportar una visión personal. A veces esto puede ser negativo porque muchas marcas lo ven como underground o raro. Hay marcas que son increíbles y confían plenamente en mi visión y mis aportaciones. Lo más interesante de un producto es ver cómo cada persona se lo hace suyo. Alguna gente se ciñe a postear pensando en lo que la marca espera de ellos. Eso provoca que todas hagan lo mismo y se pierde la autenticidad y la originalidad.
La idea de marketing que tienen algunas marcas está totalmente obsoleta. Una me pedía que el post fuera en la tienda. ¿De verdad creen que por enseñar la tienda la gente irá a verla? Les he dicho que acepto si me dejan crear un mundo de fantasía en el que incluyo el producto para dejar que la gente reaccione. Luego ya buscarán dónde está la tienda si les interesa. Me gusta trabajar con marcas que potencian la libertad creativa. Una persona que me encanta es Javier de la Blanca, que está haciendo muchas cosas para Camper. Es la antítesis de todo. Camper es un ejemplo de marca que me gusta mucho porque siempre han confiado en el creativo y le dan alas para volar.
La idea de marketing que tienen algunas marcas está totalmente obsoleta. Una me pedía que el post fuera en la tienda. ¿De verdad creen que por enseñar la tienda la gente irá a verla? Les he dicho que acepto si me dejan crear un mundo de fantasía en el que incluyo el producto para dejar que la gente reaccione. Luego ya buscarán dónde está la tienda si les interesa. Me gusta trabajar con marcas que potencian la libertad creativa. Una persona que me encanta es Javier de la Blanca, que está haciendo muchas cosas para Camper. Es la antítesis de todo. Camper es un ejemplo de marca que me gusta mucho porque siempre han confiado en el creativo y le dan alas para volar.
¿Qué criterio sigues para aceptar las colaboraciones que te proponen?
A mí me gusta la buena calidad, las piezas de lujo y que me den máxima libertad creativa. Lujo en el sentido de bien hecho, con buenos materiales. Muchas marcas no me dan la libertad que necesito y eso hace que reduzca al máximo las colaboraciones. Cuando hago algo que no me gusta o no me siento orgullosa, mi cuerpo me avisa. Tengo un amigo que es influencer y hace todo lo que le proponen. A veces le digo: ¿no te da vergüenza hacer esto? Yo cuando siento que no voy a ser feliz haciendo algo, prefiero no hacerlo. Intento ser lo más honesta que puedo conmigo misma.
Erich Fromm decía que el narcisismo se puede esconder detrás de tantas máscaras que seguramente es, de entre todas las cualidades psíquicas, la más difícil de descubrir. ¿Cómo haces para moverte bien rodeada de personas que hacen de la proyección de su imagen un modo de vida?
¡¡Uahh!! Yo soy una narcisista de alto grado. Lo digo a todo el mundo. El primer paso para cambiar es reconocerlo y aceptarlo. Si lo escondes, es imposible cambiarlo. Soy Leo, hija única durante mucho tiempo y la niña de la casa; la peor combinación. He perdido muchos amigos en el camino por ser tan narcisista. Me lo merezco.
“A través de mis cuadros he creado un mundo paralelo donde puedo vivir todas las cosas que quiero vivir porque mi imaginación es infinita. Puedo ser todos los personajes, vivir todas las experiencias posibles.”
Y aparte de narcisista, ¿qué otras facetas tuyas desconocemos?
También soy extremadamente sensible, generosa pero catalana, me encanta separar lo que es mío y lo que no, soy muy leal a mis amigos, a veces soy muy egoísta como si fuera el centro del Universo. También soy muy cariñosa, muy tierna, simpática, extrovertida, aunque me gusta disfrutar de momentos íntimos con poca gente. Intento conectar con mi unicidad y soy muy tozuda en mejorar por encima de todo. Mi sueño máximo es mejorar como persona. Mi éxito recaerá en si al final de la vida he conseguido limar todas las cosas de las que no estoy orgullosa. Espero que con los años sea el ser humano más evolucionado que pueda llegar a ser.
¿Comulgas con la idea de que la sociedad occidental está anestesiada?
Me gustaría pensar que el mundo está despertando cada vez más. Yo tengo fe en la humanidad porque si pienso que el mundo es un horror, eso es lo que será. Estoy convencida de que lo que pienso se materializa, me obligo a pensar en positivo. También podemos resurgir de la autodestrucción, así que igual tenemos que destruirnos para entender que este no es el camino. Deseo que nos espere un futuro con seres elevados.
¿Cuáles son para ti las cuestiones por las cuales deberíamos movilizarnos de forma urgente?
Siempre he pensado en que todo recae en la educación de los niños pequeños. Un político ha sido un niño y la infancia es lo que forma a las personas. Para mí lo más importante es la educación en valores, el autoconocimiento, la gestión de las emociones, saber por qué sentimos lo que sentimos. Saber calmarlos si sentimos frustración, conocernos a nosotros mismos y entendernos. Saber por qué actuamos de una determinada manera. Saber por qué te importa tener una empresa valorada en miles de millones de euros mientras destruyes la naturaleza. Todo recae en la educación.
Si fuera política crearía escuelas en las que la inteligencia emocional fuera lo prioritario. No puedes ir por el mundo sabiendo mucho de bioquímica o enviando cohetes a Marte si no te importan los demás seres humanos. Si no tienes compasión y no te quieres a ti mismo, puedes hacer daño a los demás.
Si fuera política crearía escuelas en las que la inteligencia emocional fuera lo prioritario. No puedes ir por el mundo sabiendo mucho de bioquímica o enviando cohetes a Marte si no te importan los demás seres humanos. Si no tienes compasión y no te quieres a ti mismo, puedes hacer daño a los demás.
De todas las personas importantes para ti, ¿cuál es la que ha creído más en tu talento y te ha ayudado en los momentos de dificultad?
La persona número uno para mí es mi novio, con quien llevo trece años; es lo mejor que me ha pasado en la vida. Una persona equilibrada que ha sido mi profesor y me ha enseñado a cambiar a base de amor. Solo puedo darle las gracias. Ha sido un gran aprendizaje. Cuando nos conocimos, yo estaba bastante desquiciada y él siempre ha tenido paciencia conmigo recordándome que me quiere.
Eres una privilegiada…
¡Uauu, uauu, uauu! Soy muy privilegiada.

¡No lo sueltes (risas)!
No, no. Es lo máximo de mi vida. A veces lo miro y me entran ganas de llorar. Es la mejor persona que he conocido nunca. Ha tenido mucha paciencia conmigo. Cada vez que le mandaba una flecha con odio, me contestaba con amor. Me ha enseñado a que si te hacen daño, no debes reaccionar atacando. El problema en las relaciones es cuando cada uno se mira a sí mismo y no se plantea qué ha hecho mal para generar el conflicto, en vez de darle la culpa al otro. Pensar en cómo se siente el otro. Intentar entenderle.
En mi caso, el 99% de las veces en que nos hemos peleado es por mi culpa. Cuando asumes tu responsabilidad, todo se hace mucho más fácil. Al otro no lo puedes cambiar, pero tú sí. Tienes un poder increíble para transformar tu parte de culpa. Cuando tú cambias, el resto cambia y todo se pone en su sitio.
En mi caso, el 99% de las veces en que nos hemos peleado es por mi culpa. Cuando asumes tu responsabilidad, todo se hace mucho más fácil. Al otro no lo puedes cambiar, pero tú sí. Tienes un poder increíble para transformar tu parte de culpa. Cuando tú cambias, el resto cambia y todo se pone en su sitio.
Hablemos de la exposición Ausencia de tijera, que podemos ver en la galería Sorondo Projects.
En esta ocasión presento obra nueva con la que he querido salir de mi zona de confort. Siempre he dibujado desde la imaginación. Nunca he copiado ni me ha interesado el realismo. Tampoco he pasado por ninguna escuela. Siempre he dibujado de forma libre. Lo que ocurría es que dibujando desde la imaginación, el resultado era un poco plano, como en dos dimensiones. Estilo cómic. Lo relaciono con una etapa más infantil, pero ahora con cuarenta años, me siento una mujer empoderada y quiero ir un poco más allá como metáfora de la necesidad que siento de profundizar en mí misma. Ahora me siento más capaz, me conozco más a mí misma y quiero darle profundidad a mi obra. Quiero darle perspectivas, volúmenes, sombras, tres dimensiones y un contenido más profundo.
¿Presentas un cambio de estilo respecto a lo que ya conocemos?
He sofisticado un poco mi estilo y veréis una evolución. He reducido la paleta de colores, escogiendo únicamente cuatro y no todo el arco iris. En total son trece obras que están relacionadas entre ellas. Siempre hay mujeres sensuales, y a través de ellas vivo situaciones de película. Yo estudié interpretación pero me di cuenta de que no era lo mío. Creo que lo habría podido hacer bien, pero no lo disfruto. A través de las figuras que dibujo, les hago interpretar personajes que mi alma necesita plasmar. Recreo situaciones excitantes con elementos mágicos y surrealistas.
¿Te sientes próxima al surrealismo?
Muchísimo. El otro día estaba releyendo El Manifesto del Surrealismo de André Breton y me quedé con una frase: “ausencia de norma”. ¡Buahhh! Me encantó. Es totalmente como concibo el arte.
He observado en tus últimas stories que hay un punto de contención y te muestras más elegante y comedida.
Exacto. Tengo menos necesidad de llamar la atención. Para mí el modo de vestir forma parte de la manera de expresarse. De pequeña necesitaba expresarme a través de la ropa para que la gente me mirase. Con la edad, ya no necesito llamar la atención a nivel estético. Me siento más sencilla y sobria.
“Mi éxito recaerá en si al final de la vida he conseguido limar todas las cosas de las que no estoy orgullosa.”
¿Para cuándo una nueva colaboración con Lydia Delgado?
Uff qué va, qué va. La verdad es que no. La moda es una lucha constante, una tortura. Yo paso. Cuando la gente me dice que quieren crear una marca de moda, no quiero hundirles su ilusión pero les deseo good luck porque la van a necesitar. Ahora quiero centrarme en el arte y mi máxima ilusión es llegar a exponer en alguna de las galerías que admiro como la Jeffrey Deitch de NYC y Los Angeles. En Europa me interesa la Almine Rech porque todos los artistas que me gustan exponen allí. Lo manifestaré y si no ocurre, no pasa nada. Mientras pueda seguir abrazando a mi novio, todo está bien.
Esto que viene es puro cotilleo.
¡Me encantan los cotilleos! ¡Haber empezado por aquí!
Después del último concierto de Madonna en Barcelona, me llamó la atención que escribieras que hay personas que admiras hasta que las conoces porque su calidad humana deja mucho que desear. ¿Qué ocurrió?
Estaba con mi amiga Úrsula Corberó, que es la tía más guay del mundo, en cuanto a calidad humana. Es una persona increíble. El tema fue que la encargada de hacer el warming up del concierto, a quien ya conocía, se puso a bailar con nosotras y no paró de darle coletazos con el pelo larguísimo a Úrsula, en plan totalmente desubicada. Nos dio el concierto. Al irnos, me dice: ‘¡Hola! Te he visto desde el principio pero no te he saludado a posta’. Pensé que si la gente supiera cómo actúan estas personas a las que admiran tanto y que están como putas cabras, y hacen cosas sin ningún sentido, igual no los admirarían tanto. Por eso lo escribí.
Lo que sí podemos decir es que Úrsula y tú sois las amigas catalanas de Madonna.
Sí, hemos coincidido y a veces nos escribimos. Cuando visitó el Moco Museum de Londres vio mi obra y le gustó mucho. Me hizo ilusión. De hecho, le dije que le regalaría un cuadro y nunca lo he hecho. ¡Pero se lo regalaré algún día, eh! La conocí a través de la actriz Debi Mazar, con quien coincidí en un rodaje de una peli de Paco León, donde yo hacía un mini papel. Conectamos mucho y fue ella la que le habló de mí. De repente Madonna me siguió por Instagram y no me lo creía. Lo peor es que yo a ella no la seguía… ¡Qué fuerte! Le escribí y hablamos bastantes veces, hasta que quedamos para cenar en París. Muy guay. Después se hizo amiga de Úrsula y mantenemos la conexión.
La creación es una forma de resistencia. ¿Cuál es tu prioridad en este sentido? ¿Frente a qué, o a quienes hay que resistir ahora mismo?
Contra la autodestrucción personal. Nuestros peores enemigos conviven con nosotros mismos. Tenemos que hacernos amigos de la mente y conectar con nuestra pureza para ser la mejor versión de nosotros mismos. Decirnos cosas bonitas, tratarnos bien, querernos al máximo y así seguro que no habrá ningún problema en el mundo.
