Fiestón por todo lo alto ayer para celebrar la apertura de la nueva y primera tienda de Etnia Barcelona, como no podía ser de otra forma, en su ciudad de origen, frente a la Basílica de Santa María del Mar, en pleno Born. Un lugar más que privilegiado y toda una declaración de intenciones la de esta firma que en apenas en 17 años ha conseguido posicionarse como la marca independiente más vendida de Francia, que arrasa también en mercados como el italiano o el alemán y que cuenta con sedes en Hong Kong, Miami o Vancouver. La flagship de Etnia Barcelona ocupa dos de los siete pisos que tiene el edificio, terraza en la azotea incluida. El resto de plantas se destinarán a diferentes menesteres, pero ayer el edificio entero se abrió a los invitados, 800 metros cuadrados en los que a ratos no había quien se moviera por allí, así de exitosa fue la inauguración.
El despiporre y el baile se concentró en la sexta planta, primero con la música de Pascal Moscheni, y más tarde con El Guincho, ambos inspirados, divertidos y con ganas de fiesta. Duró el baile hasta que se acabó la bebida, que es lo que acostumbra a pasar en estos casos, pero hasta entonces el trasiego de copas y degustaciones varias cortesía de Xemei mantuvo a los asistentes ocupados subiendo y bajando escaleras de piso en piso. Se vieron muchas caras conocidas por allí, una de ellas la de Lázaro Rosa-Violán cuyo estudio se ha encargado de la remodelación del edificio bajo la dirección del arquitecto Jordi Tió; también vimos a Toni Segarra, María Bernard, Miranda Makaroff, Moisés Nieto, Lulu Figueroa Domenecq y un largo, largo etcétera.
Una de las preguntas que más se escucharon a lo largo de la noche en diferentes corrillos hacía referencia a la inversión de la firma, obviamente no solo en el evento sino en tan magnífico edificio y en la más que acertada remodelación. La respuesta: cinco millones de euros. Que es una pasta, oye. Pero que si nos ponemos numéricos, la empresa que tan bien ha sabido pilotar su fundador y CEO David Pellicer en estos 17 años, no se anda con chiquitas: más de 60 millones facturados el año pasado y ventas en más de 40 países. Por cierto solo el 10% de esa venta se hace en España. Nos ahorraremos los comentarios. Y posiblemente muchas de ellas sean a los guiris que pasan por aquí, más ahora con la tienda. Por fin van a tener algo bonito que llevarse a sus casas marca Barcelona, más allá de las tiendas de souvernirs que invaden el barrio.
¿Y qué pasa con las gafas? ¿No vamos a contar nada sobre la nueva colección de Etnia Barcelona? Eso vamos a dejarlo para otro día. De momento pasemos a las fotos. Así fue la inauguración, risas, música, amigos y fiesta frente a Santa María del Mar.
Una de las preguntas que más se escucharon a lo largo de la noche en diferentes corrillos hacía referencia a la inversión de la firma, obviamente no solo en el evento sino en tan magnífico edificio y en la más que acertada remodelación. La respuesta: cinco millones de euros. Que es una pasta, oye. Pero que si nos ponemos numéricos, la empresa que tan bien ha sabido pilotar su fundador y CEO David Pellicer en estos 17 años, no se anda con chiquitas: más de 60 millones facturados el año pasado y ventas en más de 40 países. Por cierto solo el 10% de esa venta se hace en España. Nos ahorraremos los comentarios. Y posiblemente muchas de ellas sean a los guiris que pasan por aquí, más ahora con la tienda. Por fin van a tener algo bonito que llevarse a sus casas marca Barcelona, más allá de las tiendas de souvernirs que invaden el barrio.
¿Y qué pasa con las gafas? ¿No vamos a contar nada sobre la nueva colección de Etnia Barcelona? Eso vamos a dejarlo para otro día. De momento pasemos a las fotos. Así fue la inauguración, risas, música, amigos y fiesta frente a Santa María del Mar.