El IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) acaba de clausurar una muestra de más de 220 joyas diseñadas por artistas de finales del siglo XIX y del XX. Se trata de una colección colorista, repleta de luz y originalidad fabricada por creadores de muchas partes del mundo de la talla de Pablo Picasso, Miquel Barceló o Jeff Koons entre otros.
Pop, minimalismo, barroco, vanguardias o surrealismo son las diferentes segmentaciones de la muestra. En el registro pop las joyas son coloridas y repletas de volúmenes. Unas obras más contemporáneas con las que se acerca al visitante a un espacio más musical y reivindicativo. Ejemplo de ello son los collares del artista mexicano Miguel Chevalier compuestos por cubos de colores flúor. Junto a ellos, aderezos de plata u oro impregnados de una esencia vintage u ochentena.La parte minimalista se compone de broches de oro y esmalte o joyas con detalles más aztecas que hacen viajar a un México colonialista.
Por otra parte, pudimos ver collares más surrealistas compuestos de manos, ojos o pies u otros más barrocos fabricados con metal u objetos reutilizados como la esfera de un reloj. También, diademas con detalles reales o broches minimalistas, algunos combinados con hierros coloridos. Muchos collares a modo de gargantilla como el de Alexander Calder de 1950, pieza única en el mundo. Cabe destacar además la experimentación con tejidos como la lana, que dotan a algunas creaciones de una inmensa personalidad.
Como punto central de la exposición, se encuentran las siete joyas de Picasso, la mayoría de ellas de los años 70, entra las que se descubre el broche dorado más característico de la exposición. Muy cerca, el collar de Jeff Koons o el maravilloso anillo que hace imaginar la paz de Yoko Ono.
Las joyas procedían en su mayoría de la colección privada de la comisaria de la exposición Diane Venet, entre ellas hemos podido ver muchas piezas únicas.