La Terraza Magnética, espacio estival emblemático de La Casa Encendida, ha reabierto sus puertas este 1 de julio con un programa que comprende contenidos on y offline. A través de la premisa Un encuentro vegetal, nombre tanto del ciclo como de la exposición que protagoniza el ciclo, se propone una exploración de la relación simbiótica entre las plantas y los humanos. Los fines de semana se proyectarán largometrajes y los domingos se celebrarán conciertos, tanto nacionales como internacionales, de la mano de SON Estrella Galicia, con artistas de renombre como Lyzza o Bikôkô.
Hace apenas unos meses contemplábamos pasmados desde nuestros hogares como la pandemia posibilitaba un resurgir del ecosistema: fotografías de animales salvajes en entornos urbanos estaban a la orden del día. Parecía que hubiera sido necesario encerrarnos a nosotros mismos y vestir la mascarilla para que la naturaleza pudiera, por fin, respirar. Es en torno a esta idea que La Casa Encendida presenta su programación para la Terraza Magnética en los meses de julio y agosto. Un encuentro vegetal propone una mirada crítica hacia la relación del ser humano con la naturaleza, que evidencia los vínculos a veces desequilibrados o injustos que han existido a lo largo de la historia.
El ciclo de cine al aire libre que se celebra los fines de semana abordará el mundo vegetal como nexo común. Podremos asistir a largometrajes sobre la omnipotente selva amazónica como Aguirre, la cólera de Dios, de Werner Herzog, una epopeya que estudia la codicia y la irracionalidad humana en la búsqueda de El Dorado. La misma crítica comparte Taming in the Garden, de Salomé Jashi, que denuncia el insaciable deseo antropocénico de dominación y mercantilización de la naturaleza. Old Joy, de Kelly Reichardt, presenta ese mismo entorno amazónico del que hablábamos como un refugio y lugar de encuentro, mientras que Tropical Malady, por Apichatpong Weerasethakul, nos propone una perspectiva en común con la mitología, que habla de las leyendas que subyacen en ese territorio. Por último, La tienda de los horrores y Little Joe presentan distopias donde las plantas se rebelan contra la sociedad.
Los domingos podremos disfrutar de los conciertos de manera presencial y también vía streaming a través del canal de YouTube de La Casa Encendida. Inaugura el ciclo Bikôkô, una joven promesa de la música que interconecta la esencia africana diaria con el soul y el R&B. El angoleño DJ Nigga Fox y DJ Marcelle mezclan sonidos propios de la diáspora y paisajes sonoros poco explotados que parten de referencias culturales africanas. Molero consigue establecer una crítica hacia el mito eurocéntrico partiendo de la banda sonora de filmes como Aguirre, la cólera de Dios, que se proyectarán durante el ciclo. El canto a las raíces encontrará su hogar en la música de Verde Prato, quién homenajea su origen euskera, así como en Ikram Bouloum, de padres marroquíes, que presenta una reinterpretación de la música popular del Magreb.
Angélica Salvi resignifica el sonido de su arpa hasta guiarnos a un estado meditativo, y Ale Hop lleva a cabo una propuesta inspirada en la escucha al detalle de nuestra naturaleza, y cómo esta se convierte en música. Por último, el viernes 9 de julio tendremos el placer de atender al concierto de Lyzza, productora y cantante brasileña de Avant-pop, en una versión más fresca y veraniega de ARCO que promete ser uno de los eventos más imprescindibles de la edición.
El ciclo de cine al aire libre que se celebra los fines de semana abordará el mundo vegetal como nexo común. Podremos asistir a largometrajes sobre la omnipotente selva amazónica como Aguirre, la cólera de Dios, de Werner Herzog, una epopeya que estudia la codicia y la irracionalidad humana en la búsqueda de El Dorado. La misma crítica comparte Taming in the Garden, de Salomé Jashi, que denuncia el insaciable deseo antropocénico de dominación y mercantilización de la naturaleza. Old Joy, de Kelly Reichardt, presenta ese mismo entorno amazónico del que hablábamos como un refugio y lugar de encuentro, mientras que Tropical Malady, por Apichatpong Weerasethakul, nos propone una perspectiva en común con la mitología, que habla de las leyendas que subyacen en ese territorio. Por último, La tienda de los horrores y Little Joe presentan distopias donde las plantas se rebelan contra la sociedad.
Los domingos podremos disfrutar de los conciertos de manera presencial y también vía streaming a través del canal de YouTube de La Casa Encendida. Inaugura el ciclo Bikôkô, una joven promesa de la música que interconecta la esencia africana diaria con el soul y el R&B. El angoleño DJ Nigga Fox y DJ Marcelle mezclan sonidos propios de la diáspora y paisajes sonoros poco explotados que parten de referencias culturales africanas. Molero consigue establecer una crítica hacia el mito eurocéntrico partiendo de la banda sonora de filmes como Aguirre, la cólera de Dios, que se proyectarán durante el ciclo. El canto a las raíces encontrará su hogar en la música de Verde Prato, quién homenajea su origen euskera, así como en Ikram Bouloum, de padres marroquíes, que presenta una reinterpretación de la música popular del Magreb.
Angélica Salvi resignifica el sonido de su arpa hasta guiarnos a un estado meditativo, y Ale Hop lleva a cabo una propuesta inspirada en la escucha al detalle de nuestra naturaleza, y cómo esta se convierte en música. Por último, el viernes 9 de julio tendremos el placer de atender al concierto de Lyzza, productora y cantante brasileña de Avant-pop, en una versión más fresca y veraniega de ARCO que promete ser uno de los eventos más imprescindibles de la edición.