Desde luego al hotel Brummell le gusta hacer las cosas de otra manera. Lo dejó claro ya en su inauguración hace un año, y lo volvió a demostrar la pasada noche de Sant Joan convirtiendo el hotel en un… ¿Prostíbulo? Pues sí.
Pero posiblemente no un prostíbulo como el que estáis pensando, aunque por allí también estaba Mónica del Raval, recibiendo a los invitados desde su cama en una de las habitaciones del hotel decorada con más de 300 globos rojos. Nos referimos a Prostíbulo Poético, un colectivo de poetas que se afana por hacer llegar la poesía a todo el mundo de una forma diferente, en privado y susurrada al oído, y que convirtió al Brummell por una noche en un burdel de lo más peculiar, con la madame al frente y sus chicas y chicos repartidos por las habitaciones vestidos de lo más sugerente. “Tenemos alma de circo ambulante”, dicen ellos, “de banda de rock en constante gira”. Quien dejó por un rato la terraza del hotel para adentrarse en sus pasillos, pudo disfrutar de ese momento privado de poesía mientras que, abajo, la música de Carlos Puig animaba al personal convirtiendo el patio del hotel y el bar en una improvisada pista de baile.
La noche de Sant Joan era la excusa, pero también la inauguración del Brummell Kitchen, es decir, del nuevo restaurante del hotel, que debería posicionarlo como un imprescindible de la ciudad y como uno de los hoteles en los que alojarte si buscas un sitio cool alejado de la zona guiri del centro.
La noche de Sant Joan era la excusa, pero también la inauguración del Brummell Kitchen, es decir, del nuevo restaurante del hotel, que debería posicionarlo como un imprescindible de la ciudad y como uno de los hoteles en los que alojarte si buscas un sitio cool alejado de la zona guiri del centro.