CentroCentro Cibeles de Madrid en el Palacio de Cibeles, presenta en el marco del festival PhotoEspaña la exposición Entre el arte y la moda. Fotografías de la colección de Carla Sozanni. Después de haber dirigido los números especiales de Vogue Italia, cabecera conducida por su célebre hermana Franca, y tras haber hecho despegar la edición italiana de la revista Elle, Carla Sozzani, fundadora de 10 Corso Como, decidió abrir una galería dedicada al arte y la fotografía en el corazón de Milán. Corría el año 1990, y la Galería Carla Sozzani prometía convertirse en un lugar de referencia en términos de creatividad y cultura.
Desde libros dedicados al trabajo de los grandes nombres de la moda, como Pierre Cardin o Paco Rabanne, hasta instantáneas firmadas por Man Ray o Annie Leibovitz, apenas había pasado un año desde su inauguración cuando la italiana sintió la necesidad de ir un paso más allá, con el objetivo último de promover y preservar el talento patente en su colección. Sozzani fundó entonces 10 Corso Como, considerada la primera concept store de la historia.
Cuando Carla Sozzani decidió hacer realidad su idea de 'revista viviente', tan intrigante como arriesgada, no había redes sociales. Tampoco existía la globalización tal y como la entendemos hoy en día, por lo que el acceso a la información proveniente de países y continentes distintos al propio era menor, y solía llegar más tarde.
Nada de esto le impidió a la editora apostar por un sueño que rondaba en su cabeza desde hacía años, en el que confluían el diseño, la moda y la arquitectura. Su proyecto pionero comenzó albergando una galería y una librería contigua, a las que fue añadiendo, de forma meditada y progresiva, una tienda de moda, un pequeño hotel y una azotea repleta de vegetación. Acababan de nacer las concept stores, espacios comerciales que no han dejado de expandirse (y evolucionar) en las últimas décadas.
Visionaria desde sus comienzos, la galerista ha supervisado más de doscientas cincuenta exposiciones en todo el mundo a lo largo de su carrera. Cuarenta años en los que, además de haber impulsado la experimentación y el compromiso creativo, ha forjado una amplísima colección en la que encontramos algunas de las fotografías más codiciadas de todos los tiempos.
De Helmut Newton a Francesca Woodman, pasando por el japonés Daido Moriyama o el estadounidense Alfred Stieglitz, un total de ciento sesenta y seis obras pertenecientes a noventa y seis fotógrafos e incluidas en la colección de la italiana se dan cita ahora en Madrid. “Trabajar con los maestros de la fotografía me estimuló para pensar en el equilibrio entre la ilusión de una imagen, el flujo de la apreciación puramente estética de la imagen y los aspectos prácticos de su creación”, observó Carla Sozzani, para quien la imagen fue, es y seguirá siendo capaz de sobreponerse a los convencionalismos y el tiempo.
Cuando Carla Sozzani decidió hacer realidad su idea de 'revista viviente', tan intrigante como arriesgada, no había redes sociales. Tampoco existía la globalización tal y como la entendemos hoy en día, por lo que el acceso a la información proveniente de países y continentes distintos al propio era menor, y solía llegar más tarde.
Nada de esto le impidió a la editora apostar por un sueño que rondaba en su cabeza desde hacía años, en el que confluían el diseño, la moda y la arquitectura. Su proyecto pionero comenzó albergando una galería y una librería contigua, a las que fue añadiendo, de forma meditada y progresiva, una tienda de moda, un pequeño hotel y una azotea repleta de vegetación. Acababan de nacer las concept stores, espacios comerciales que no han dejado de expandirse (y evolucionar) en las últimas décadas.
Visionaria desde sus comienzos, la galerista ha supervisado más de doscientas cincuenta exposiciones en todo el mundo a lo largo de su carrera. Cuarenta años en los que, además de haber impulsado la experimentación y el compromiso creativo, ha forjado una amplísima colección en la que encontramos algunas de las fotografías más codiciadas de todos los tiempos.
De Helmut Newton a Francesca Woodman, pasando por el japonés Daido Moriyama o el estadounidense Alfred Stieglitz, un total de ciento sesenta y seis obras pertenecientes a noventa y seis fotógrafos e incluidas en la colección de la italiana se dan cita ahora en Madrid. “Trabajar con los maestros de la fotografía me estimuló para pensar en el equilibrio entre la ilusión de una imagen, el flujo de la apreciación puramente estética de la imagen y los aspectos prácticos de su creación”, observó Carla Sozzani, para quien la imagen fue, es y seguirá siendo capaz de sobreponerse a los convencionalismos y el tiempo.