No podemos hablar de Lust For Youth solamente como el trío de synth-pop que viene despuntando desde Copenhague. LFY son la pieza clave de todo un movimiento cultural que lleva proliferando en Dinamarca desde hace más de cinco años, y del que cada vez van surgiendo más bandas. Acaban de lanzar su octavo álbum de estudio, Compassion (Sacred Bones, 2016), en el que, siguiendo la línea de International (Sacred Bones, 2014), se han vuelto a lanzar a los synths ochenteros. Y aquí va la noticia: esta semana estarán visitando nuestras salas, hoy miércoles 13 en Madrid (Sala Sol), y el jueves 14 en Barcelona (Sala Sidecar), cita más que imperdible.
Lust For Youth nació en Gotemburgo en 2009 como proyecto individual del sueco Hannes Norrvide, quien nos confiesa que después se mudó a Dinamarca porque “quería ser famoso.” En el país escandinavo se le sumaron Loke Rahbek –miembro de grupos como Damien Dubrovnik, Croatian Amor o Vår– y Malthe Fischer, ex de Oh No Ono. Loke nos cuenta que todo empezó porque “Hannes se pasaba el día en mi casa y no se iba de ninguna manera.”
Tras las incorporaciones de Loke y Malthe, LFY se desmarcó del sonido más oscuro de synth industrial que antes le había caracterizado, y pasó a un estilo más melódico y 80s, aunque Hannes confiesa que sus compañeros contribuyeron a LFY con “cigarros y alcohol” –a lo que Malthe añade gintonics–. En todo caso, su nuevo álbum presenta un trabajo meticuloso, una producción impecable y melodías pegadizas, y prueba de ello es Better Looking Brother, uno de los hits incontestables.
Recientemente Hannes ha debutado con otro proyecto en solitario, Norin, donde sigue explorando el sonido de los synths de manera menos luminosa y más ambiental. “Norin llevaba bastante tiempo en mi mente, pero siempre tenía otros pequeños proyectos en marcha. Trabajé en él durante un tiempo, hasta que di con cómo quería que fuera realmente.” De hecho, Copenhague se ha ido convirtiendo en el centro de operaciones de una escena cada vez más creciente en la que se encuentran bandas como Communions, Vår, Matching Church, Iceage o Croatian Amor, compartiendo miembros y, sobre todo, una misma manera de hacer las cosas. Y no se puede hablar de la escena sin mencionar Posh Isolation Records, el sello y tienda de discos de la que Loke es propietario, y desde donde también ha lanzado álbumes de las bandas de la escena que le rodea.
No escatiméis si tenéis la oportunidad de verlos en directo, sobre todo en sala, porque cada vez se hará más difícil disfrutar de su música en pequeño formato. Aunque los chicos no se ponen de acuerdo sobre qué pasará en el concierto: Loke apuesta por tocar las canciones y Malthe por el playback, así que si quieres saber el desenlace no faltes a la cita.
Tras las incorporaciones de Loke y Malthe, LFY se desmarcó del sonido más oscuro de synth industrial que antes le había caracterizado, y pasó a un estilo más melódico y 80s, aunque Hannes confiesa que sus compañeros contribuyeron a LFY con “cigarros y alcohol” –a lo que Malthe añade gintonics–. En todo caso, su nuevo álbum presenta un trabajo meticuloso, una producción impecable y melodías pegadizas, y prueba de ello es Better Looking Brother, uno de los hits incontestables.
Recientemente Hannes ha debutado con otro proyecto en solitario, Norin, donde sigue explorando el sonido de los synths de manera menos luminosa y más ambiental. “Norin llevaba bastante tiempo en mi mente, pero siempre tenía otros pequeños proyectos en marcha. Trabajé en él durante un tiempo, hasta que di con cómo quería que fuera realmente.” De hecho, Copenhague se ha ido convirtiendo en el centro de operaciones de una escena cada vez más creciente en la que se encuentran bandas como Communions, Vår, Matching Church, Iceage o Croatian Amor, compartiendo miembros y, sobre todo, una misma manera de hacer las cosas. Y no se puede hablar de la escena sin mencionar Posh Isolation Records, el sello y tienda de discos de la que Loke es propietario, y desde donde también ha lanzado álbumes de las bandas de la escena que le rodea.
No escatiméis si tenéis la oportunidad de verlos en directo, sobre todo en sala, porque cada vez se hará más difícil disfrutar de su música en pequeño formato. Aunque los chicos no se ponen de acuerdo sobre qué pasará en el concierto: Loke apuesta por tocar las canciones y Malthe por el playback, así que si quieres saber el desenlace no faltes a la cita.