La rentrée cultural de París ha estado marcada por el éxito aplastante de Art Basel Paris a finales de octubre en el Grand Palais. Ni siquiera las sonadas goteras del edificio, a pesar de sus cuatro años de reformas, pudieron opacar la opulencia del evento. La sombra de la nueva reina de las ferias de arte del planeta comienza a ser tan alargada que amenaza con eclipsar la propia edición de Basel o incluso Frieze, su rival londinense, cuyos organizadores ya se plantean vender. Mientras los magnates de la industria forcejean por sus porciones del pastel, repasamos lo mejor de lo mejor del panorama cultural de París en los meses venideros.
Coincidiendo con su 40.º aniversario, la Fondation Cartier presenta hasta el 16 de marzo de 2025 la retrospectiva de la artista colombiana Olga de Amaral, figura indispensable del fiber art. Esta es la última muestra organizada en el edificio de Jean Nouvel de Montparnasse: la fundación se trasladará a sus nuevas dependencias de la place du Palais-Royal (también de Nouvel) a finales de 2025. De Amaral vive el color; sabe que es un lenguaje inconsciente y lo domina con fluidez. Esa sabiduría se transmite con una admirable armonía a través de sus piezas ondulantes. Sus obras están vivas, sacuden la imaginación y nos empujan a perdernos entre la urdimbre y la trama de estos grandiosos murales textiles artísticos que conforman una de las expos mejor curadas de la rentrée.
El sombrero como obra de arte es el epicentro de la exhibición Stephen Jones, chapeaux d’artiste, que agasaja la trayectoria del célebre diseñador británico en el Palais Galliera (hasta el 16 de marzo 2025). Jones es reconocido en la industria de la moda como uno de los principales sombrereros contemporáneos. La exposición se focaliza en su proceso creativo, sus fuentes de inspiración y el papel de París, la cultura francesa y la alta costura en su andadura profesional. Es precisamente ese sólido vínculo el que dota de un interesante doble sentido a la muestra. Entre sus cuatrocientas piezas hallamos más de ciento setenta sombreros, dibujos, fotografías y cuarenta looks completos con sombrero de Dior (firma con la que ha trabajado durante casi treinta años), Comme des Garçons o Louis Vuitton.
El mediático dúo de artistas escandinavos Elmgreen & Dragset ha colgado literalmente del techo algunas de sus nuevas esculturas en la emblemática nave central del Musée d’Orsay. Los artistas han diseñado una intervención arquitectónica radical titulada L’Addition (hasta el 2 de febrero 2025) con la que se ganan la admiración del visitante y cuestionan las formas en que se exponen las obras de arte.
Para ellos, subvertir o jugar con la estructura del museo es un aspecto fundamental en su práctica creativa. En esta ocasión, han habilitado una réplica del suelo justo encima de algunas esculturas de mármol y bronce dispuestas en el espacio. En ella han colgado, al revés, sus esculturas representativas de una juventud masculina frágil, poética y delicada. Sin salir del Orsay, merece la pena darse una vuelta por la expo Peindre les hommes (hasta el 19 de enero 2025), que plasma la atracción de Gustave Caillebotte por la figura masculina a través de sus pinturas impresionistas.
En el Palais de Tokyo, la artista Malala Andrialavidrazana despliega su sobrecogedor collage Figures. Esta obra monumental dispuesta sobre un muro curvo de sesenta metros de largo toma la forma de mapas superpuestos y representaciones extraídas de sellos, billetes, grabados o anuncios, que denuncian, sobre todo, la agenda colonial. En el mismo edificio, y también hasta el 5 de enero de 2025, Julian Charrière nos engatusa con la experiencia inmersiva Stone Speakers. El espacio expositivo, al que hay que entrar descalzo, simula los sonidos de las rocas y el movimiento de las placas tectónicas que captan las estaciones mundiales de vigilancia sísmica.
La exposición Lesage, 100 ans de mode et de décoration conmemora el centenario de la prestigiosa casa de bordados innovadores y textiles de excelencia en la galería del 19M. Excepcionales por su virtuosismo técnico y sus siluetas preciosistas, las piezas artesanales en display fueron elaboradas por la Maison Lesage para firmas de alta costura como Chanel, YSL, Schiaparelli o Balenciaga. Tanto las instalaciones del 19M como la marca de bordados es propiedad de la Maison Chanel. La entrada es gratuita previo registro online, y se puede visitar hasta el 5 de enero de 2025.
Como de costumbre, la Fondation Louis Vuitton no arriesga demasiado en su programación. Pop Forever, Tom Wesselmann &… (hasta el 24 de febrero 2025) está dedicada al pop art, movimiento artístico que no necesita presentación. Doblegadas a los cómics, la publicidad, el cine, las celebrities, los artículos domésticos y la prensa sensacionalista, las obras pop celebran, no sin ambigüedad, la unión del arte, la industria cultural y la cultura popular. La exposición prioriza al artista Tom Wesselmann a través de ciento cincuenta obras a medio camino entre la pintura, la escultura y la instalación, como evidencian sus colosales y formidables bodegones.
En cambio, la propuesta osada de la Bourse de Commerce (hasta el 20 de enero 2025) orbita alrededor del arte povera, corriente artística italiana enraizada con la energía y la materia. No faltan los trece protagonistas principales del movimiento (Giovanni Anselmo, Alighiero Boetti, o Luciano Fabro, entre otros) cuyas obras originales, ni convencionales ni dogmáticas, están elaboradas con materiales naturales/rurales (tierra, patatas, vegetación) y urbanos/artificiales (acero, bombillas, vigas de madera) mediante técnicas simples.
Surréalisme nos ahoga literalmente en la efervescencia creativa del movimiento surrealista con motivo de su centenario en el Centre Pompidou (hasta el 13 de enero 2025). Compuesta de pinturas, dibujos, fotografías y documentos literarios, la muestra recopila obras de artistas emblemáticos de dicha corriente. Sus trece capítulos cronológicos y temáticos evocan las figuras literarias que lo inspiraron y las mitologías que estructuraron su imaginario poético.
Si bien la exhibición difunde el trabajo de artistas internacionales poco conocidos y pone de relieve las creaciones de las mujeres del surrealismo, las obras a veces no consiguen asirse con dignidad a los capítulos a los que han sido asignadas sin que parezcan forzadas. Eso sí, es una de las últimas expos del museo antes de su cierre por reformas hasta 2030.
La muestra consagrada a Tina Barney en el Jeu de Paume (hasta el 19 de enero 2025) recorre cuatro décadas de la carrera de esta fotógrafa, que podría considerarse la Martin Parr de la high society. Gran observadora de los rituales familiares, a Barney siempre le han interesado las relaciones entre generaciones en el ámbito doméstico. Se agradece el montaje de fotos en gran formato en salas blancas con iluminación deslumbrante, todo lo contrario a las tinieblas predominantes en los espacios expositivos de la ciudad. Este museo también alaba a Chantal Akerman, figura notable del cine moderno, maestra de la intimidad, la soledad, el duelo y la injusticia social, con la exposición Travelling.
Fusionando fotografía, ciencia y tecnología, la MEP vuelve a acertar con Science/Fiction – A Non-History of Plants (hasta el 19 de enero 2025), en cuya narrativa visual colectiva las plantas son las protagonistas. Noviembre es el mes de la fotografía en París y conviene retener dos citas inexcusables: Photo Days (2-30 de noviembre), del que os hablábamos aquí, y Paris Photo (7-10 de noviembre), la gran feria de la fotografía en el Grand Palais.
En clave gratis, la galería Perrotin Matignon se rinde a las flores sonrientes y figuras coloridas manga del artista japonés Takashi Murakami (hasta el 23 de noviembre), al tiempo que el Hôtel de Sully y la otra sede de Perrotin exponen decenas de obras de Lynn Chadwick, uno de los escultores más influyentes del siglo XX. Ugo Rondinone asume el papel de mentor del artista visual y poeta Tarek Lakhrissi en la galería Reiffers Art Initiatives (hasta el 1 de diciembre), que llama la atención con su propuesta sustentada en los colores primarios.
Por último, el Museo de Montmartre desempolva la obra imaginativa plagada de collages ingeniosos con referencias parisienses del guionista y artista polifacético Jacques Prévert (hasta el 16 de febrero 2025), mientras que el Musée Picasso acoge hasta el 19 de enero de 2025 las primeras obras de Jackson Pollock. Influenciada por el regionalismo, los muralistas mexicanos, las artes nativas americanas, las vanguardias europeas o incluso Picasso, esta versión de Pollock es mucho más figurativa y estimulante que la que conocíamos hasta el momento.