En él se observan un temple y una sosegada tranquilidad a la hora de enfrentar y concebir su trabajo, es de esos tipos de carácter ralo que ante todo permanece cauto y tranquilo, casi inmutable, en ávida prueba de continuidad y firmeza, como si el conflicto interior que en ocasiones se perpetúa de creador a creador no tuviese nada que hacer con él. Ante semejante forma de entender el hecho de la creación y la exploración de las ideas, nos aproximamos al trabajo del barcelonés Enrique Muda. Con la salvedad de la pausa en su conversación, suave y concisa, casi resumida, como si quisiera medir someramente la repercusión de sus palabras, no encontramos atisbo de la más mínima inquietud, topándonos con un artista altamente formal, interesado en el significado de sus creaciones y en la progresión formal y sucesiva de ideas, en un plano que sobrepasa todo atisbo cotidiano pero que regresa a la esencia de la calle, de las cosas, un valor decididamente presente en su obra. Ese valor que podría decirse, inunda las calles y terrazas de la cotidianidad más incipiente.
Buenas Enrique, ¿podrías hablarme, ofrecerme un insight, sobre tus inicios en el mundo del diseño?
Buenas tardes. Después de acabar Bellas Artes en Australia estaba en pleno proceso de búsqueda y ensanchamiento. De regreso a Barcelona pasé por Ámsterdam, una antesala perfecta antes de volver a casa. Paseando por la ciudad, por casualidad entré en la tienda del colectivo Droog, me quedé fascinado: el arte y el diseño podían andar juntos de la mano.
Quiero saber qué fijaciones tiene Enrique Muda dentro del mundo del arte…
Seguir explorando las posibilidades comunicativas que contienen los objetos cotidianos que nos rodean, que forman parte de nuestras vidas. Mi fijación es observar sus cualidades y experimentar con ellos nuevos significados.
…qué le tira y en qué etapa cree que se encuentra inmerso en estos momentos.
Actualmente estoy inmerso en el departamento de marketing de la Editorial Malpaso, trabajando como creativo y fotógrafo. Como siempre, cuando te tiran mucho de un lado, te falta del otro. Y así sucede, por eso estoy en continua búsqueda de espacios y tiempo para dedicarlos a mis proyectos personales.
Es interesante la forma como has atraído la posibilidad de la espuma más allá de su funcionalidad inicial: hablo de Cuadro Insonorizado, todo dentro de los parámetros con los que sueles trabajar y que proporcionan un hilo común a tu trabajo.
Es un gustazo que aprecies el hilo conductor del trabajo. De alguna manera es en esa uniformidad donde se fragua la obra. O dicho de otra manera, es el criterio final, el que aprueba o descarta la pieza. Sobre Cuadro Insonorizado, al ver la plancha de espuma enrollada sobre la estantería, de repente se convirtió en un cuadro de Jackson Pollock. Después de observar con detenimiento la textura, solidez y dibujo de la espuma, constaté su valor artístico. Paralelamente, sigue cumpliendo con su cometido, el de insonorizar. Si acercas el oído al cuadro sientes un vacío, es el efecto de absorción del sonido que irradia la espuma. Así que también es un cuadro que se observa con el oído.
¿De qué forma pretendes llevar este tipo de realizaciones, quiero decir, recurrir a las posibilidades del material para reflejar o experimentar ciertos usos, en principio, ajenos al mismo?
Las posibilidades del material lo son todo, son infinitas, son la paleta de colores, el cincel. Las propiedades de los objetos, sus características, actúan como herramientas de la propia obra. El arte que me hace vibrar es el que proviene del consciente colectivo. El que a cualquiera se le podría ocurrir y el que no necesita de grandes recursos para realizarse. Una forma de expresión sin límites.
Has llegado a concebir una mesa de té esférica. ¿Con quiénes te has sentado en torno a ella?
De momento solo con mi té apoyado sobre ella. Desde allí miro los espacios abiertos del cubo y veo que se forman triángulos, el cubo asume una nueva figura. Dependiendo desde donde la miras, la presencia de la esfera se hace más o menos notable.
¿Estás interesado en encontrar salida comercial a este tipo de objetos? Debe de haber un importante mercado aglutinado en torno al interés por la singularidad del objeto, algo que vemos manifiestamente presente en tu obra.
En cuanto hablamos del mercado la cosa se vuelve menos fácil. Hay muchas variables en juego que han de estar a tu favor para publicar. Hasta ahora me he especializado sobre todo en proyectos efímeros: instalaciones, escaparatismo y escenografía.
Hablando de singularidad, ideas y objeto, ¿qué son para ti, precisamente en esos mismos términos, la creación mediante el diseño de interiores y de producto?
El diseño de producto y el diseño de interiores son un puzzle de dos piezas. El producto es el espacio habitado y los interiores son los espacios habitadores, como la figura y el fondo.
Hablas de tu interés por lo extraordinario que puede llegar a albergar la cotidianidad de las cosas, el objeto. ¿Es la diversión un elemento necesario para no llegar a tomarse demasiado en serio, aún procurando encontrar la esencia de lo que se pretende reflejar, como en tu caso?
Esto me lo tomo muy en serio. Y el humor surge, no está premeditado. La diversión está en encontrar esa esencia. Y por esencia entiendo que las herramientas que integran la obra actúen, trabajen. Cuando las herramientas trabajan la obra sugiere, evoca, comunica.
En Split, ¿de qué forma pretendías reflejar lo cotidiano, la espontaneidad de la calle, de todo aquello que iba surgiendo y te ibas encontrando?
Split es un proyecto de fotografía documental. Split es una grieta, una fisura, una hendidura, un espacio que se abre en el día a día cotidiano, por donde se cuela la ironía de la vida y se manifiesta sobre las pequeñas cosas
¿Es la calle el escenario idóneo para dar rienda suelta a las ideas?
Es ahí donde quedarán plasmadas las ideas de toda suerte de creadores, y donde esto que llamamos arte contemporáneo quedará conformado como un estrato dentro del compendio general del arte, ligado íntimamente a la formas de expresión callejeras que no entienden de barreras formales o galerías, habiéndolas sobrepasado en todo momento, cuando no dejado atrás. La calle es el lugar donde se está más expuesto, donde el corazón del artista late más rápido. Es el espacio idóneo para conectar la obra con la realidad plural. Al que tenga éxito en la calle se le abrirán las puertas de la galería o de la marca comercial. De este modo, la calle y las galerías seguirán conviviendo.El valor artístico lo ha de contener la misma obra, no por estar expuesta en la calle, galería, fundación, evento... será más significativa.
“El arte que me hace vibrar es el que proviene del consciente colectivo.”
¿Llegas a aunar la cualidad técnica del dispositivo, de la lente, con aquello que te surge y divisas en el devenir de la ciudad? ¿Llega a producirse realmente un amoldamiento entre ambos, técnica y objeto?
Camino con las luces y el pre enfoque medidos. A más concentrado estoy con lo que va transcurriendo, mejor fluye la extensión técnica. El flujo continuo de la realidad que nos rodea es una fuente permanente de situaciones y detalles que atajan los clichés de lo acostumbrado y lo rutinario.
Pasemos a tus instalaciones en espacio público. ¿Cómo te llegó la posibilidad de plasmar la instalación en las ventanas de Santa Marta? ¿Cómo llegó a fraguarse todo aquello?
Se fraguó con un correo electrónico y un encuentro. Ellos buscaban reactivar la actividad en su ventana-escaparate, un espacio privilegiado, una terraza en un primer piso cerrada por una galería, en el Eixample. La idea era atraer el cielo a la ventana y así acercarlo a la calle, era una invitación a mirar hacia arriba, mirar el cielo. Fijé unos espejos inclinados hacia atrás para traer el reflejo del cielo a la galería. Desde la calle, al mirar hacia la ventana ves el cielo y el interior de la galería reflejado en el espejo, rompiendo su perspectiva natural e inclinándola. Se convierte en un espacio imposible hasta que detectas que está sostenido por el reflejo de unos espejos.
¿Qué experiencia te queda de tus últimas instalaciones?
Es en las instalaciones donde más se fomenta el componente interactivo. Siempre las vivo con excitación, pendiente de la audiencia y sus impresiones. La reacción de la gente a la interacción me interesa mucho. Busco compartir la mía también.
¿Cómo te planteas el espacio y qué tipo de conexión esperas que se produzca entre el espacio empleado y el público existente en el mismo?
Me interesa recrear un espacio en el que el público pueda tener una experiencia perceptiva transgresora y amable, en la que el elemento cotidiano se revela con una apariencia incierta y a partir de aquí cada uno lo vive a su manera.
En TV sin señal el mármol se correlaciona con esa textura de grano tan conocida. Queda patente tu interés por extrapolar conceptos cotidianos y la conversión de lo mismos en algo conceptual, permanente, repensando todo su significado. En Fire Exit socavas la pared, estableciendo una correlación similar. ¿Es esta la forma de hablar de Enrique?
Todo se basa en correlaciones, mi interés se centra en la exploración de correlaciones entre el objeto formal, su definición, su significado, sus connotaciones...Trato de que las obras se expresen por si solas sin yo interferir, para que el espectador tenga su propio dialogo con ellas.
¿Hacia dónde orientas tu caudal de ideas en estos momentos? ¿Podrías hablarme sobre tus próximos proyectos en mente?
El cajón está lleno de proyectos y propuestas, en cuanto a producir las piezas busco ser concreto y las próximas que quiero elaborar son:
Una acción en la calle sobre la relación entre peatones y conductores.
Una silla de distintos equilibrios.
Una escultura que se llamará El pilar del sistema.
Una acción en la calle sobre la relación entre peatones y conductores.
Una silla de distintos equilibrios.
Una escultura que se llamará El pilar del sistema.