Gracias a ella, podemos ir desde el Renacimiento hasta los 80, pasando por el Impresionismo y llegando a los rincones más añejos de Francia. María Bernad une moda y arte de una manera tan natural que parece que solo pudiera ser así. Pero no. Es ella la que, gracias a la influencia de su abuela costurera y de su madre, ha conseguido hacerlo. Referentes como Monet o Matisse son los que marcan sus diferentes trabajos y su propio estilo, donde priman los colores empolvados y lo vintage. Su proyecto más reciente, Les Fleurs, rescata prendas antiguas y les da una nueva vida, adaptándolas de pleno a una visión mas actual y contemporánea. Hoy hablamos con ella sobre la industria de la moda, los tesoros que encuentra en mercadillos, y quién es su artista favorito.
Para aquellos que no te conozcan, cuéntanos, ¿quién es María Bernad? ¿Cómo te definirías?
María Bernad es una chica de 23 años nacida en Elche (Alicante), que estudió una parte de la carrera de diseño de moda en Valencia y la otra en Madrid. Actualmente trabajo como estilista y diseñadora. Tengo una firma llamada Les Fleurs Studio donde vendo piezas vintage y algunas contemporáneas, envuelta en una estética basada en mis referencias. A parte de apasionada de la moda desde pequeña, he sido también una apasionada del arte, que he trasladado siempre a mis diseños y a mis referencias para todo mi trabajo, fusionando así arte y moda.
Aunque no paras de viajar, has convertido Madrid en tu nueva casa, una ciudad cuya escena cultural y creativa está en plena ebullición. ¿Qué es lo que más te atrae de Madrid y qué te aporta tanto a nivel personal como creativo?
Lo que más me atrajo de Madrid en el primer momento que lo pisé fue su cultura. La primera vez que visité Madrid fue para ir al Museo del Prado y desde entonces he tenido esa visión cultural tan grande por parte de la cuidad. También me ha aportado muchas amistades, ya que sobre todo, una de las mejores cosas que tiene Madrid es la gente que vive en la cuidad, siempre tan abierta y con tanto que aportar.
¿Cuándo y cómo surge tu interés por el mundo de la moda? ¿Y cuál es la principal razón por la que decides trabajar en él?
He tenido la suerte de tenerlo en casa desde pequeña. Mi abuela fue costurera y tanto mi madre como ella han tenido una visión de la moda muy cercana en casa. Cuando era pequeña me cosían mis vestidos y yo ya tenía la oportunidad de elegir las telas. Decidí trabajar en él desde el momento que tuve la oportunidad de decidir en qué quería trabajar. Haz de tu pasión tu trabajo, o eso dicen.
Eres una persona polifacética dentro del sector, y tanto te atreves con proyectos de estilismo como de dirección de arte e incluso de diseño de moda. ¿En qué consistieron tus primeros trabajos? Ahora que ya llevas recorrido, ¿con cuáles disfrutas más?
Mis primeros trabajos en moda fueron aquellos que no se pagan, claramente (risas). Fueron de estilismo, comencé haciendo estilismos para modelos y luego seguí con mis propios proyectos y trabajando como estilista para otras marcas, por lo que comencé también con la dirección creativa aparte del estilismo. Diseñar siempre ha ido conmigo, como he comentado. Comencé haciendo mis pequeños proyectos hace un par de años y ahora ya trabajo incluso para otras personas. Y tengo mi propia marca. Intento disfrutar todo proyecto en el que me involucro, así que no sé si podría elegir entre esas tres cosas.
En tus redes sociales vemos que el arte es el punto de partida de todo aquello que realizas. Klimt, Monet, Hopper, Matisse, el periodo Rococó, los paisajes y la naturaleza; tus influencias son muchas y muy variadas. ¿Pero quiénes son aquellos nombres o temas a los que siempre vuelves? ¿Quiénes son tus mayores referentes?
No sé cómo lo hago pero siempre vuelvo a esa paleta perfecta de Monet, supongo que es porque todos sus cuadros me relajan. Después tengo referentes directos para mi firma y para mis proyectos que siempre aparecen en el moodboard, pero siempre vuelvo a esos paisajes de Monet en Normandía.
En cuanto a tu estilo, observamos una clara predilección por lo vintage. ¿Qué tiene ‘lo antiguo’ para estar presente en la mayoría de tus looks y trabajos?
Creo que ‘lo antiguo’ le da ese morbo a la moda que tanto hace falta a veces. Siempre intento buscar lo ‘más autentico’ de cada cosa y con la moda hoy en día, que va tan rápida y hay tantas firmas fast fashion, lo vintage es lo único que permanece.
Algunas piezas vintage son como tesoros. Cuéntanos cuál es tu prenda o complemento favorito o a la que tienes más apego por algún motivo en especial.
Tengo varias y todas son de mi abuela o de mi madre. Creo que ahí se junta lo especial que pueda ser la prenda con un sentimiento.
En abril se cumplió un año desde que abriste Les Fleurs, tu propia tienda de moda vintage. ¿Cómo y cuándo surge el proyecto? ¿Qué tal ha ido durante este primer año y medio?
El proyecto surgió curiosamente en un momento en el que tenía muchas cosas entre manos y mucho trabajo, pero necesitaba expresar lo que en mis referencias fuera lo más ‘puro’. De ahí surgió, junto con mi pasión por el vintage, mis referencias más directas y mi necesidad de hacer algo que me inspirase realmente. Les Fleurs, para mi sorpresa, tuvo una gran acogida en las redes y en las revistas, y mucha gente se interesó e involucró en el proyecto, así que creo que ha ido bien durante este año y medio.
¿De dónde surge el nombre?
El nombre surgió porque la naturaleza y las flores han sido siempre una referencia muy directa y que he dibujado desde pequeña. Y es en francés porque el proyecto surgió con mi madre, y tenemos influencia francesa.
¿Quiénes formáis parte de este equipo?
Mi madre y una de mis mejores amigas, gran fotógrafa y directora creativa, Inmaculada Mariscal.
¿Consideras que el fenómeno vintage hace que la moda sea más accesible para un mayor público?
Sí, sobre todo cuando se trata de firmas. El vintage es genial para obtener grandes firmas a un menor precio por el hecho de ser de segunda mano –aunque muchas veces están en perfecto estado.
Cada vez son más y más las tiendas vintage, pero aquí entramos en debate. Tras el boom surgido a raíz de la tendencia hipster, gran parte de estas tiendas ofrecen su producto a precios desorbitados como si se tratase de reliquias, cuando en muchas ocasiones no lo son. ¿Qué opinas acerca de esto? ¿Consideras que por lo general existe un filtro lo suficientemente potente en las tiendas a la hora de encontrar el producto que venden?
Creo que no existe una tienda vintage igual. Hay muchos tipos de tiendas así y hay que saber escoger. El equilibrio surge cuando un producto es especial, de buena calidad y cuyo precio sea medianamente accesible. Pero tampoco vamos a entrar en un debate en lo que a ‘accesibilidad’ en la moda se refiere.
Tú misma te encargas de buscar y seleccionar las diferentes piezas que luego encontramos en Les Fleurs. ¿Qué debe tener una prenda para que la escojas y dónde sueles encontrarlas?
Las suelo encontrar en mercados, tiendas e incluso en internet. Es importante mirar la calidad del producto, que sea diferente y, también, tiene que encajar con la estética de Les Fleurs.
Vintage supone rescatar y poder reinterpretar prendas con una vida anterior. Muchos afirman que no hay prenda más sostenible que la que ya existe, y que lo vintage plasma valores éticos y sostenibles. ¿Te preocupa el consumo sostenible y responsable?
Una de las razones por las que creé Les Fleurs fue también en cierta medida por lo que he comentado antes. Al trabajar en moda ves muchas firmas fast fashion, entonces comencé también por interesarme en alternativas a esto. El vintage me otorga la oportunidad de dedicarme a un entorno más sostenible en la moda y en el que me siento más cómoda.
Pese a ser muy joven, llevas un recorrido que parece imparable. Has realizado colaboraciones con diseñadores y marcas importantes y tu tienda crece a un ritmo récord. Cuéntanos tus planes de futuro y dónde te gustaría veros tanto a ti como a Les Fleurs en un par de años.
Lo cierto es que me gusta lo que hago y me encantaría continuar evolucionando en la moda y trabajando. Siempre digo que, aunque haya trabajado tanto, me queda muchísimo por hacer. Tengo muchos proyectos nuevos en mente siempre y creo que es algo importante. Creo que siempre me quedarán cosas por hacer y mucho por aprender. También pienso que Les Fleurs evolucionará mucho, y espero que de manera positiva.