Si me pinchas, sangro. Si corro, o me excito, seguramente sudaré. Igual que si te pinchan, sangrarás. Yo sangro, tú sangras, nosotros sangramos, ellas, elles y ellos también. El cuerpo es la única frontera que no engaña, que no se puede alterar, que simplemente nace y vive en democracia. No obstante, hemos sido muy perversos, hemos sido extremadamente exquisitos en utilizar cada una de sus partes para narrar todos los acontecimientos que acontecen y un sin fin de sombras que legitimar. Y si hay un artista que lo ha entendido de verdad, ese es el fotógrafo colombiano Felipe Beltrán Romero. Y le hemos entrevistado para que nos cuente todas sus exquisiteces. Porque su obra, que trata tanto el tema de las fronteras espaciales como sociopolíticas, me llena los ojos de lágrimas. Porque tú seguramente también llorarás.
Hola Felipe, para aquellos que no te conozcan, y sé que esta es una pregunta de lo más compleja pero, ¿cómo te describirías a ti mismo?
Hola, muchas gracias por la invitación. Soy Felipe Romero Beltrán, soy fotógrafo.
Y al hilo de esta pregunta, ¿cómo te describirías como creador?
Me interesa la imagen fotográfica. Mi trabajo se sitúa en los límites de la lógica fotográfica documental. En su gran mayoría, los proyectos que desarrollo plantean lecturas de orden histórico y social, abordando casos de espacios que atraviesan o han atravesado procesos de conflicto y funcionan como dispositivos de reflexión visual.
En base a tus creaciones, Bravo me parece un proyecto tan poético como complejo. Para los que no lo conozcan, habla sobre las fronteras. Tanto espaciales, como sociopolíticas, como ambas a la vez. Y habla también de lo que precede a la ‘entrada’. Esa ‘entrada’, supongo, está cargada de connotaciones, de anhelos, de realidades. ¿Qué palpita dentro de ti para hablar de una frontera? ¿Qué representa?
Bravo es un proyecto que se desarrolla en el espacio inmediatamente anterior a la frontera entre México y Estados Unidos, del lado mexicano. Más que la propia categorización de frontera como una línea que divide un territorio de otro, me interesa lo que ocurre justamente en dicha transición, un lugar que espera en perpetuidad.
¿Han sido las fronteras (y aquí hablo de cualquier frontera: espacial, mental o social) algo determinante en tu vida?
Como cuerpo político lo han sido, cargar con un pasaporte colombiano me lo recuerda. Sin embargo, me interesan las fronteras en cuanto borde, que algunas veces se derrama.
¿Cómo podemos entender a través del arte las barreras? ¿Son quizá un arma para derribarlas?
Sería demasiado atrevido decir algo al respecto. Entiendo el trabajo como una disposición de inquietudes, en algunos casos visuales, en otros políticas, que funcionan como dispositivo de reflexión. Es probable que a través de la insistencia de estos ejercicios (no solo por mí), se establezcan nuevas maneras de acercarse a la realidad. Más que derribar barreras, supongo es impugnarlas.
Sigamos con tu proyecto Dialect, que también habla de fronteras, de cruzarlas, de la burocracia de los que intentan pasar de un lado a otro y de los espacios en los que habitan que parecen no pertenecer a nadie. Y de las dinámicas que se establecen en dichos espacios. Me vienen un millar de preguntas pero, ¿qué significa para ti algo tan abstracto como la pertenencia?
En el caso de Dialect, justamente esa es la pregunta. La ley de extranjería indica que un extranjero (es decir, el que no pertenece) es todo aquel que carece de nacionalidad española. En ese sentido, el trabajo indaga sobre esa no-pertenencia, y todas las consecuencias sobre la realidad que esta categorización implica.
En las series retratas las vidas de un grupo de chicos menores de edad que habitan un centro para inmigrantes irregulares (en términos de burocracia política, claro, porque para mí lo de regular e irregular es algo cuestionable) hasta alcanzar el estatus adecuado para poder emprender una vida nueva en el país al que han llegado. ¿Qué comportamiento era el imperante entre esos chicos?
Durante los últimos 2 años, dicho estatus –irregular– ordena la vida de este grupo. Su comportamiento debe ser el que indica la ley de extranjería, en caso contrario serán deportados.
Me interesa seguir indagando en eso. Esos chicos, menores, cargados de fuerza y melancolía a partes iguales, ¿cómo dirías que construyen su identidad en dichos centros? ¿Prima la fuerza, la resistencia o la ayuda entre ellos? ¿Cómo describirías su masculinidad?
La identidad del cuerpo se construye en relación a otros. En este caso, las condiciones materiales son tan concretas que tal y como indicas se producen dinámicas solidarias entre el grupo, así como una construcción de la masculinidad en dicha tensión entre la fuerza y la fragilidad de la situación.
¿Crees que los espacios que habitamos determinan nuestras dinámicas sociales? ¿Crees que dejan huella en nuestro cuerpo?
Por supuesto. Esa huella que deja en el cuerpo es lo que muchas veces llamamos identidad. Creo que existe una relación directa entre el lugar y el cuerpo que lo habita.
Sigamos con Instruction, que también habla de fronteras, límites espaciales, divisiones entre realidades espaciales y sociales… ¡es un tema recurrente en tu obra! ¿Podrías explicarnos un poco en qué se basa el proyecto? ¿A qué te refieres exactamente con el diálogo que se establece entre cuerpo y su comportamiento al verse expuesto a ese tipo de situación?
El proyecto es más bien un ejercicio. Lo que hago es registrar el proceso de creación coreográfica de Lucia You y Bilal Siasse. La pieza indaga el movimiento que el cuerpo produce en la frontera. La propuesta, la recojo desde el cuerpo que cruza –Bilal Siasse–, que es interpretado a través de tres bailarines, los cuales ejecutan los movimientos que se producen en los límites jurisdiccionales del estado al traspasar la frontera de manera irregular.
¿Tiene el cuerpo memoria? ¿Son los movimientos y cómo nos movemos en el espacio un fiel reflejo de nuestras situaciones?
No lo sé, sospecho que sí. Es justamente la pregunta que aparece en Instruction. Cómo el cuerpo –averbal– intenta recordar los movimientos que produce el cruce irregular de la frontera años después de haberlos ejecutados; y en ese ejercicio, (re)presentar una memoria del cuerpo.
Para terminar, ¿seguirás investigando en el futuro, a través de tus creaciones, el tema de los límites y los espacios que los representan? ¿Qué podemos esperar, todos tus seguidores, de tus próximos pasos como creador?
Honestamente no lo sé. Actualmente estoy interesado en ciertas lecturas, de orden fotográfico, sobre el cuerpo que ha atravesado una política concreta. Acabo de empezar un proyecto en mi país, Colombia, el cual tiene que ver con esto. Espero desarrollar este proyecto durante los próximos años en paralelo con otras actividades académicas y comerciales.