Público general, estudiantes, profesionales, amantes del cine; todos tienen cabida en la que se ha convertido en una cita imprescindible del panorama cinematográfico barcelonés: l’Alternativa. En su vigesimosexta edición, que tendrá lugar del 11 al 17 de noviembre, el festival vuelve a homenajear el séptimo arte y a alzarse como un defensor acérrimo de la independencia creativa del autor, la diversidad, la innovación, la libertad, el compromiso y la reflexión.
Un año más, l’Alternativa apuesta por la independencia creativa con el objetivo de acercar al público un cine al que es difícil acceder en los circuitos comerciales convencionales. El festival es un punto de encuentro que fomenta el diálogo, el debate, la participación activa y la formación, a través de la proyección de más de ciento sesenta películas, las intervenciones de sesenta invitados y la realización de múltiples actividades complementarias.
“En l’Alternativa, no hay un solo foco, una sola estrella; hay una constelación, múltiples focos, múltiples temas”. De esta metáfora se sirvió, en la rueda de prensa, Tess Renaudo, codirectora del festival, para poner de manifiesto la variedad que caracterizará la edición del 2019. Ficción, no ficción, animación, proyectos a partir de material de archivo, formatos en 16mm… La presentación de propuestas cada vez más híbridas ha comportado que la división por categorías sea cosa del pasado. Pero la pluralidad no se limita al formato y al género; se ha hecho patente, también, en las temáticas: ecología, transformación del paisaje, fronteras, migraciones, identidad, legado familiar y superación personal pasarán por la pantalla en la que puede convertirse en una de las ediciones más heterogéneas del festival.
Toda esta variedad de creaciones audiovisuales se reparte en las tres secciones en las que se organiza el evento: secciones oficiales competitivas (agrupan largometrajes, cortometrajes y creaciones nacionales), secciones paralelas (retrospectivas y programación familiar), y secciones especiales.
De la sección internacional, uno de los títulos imperdibles es Shelter: Farewell to Eden, de Enrico Masi. A través de video, 16mm y grabaciones con iPhone, el film reconstruye la vida de Pepsi, una mujer transgénero que, por su condición e identidad, se ve forzada a huir del campamento musulmán en el que creció y a trabajar como enfermera, durante más de diez años, en la Libia de Gadafi, donde sigue sufriendo discriminaciones hasta que reúne el valor suficiente para narrar su historia.
También destaca Nos défaites, proyecto en el que cine y política se vinculan a través de la mirada de Jean-Gabriel Périot y diez estudiantes de cine de una escuela de Ivry-sur-Seine. Con la recreación de escenas de vagas, resistencias y conflictos laborales extraídos de películas de los años 60 y 70, se ofrece al espectador la visión que tienen las generaciones más jóvenes de la política.
Las relaciones familiares también dan lugar a piezas clave de esta sección. Swarm Season, de Sarah J. Christman, muestra el vínculo entre las esferas terrestre y cósmica entrecruzando tramas que se desarrollan alrededor del volcán de Hawaii Mauna Kea: una niña y su madre cuidan con dedicación una colonia de abejas, el padre participa en las protestas contra la construcción de un telescopio gigante en la misma montaña, y un grupo de científicos estudia el paisaje para preparar el inevitable traslado de los humanos a Marte. Sin embargo, el festival también apuesta por un acercamiento más intimista a este tipo de relaciones con De nuevo otra vez, film en el que la actriz argentina Romina Paula apunta la cámara hacia sí misma, su hijo y su madre, en una pieza en la que documental y ficción se mezclan para investigar la maternidad, la feminidad y el crecimiento.
Por último, los vínculos con la naturaleza cobran especial protagonismo en la sección internacional. Zumiriki, de Oskar Alegria –quien construyó, de niño, una cabaña de madera a orillas del río–, ahora, a pesar del paso del tiempo y los cambios que el transcurso de los años ha comportado, el protagonista y director de la pieza revive el recuerdo de su infancia. Otro ejemplo de la fascinación por los entornos naturales se encuentra en 4 godine u 10 minuta, de Mladen Kovačević, donde imágenes de paisajes se intercalan con fragmentos del diario del primer hombre serbio que subió al Everest, en un viaje que cambió a su protagonista de una forma que ni siquiera él anticipaba.
Una de las novedades de esta edición es que, como contó Tess Renaudo, “este año se ha añadido una sección nacional para promover lo hecho en territorio español.” De este apartado destacan: El cuarto reino, de Adán Aliaga y Àlex Lora, un film en el que el sueño americano se pone en entredicho a partir de las experiencias de un grupo de excluidos y desamparados cuya realidad transcurre en una planta de reciclaje a las afueras de Nueva York; Meseta, de Juan Palacios, con una mirada poliédrica que, desde la melancolía hasta el humor, propone un viaje sensorial por la España vacía, donde los personajes revelan un mundo rural cuya cultura ancestral se desvanece en el tiempo.
También Padre no nuestro, de la prestigiosa María Cañas, una pieza corta de animación que explora la idiosincrasia de los vínculos emocionales y afectivos en plena era digital; Tindaya Variations, de Isaac Marrero Guillamón, una exploración de las huellas del conflicto en el que se ha visto envuelta de montaña Tindaya (en Fuerteventura), al tratarse, al mismo tiempo, de un lugar sagrado para la población indígena de la isla (los mahos), de un recurso natural para la extracción de piedra, y del emplazamiento propuesto para el Monumento a la tolerancia, de Eduardo Chillida.
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1989: un momento histórico, decisivo, símbolo del final de la Guerra Fría. La caída del Muro de Berlín supuso un punto de inflexión en la nueva reorganización mundial y ahora, celebrando el trigésimo aniversario de su caída, l’Alternativa ha decidido ensalzar este suceso en la sección paralela. En colaboración con la Filmoteca de Catalunya, se presentarán una selección de films documentales que reflejan las realidades sociales, políticas y culturales previas y posteriores a la reunificación.
A través de las creaciones de Thomas Heise, Klaus Maeck, Jörg A. Hoppe, Heiko Lange, Bartek Konopka, Marilyn Levine, Ross McElwee, Hubertus Siegert y Uli M Schueppel, el público podrá adentrarse en la ciudad de Berlín y en uno de los acontecimientos más cruciales de la historia. La sección se inaugurará el 12 de noviembre de la mano del cineasta alemán Thomas Heise, que presentará su film Material.
A parte de honorar la caída del muro, dentro de la sección paralela, el festival rinde culto al cineasta y montador francés Jean-Gabriel Périot. Del largometraje al cortometraje, del documental a la ficción, su filmografía abarca trabajos muy diversos. Sin embargo, es especialmente reconocido por sus creaciones con material de archivo. Su obra deconstruye el archivo oficial, replantea la construcción de la historia y cuestiona los problemas de la memoria y la sociedad. Un cine en el que la búsqueda y la experimentación son continuas, y que se podrá ver en films como Dies Irae, Le jour a vaincu la nuit o Une jeunesse allemande.
Otra figura que tendrá especial protagonismo en esta edición es la de la directora, guionista y productora Neus Ballús. Ella encarna la voluntad del festival de ir más allá del visionado de material cinematográfico, ya que, además de la proyección de algunos de sus trabajos, como La Plaga (2013) o Staff Only (2019), Ballús impartirá un seminario destinado a conocer las claves del trabajo con actores no profesionales.
Fin de siglo, de Lucio Castro, es uno de los títulos imprescindibles de las secciones especiales, la ultima subdivisión de l’Alternativa. La ciudad de Barcelona une, por casualidad, a un argentino procedente de Nueva York y un español venido de Berlín. Lo que debía quedarse en un encuentro de una noche se convierte en una relación épica, que se alarga durante décadas en una narración no-lineal en la que tiempo y espacio se niegan a obedecer las normas.
Público general, estudiantes, profesionales, amantes del cine; todos ellos van a poder constatar que el séptimo arte, lejos de limitarse a las convenciones y estereotipos imperantes, abarca multitud de historias, sucesos e identidades. L’Alternativa, tras veintiséis ediciones, se afianza como aliada de los cinéfilos, rescatando las obras que quedan fuera de los circuitos más comerciales y demostrando que el cine, como mecanismo de expresión, no entiende de restricciones, sino de diversidad y de libertades.