Emociones a flor de piel. Con Julia de Castro no hay otra manera. Todo lo que ella toca rezuma creatividad, pasión e incluso un toque de humor. A esta ecléctica artista no se le resiste nada y, como una fiera, devora proyectos de todo tipo. Desde la música hasta la literatura, pasando por el cine y el teatro, todo es posible para Julia gracias a su carisma y ambición.
Su presencia magnética ha atraído a un público bohemio y variopinto, que se congrega a admirar sus trabajos convirtiéndola en una de las presencias más fabulosas de la ciudad de Madrid. Ahora, en un año donde ha viajado a Cannes para presentar su primera película, On The Go, protagonizada por Omar Ayuso, Julia estrena una nueva serie que supone un proyecto inesperado y sorprendente para un animal creativo como ella. La serie en cuestión es una producción de Movistar Plus+ titulada Poquita fe.
Creada por Pepo Montero y Juan Maidagán, está encabezada por los maestros de la comedia Raúl Cimas y Esperanza Pedreó. En ella, Juli interpreta al colmo de las cuñadísimas; una febril e irreverente mujer que no pide disculpas y que, a golpe de descaro, es capaz de sacar una sonrisa al espectador que se cruce con ella. Ya está aquí lo nuevo de la gran Julia de Castro.
Creada por Pepo Montero y Juan Maidagán, está encabezada por los maestros de la comedia Raúl Cimas y Esperanza Pedreó. En ella, Juli interpreta al colmo de las cuñadísimas; una febril e irreverente mujer que no pide disculpas y que, a golpe de descaro, es capaz de sacar una sonrisa al espectador que se cruce con ella. Ya está aquí lo nuevo de la gran Julia de Castro.
Julia, es un placer hablar contigo. ¿Cómo estás? ¿Qué tal estás viviendo el estreno de Poquita fe?
Muy expectante. Tengo la sensación de que los espectadores van a sentir lo que yo viví al leer el guion: ¿pero esta locura qué es?
Siento mucha curiosidad por cómo llegó el proyecto hasta ti. Háblame de aquel momento.
Las directoras de casting Flor y Txave me llamaron para hacer la prueba. Llevaba una propuesta muy clara sobre cómo veía, por el monólogo, el personaje, pero no entendía bien la fragmentación de las escenas en el propio monólogo. Fue increíble descubrir cómo estaba planteado y jugar con ello durante la prueba.
Tu personaje es una mujer que parece vivir la vida sin preocupaciones ni muchas obligaciones y que, en muchas ocasiones, es tan divertida como caprichosa. ¿Qué te conquistó de este papel?
La desidia desde la que mira su entorno es muy cómica. Me encantó desde el principio. Se siente incomprendida y esto le permite exigir siempre. En realidad es una gran estratega. Consigue todo lo que quiere desde el victimismo. Sus necesidades son siempre las más importantes. Para poder vivir como quiere hace un papel encomiable frente a sus familiares.
¿No te ha dado miedo que no se comprenda a un personaje como el que interpretas en Poquita fe?
Como actriz es algo con lo que tienes que convivir. Mi trabajo es descifrar su lugar en la trama, sumar a lo que se está contando por encima de lo que podría dar el personaje. Es una serie tan coral que mi personaje se completa con mis compañeros de reparto. Cuanto más entiendes al resto de personajes como intérprete, y desde tu trabajo los apoyas, más se comprende el tuyo.
Interpretar un personaje que se niega a encarar la vida adulta, ¿no te ha hecho recordar aquellos años sin responsabilidades ni ataduras?
Sin duda, La Cuñada sigue en la adolescencia, un lugar muy cómodo desde el que pude eludir todas las tareas aburridas de la vida. Ella alarga un estado en el que, si bien lo miramos como un ideal por la libertad de sus decisiones, también tiene su cara oscura. Hay mucha culpabilidad oculta por las juergas.
¿En qué momento dirías que Julia de Castro se hizo mayor? ¿Crees que dejamos de lado alguna vez nuestra infancia o que siempre nos acompaña?
Yo he sido una de esas niñas adultas, excesivamente responsable. Celebro muchísimo la gente alocada que lleva una vida como la de La Cuñada. Creo que hay períodos en los que te apetece, puedes o necesitas deshacerte de todas las imperantes demandas de la vida adulta para volver a una esencia que, si no estás atenta, pierdes. El resultado es que, sin darte cuenta, acabas alienándote.
Esta serie versa sobre la vida cotidiana y sus sinsabores. ¿Qué crees que tiene Poquita fe para hacer sugerente esta historia?
Juan y Pepón son dos mentes prodigiosas para poner el foco en lo cotidiano. Sus guiones son dignos de estudio. Una frase de un personaje recoge muchísima información. Han creado una narrativa nueva, frenética a la vez que digerible. El matrimonio protagonista refleja el de muchas personas, y la potencia que ellos ven en cada situación te hace entender que, a veces, no se necesitan efectos especiales para llegar a cotas altas de sorpresa.
La serie muestra escenas de la vida diaria, muy reconocibles. ¿Te has visto reflejada en alguna escena de Poquita fe?
Es el gran hallazgo de la serie. Tus gestiones diarias se convierten en una posible escena delirante. ¿Después de verla, tú miras a un Guarda Jurado igual?
También se caracteriza por las escenas intercaladas, en las que los protagonistas comentan lo que sucede y confiesan sus verdaderos pensamientos. ¿Crees que la gente dice la verdad o hay mucha hipocresía?
Hay de todo en este mundo, lo importante es saber que existe. La hipocresía a veces viene de una incapacidad para enfrentarse a la mirada de otro sobre ti porque le importa demasiado lo que pienses. Otras son pura máscara. Creo que, teniendo claro qué quieres tú, lo que el resto diga y luego piense les compete a ellos.
¿Y tú?, ¿eres una persona que dice lo que piensa o tratas de moderar tus opiniones?
He aprendido a que no todo el mundo necesita saber qué opinión tengo; si me la preguntan la diré de la mejor forma que pueda, y si siento que quieren escuchar algo concreto que yo no pienso, pues les hago felices. Total…
La pareja interpretada por Esperanza Pedreño y Raúl Cimas son el epicentro de esta serie, y muchos de los personajes que les rodean no entienden del todo su relación. ¿Crees que es posible llegar a comprender la intimidad de una pareja desde el exterior?
Es imposible. Cada vínculo construye un universo propio. Esta serie es especial por eso. Entramos en las dinámicas de una pareja en crisis sin edulcorar nada. El subtexto de esta ficción me conmueve. Estoy segura de que va a llegar a mucha gente.
Me es obligatorio preguntarte por tu paso por Cannes, donde presentaste tu película On The Go. ¿Cómo fue esa experiencia? Háblanos un poco más sobre ese gran proyecto.
On the Go es mi ópera prima junto a María Gisèle Royo. Está filmada en 16mm en el sur de España. Una road movie delirante rodada con un equipo muy joven y muy implicado. La protagonizó junto a Omar Ayuso y Chacha Huang. Cannes la seleccionó para formar parte de su WIP del Marché du Film cuando aún no estaba acabada. Se estrenará este año 2023 y va a ser uno de los sueños más importantes que he materializado en mi vida.
No puedo evitarlo: ¿cómo es un día normal en la vida de Julia de Castro?
No hay un día igual. Aunque me empeñe, no sé lo que es la normalidad. Lo único que no perdono es mi café de barista cada mañana. Soy capaz de recorrer kilómetros si no hay uno cerca. Si no, no empieza mi día.